Al sonar su alarma, Emily despertó a la realidad, su vida había dado un giro de 180 grados, hubiera preferido que todo fuera un sueño, un muy mal sueño y que terminara al despertar
Estar casada, con nada más y nada menos que.... con él más frío de los Larson, aunque tenía claro que sería reemplazada en poco tiempo por la novia de Jayden, aún era esa su realidad, ya no le dolía tanto, más bien le daba algo de paz.
En la agencia, había perdido permiso, claro sus padres sabían el motivo, ellos eran los dueños , sabían la razón de su ausencia, los demás no se habían enterado de nada, ya que ella no le comunico a nadie nada de lo que estaba pensando hacer.
Se levantó para ir a trabajar, después de un refrescante baño de agua fría, salió de la habitación sin querer encontrarse con Jayden, pero como siempre su suerte no la acompaño.
Estaba parado justo en la puerta de salida de la casa, hablando por el celular, se apresuró y paso de lado aprovechando su descuido, como alma que lleva el diablo.
Por el ajetreo de la boda y la discusión a oscuras que tuvieron anoche, no pudo verlo claramente, lo conocía de vista y a lo lejos, pero nunca había estado tan cerca de él ¡en serio! ¿Qué pecado había cometido? este hombre iba a ser su locura más grande.
Debía de admitir se había casado con un hombre muy guapo, de belleza fría. Llevaba un traje n***o con camisa celeste, que resaltaba su muy bien trabajado cuerpo, con ese rostro tallado finamente por los dioses, no le hacían fácil la tarea de alejarse.
La voz del hombre mayor la saco del hilo de pensamientos que tenía.
— ¿No vas a desayunar?
Emily solo negó con la cabeza, seguía caminando hasta que llego a los jardines para poder irse en un taxi, su auto no lo había llevado con ella, después le diría a su hermano que se lo lleve a la empresa.
— ¿Por qué vas a salir tan temprano? deberías descansar un poco más
Le pregunto Jayden con duda
Esta vez paro en seco, Emily sorprendida con el tono de voz que uso con ella, muy diferente al de ayer ¿Era bipolar o que?
Al ver que estaba más amable decidió contestar
—Nadie sabe en la agencia porque me ausenté ayer, solo pedí permiso por un día. Ya perdí un día, no necesito que mi trabajo se acumule más, tengo que terminar proyectos
Su voz era baja, pero segura sin ápice de nerviosismo.
— ¿Trabajo?
La voz de Jayden sonó sorprendida y su expresión aún más, pensaba que esta chica, era como toda niña rica sin reglas, una mimada, pero al parecer seguía equivocándose con ella. Nadie le había dicho nada al respecto y tampoco había tenido interés en averiguar nada de su futura esposa.
— Si trabajo, T-R-A-B-A-J-O
Deletreo cada letra para que Jayden entendiera
— Se me hace tarde, me retiro
Se despidió con amabilidad y reanudo su caminar.
Jayden se quedó parado en medio jardín, procesando todo o eso quería, pero reacciono al instante.
—Espera…
Ladeo su cabeza y se cruzó de brazos ¿De verdad iba a insistir en averiguar de su vida a esta hora? se le estaba haciendo tarde, puso toda su atención a lo que le iba a decir después de todo, el acuerdo decía que tenía que ser una buena “esposa”.
— Usa uno de los autos, un chofer esta a tu disposición, eres la nueva señora Larzon despues de todo
Jayden hablo a la ligera, sin mirarla esta chica lo confundía mucho.
Le generaba desconfianza, este hombre era raro, cambiaba de personalidad a cada segundo, pero acepto, después de todo no sabía ni donde estaba.
Subió al auto pensaba que iba a ir sola, para poder pensar y relajarse, pero que equivocada estaba su “esposo” también se subió en el mismo auto y un silencio incómodo se coló en el ambiente casi ahogándola.
Emily fue la primera en romper el ambiente tenso, le dio la dirección al chofer y luego se dirigió a Jayden o perdón ahora era su esposo, aunque sea nominal.
—Gracias por llevarme al trabajo, pero solo será hoy, pediré a mi hermano que traiga mi auto
Termino Emily. Jayden no dijo nada, solo asintió, su mente estaba hecha un lío y no sabía qué pensar.
Emily se recostó en su asiento el viaje era algo largo, el Palacio de las Peonias era a las afuera de la ciudad. Cerro los ojos y no se dio cuenta cuando se quedó dormida, despertó justo antes de llegar a la agencia, se sobresaltó un poco y se restregó los ojos con el dorso de la mano, se dirigió al chofer y le dijo que parara en la esquina.
No quería habladurías, ni especulaciones del personal al verla bajarse del lujoso auto con insignia de los Larson, tenía suficientes problemas en estos momentos.
El humor de Emily mejoro notablemente, tenía en qué distraerse, se bajó del coche y le hizo de la mano en forma de despedida sonrió y se fue directo a la oficina.
Jayden no dijo nada a la joven, pero esta chica cada vez despertaba más su curiosidad ¿Estaba feliz de llegar a trabajar? en serio era algo especial ¿Quién se ponía feliz al trabajar?
Emily llego a los ascensores, subió en uno de ellos y marco su piso, al salir se encontró con su asistente y amiga, sonriendo (eso era raro) era bueno, porque de verdad esta chica tenía mal genio y cara de odiar al mundo.
— ¡Hola! Wendy Lin ¿Qué hay para hoy?
Le pregunto Emily muy entusiasmada. Estaba decidida a trabajar aún más arduo, aunque ahora estaba casada con el hombre más rico del país, no renunciaría a su trabajo, ella no iba a depender de nadie, era su estabilidad emocional, financiera y familiar que estaba en juego.
— Por fin regresas
Le contesto Wendy borrando su sonrisa de la cara.
Le detallo su agenda para hoy, le comento que en la tarde tenía una reunión muy importante con la empresa Larson & asociados para la negociación del contrato por cooperación de empresas.
Emily palideció quería alejarse lo más posible de los Larson, pero su karma no la dejaba hay estaba presente recordándole a cada instante su existencia
— ¿Por qué tengo tan mala suerte? en mi otra vida tuve que haber sido una villana y mate a miles de personas "pensó"
Suspiro largo y resignada
— Mis padres no podían asistir a esa reunión, tengo mucho trabajo atrasado
Del todo no era mentira, pero es que de verdad no quería encontrarse con este tipo.
Wendy se sorprendió su jefa y amiga jamás había pedido que la suplan en una reunión, menos en una tan importante.
Le recordó casualmente
— Ellos no están aquí, hoy partieron a New York para hacer el seguimiento del proyecto de los Jin.
Rodó los ojos, lo había olvidado y ni pensarlo no iba a decirle a Gabriel que los reciba, no quería quedar viuda, no aun, que no habían firmado los papeles de la alianza de empresas, luego dejaría que lo haga.
— Esta bien Wendy, avísame cuando lleguen los representantes de la empresa.
Su primer día en el trabajo y ya tenía un pilo de hojas en su escritorio y nada le ayudaba a bajar el estrés, al acordarse de la reunión.
En verdad este hombre iba a ser su cruz y karma.