-Mejor no los invoques la última vez ocasionaron un gran daño en las estructuras. Aunque siempre pierden no entiendo porque su necedad de atacarnos.
-Su deseo de conquistar este lugar para utilizarlo para sus planes de maldad son insaciables. Esas creaturas si algo tienen es su persistencia. -Continuaba haciendo unos movimientos en la máquina que era su responsabilidad. -Aunque tienes razón sus ataques nunca se han caracterizado por ser organizados e inteligentes. Solo quieren destruirlo todo. ¿Te imaginas querer usar un lugar que destruiras al tomarlo? No tiene mucha lógica.
-Bueno creo que mejor hablamos de otra cosa, solo de hablar de esos seres me da escalofríos.
-Tu tranquilo que si presentamos otra invasión no llegará hasta acá, las defensas están perfectamente ubicadas y fortalecidas.
-Aun así preferiría que nunca invadieran de nuevo.
El llamado cielo estaba caracterizado por la disciplina y órden que los líderes imponían. Un orden que se basaba en el trabajo en equipo y la diversión para apreciar el trabajo y sus funciones.
La disciplina no era un concepto de saber obedecer solamente, también en mantener el equilibrio de todos los puestos y las ciencias que mantenían a flote ese lugar.
Estos mismo líderes también se encargaban de las estrategias defensivas.