Ya de noche Katia vestía su ropa nueva, un vestido corto ceñido al cuerpo de color blanco que acentuaba su trasero y cintura con unos detalles brillantes de color plateado, además, dejaba ver con deleite sus piernas junto con unos tacones de color n***o. Al menos no tenía un escote grotesco y le cubría los glúteos, con eso le bastaba. Se había arreglado el cabello también y se había maquillado solamente con base, un poco de polvo para darle matices a su rostro, delineado suavemente los párpados de n***o, pintando sus labios de un rojo suave. Por último, tomó un poco de la loción que había dentro de esa maleta metálica y se la roció tras sus orejas, en el escote y en sus muñecas. No tenía accesorios, pero pensó que nadie se iba a preocupar de eso, porque nadie le prestaba atención. S