Conceptos

1714 Words
        La noche previa al cumpleaños de nuestra querida influencer William   se pasó a la habitación de su hermana y le dio una visita de celebración previa del cumpleaños, Kamille, le preguntó que cuando lo dirían o si estaba bien lastimar a quienes lastimarían.          A la mañana siguiente, Elise fue a la primer piso a hacer yoga, cuando regresaba vio a su madre emocionada con tres bolsas de regalo en las manos, le preguntó qué eran y Leticia le comentó contenta que el traje oficial para el cumpleaños de Kamille.     —Mamá, no he podido planear nada ni le he comprado nada. ¿Me dejas sorprenderle con esto?     —Bien, así veo que todo vaya bien por acá, a las 7:30 abajo, mi amor.     —Seguro—Las dos sonrieron y la menor se dio un paseo por la habitación de William, como sospechaba, sería todo un shock si su madre hubiese repartido las pijamas, ella se dio una ducha rápida y en nada estaba bañada, fue hacia la habitación de la cumpleañera y tomó asiento en un sofá que Kamille al frente de la cama.          Vio el reloj y sonrió.          6:40 am.          Elise  intentó entender por qué sus hermanos había decidido complicarlo todo, ella tendría que elegir a uno de los dos, sus padres intentarían matarle sy luego les enviarían lejos, ella tendría que quedarse a simular que todo estaba bien.          Hizo un leve sonido.           William fue el primero en despertarse, saltó  al ver a su hermana sentada viéndoles,  despertó a Kamille, ella sabría qué hacer y qué decirle su hermana, la más joven se rio y les dio un beso en la mejilla antes de acostarse en medio de los dos.     —¿Qué es esto? ¿Están enamorados o les gusta el sexo tanto como para hacerlo con sus hermanos?     —No somos hermanos de sangre—recordó William a Elise.     —Los dos son mis hermanos, pervertido.     —Es… En serio—Dijo Kamille y William le miró serio. —En realidad nunca lo hemos hablado…     —¿Podemos dejarlo para cuando Elise no tenga pose de que nos pega si no decimos lo que quiere oír?—preguntó William incómodo.          No era la primera vez que la pregunta se quedaba en el aire, los últimos meses habían sido de demasiado abruptos entre darle cuerda a sus sentimientos y confiar en que no harían daño a nadie con lo que hacían.          William sentía que toda la responsabilidad caía sobre él y al final es el adulto de los dos, debería saber mejor que una relación con su hermana adoptiva no le generaba ningún tipo de beneficio y si hablamos de que estaba mantenido relaciones sexuales con una menor de edad las cosas resultaban más peligrosas.          La conversación había surgido unas semanas antes cuando el periodo de Kamille había decidido retrasarse, la joven, le comentó a su hermano que ocupaba una prueba de embarazo y tras decirle que estaba negativa le dijo que al final era muy complicado un embarazo cuando ni siquiera sabían cómo etiquetarse y tenían prioridades diferentes, las de él; cumplirle a su familia y a la sociedad, las de ella; ser feliz.          El joven se abrazó y le recordó que había sido solo una falsa alarma que no debían apresurarse a tomar decisiones cuando las cosas en casa no eran tan fáciles como lo habían sido siempre.      —Yo veo dos regalos—comentó Kamille mientras salía de la cama para darle un beso en la frente a su hermana pequeña.     —Mamá, ha organizado una sorpresa. —Les dio la bolsa a ambos. —Es un pijama para cada uno.          Los dos se cambiaron, luego Kamille, le dijo a su hermana que tenían semanas sin hacer su rutina de skin care juntos, y ella merecía iniciar el día con la piel de su cara limpia e impoluta, así que preparó el agua para los tres. Elise le pasó la esponja por el rostro, las dos le pusieron una mascarilla a William y después de 20 minutos estaban listos.         Eso pensaban los otros dos, hasta que empezó a peinarse el pelo y humectarlo, Kamille les miró divertida, su hermana estaba metida en la tina y su hermano sentado en la taza del inodoro,  Gabe Westborn entró a la habitación de su sobrina, luego tocó la puerta del baño y sus sobrinos le dijeron que estaban presentables.     —Madam, ¿qué estás haciendo? Tienes visitas importantes, vestidas de seda por ti.         Kamille le dio un abrazo a su tío Gabe y él a ella, se adoraban el uno al otro, los tres chicos idolatraban a su tío por ser tan feliz, en un mundo lleno de infelicidad, no le importaba lo que la gente pensase que tenía que hacer sino lo que quería hacer. Gabe había llevado el peso de ser el hijo de una familia política y el alcalde de la ciudad de Mainvillage, sin embargo, por mucho que sus padres y hermanos querían una vida implacable y excepcional, él hacía muy bien su trabajo y disfrutaba de los placeres que la vida les ofrecían.     —El tío más guapo—dijo Elise y él le llenó de besos.     —Elise, tú y yo tenemos que hablar de padrino a sobrina bebé del corazón. Ahora tú guapa, mi amor, no crezcas más. Ya no más. ¿Sí? Ninguna de las dos, sean mis bebés—Pidió mientras les cargaba. — Capitán, qué sexy, en seda... Soy demasiado guapo, yo pedí uno rosa, para verme masculino entre tantos guarda espalda. ¿Qué pasa con sus papás?     —Gabe, subiste a llamarlos —Riñó Richard a su hermano y miró a sus hijas encaramadas.     —Sácanos una foto—pidió Gabriel y le dio el teléfono a su hermano. —Capitán a la espalda.          Leticia ingresó a la habitación y vio a sus hijas a cada lado de Gabriel Westborn y a sus hijos en la espalda, se sorprendió al ver la fuerza de su cuñado, sí, Gabe es robusto y se machaca en el gimnasio pero solo aguantarse a William le parecía agotador, ahora esas dos en la mezcla.         Los tres bajaron sorprendidos y Elise puso música de fiesta con su celular, luego los cuatro comenzaron a perrear en la habitación y Leticia rio ante la ocurrencia.     —Tenemos visitas a -ba-jo —les recordó Leticia con los dientes apretados. —Están esperándonos.     —Baila—invitó Richard a su esposa y ella sabía que no se detendrían hasta tenerle bailando.         La mujer bailó hacia su hija, la cumpleañera y le llenó de besos, luego le abrazó y cuando le tuvo entre sus brazos susurró las palabras más dulces con. Los deseos más honestos para su niña.     —Solo quiero que seas muy feliz, llena de amor, de emociones y una vida muy bonita. Te amo, tanto, tanto, tanto, nunca lo olvides. —Leticia que lloraba siempre cuando sus hijos cumplían años. Soltó unas cuántas lágrimas antes que su hija se lo prohibiera. —Ahora sí, las sorpresas para la cumpleañera. Vas a estar muy emocionada Kamille.     —Ay sí, cuando mi papá, el alcalde o el presidente me regalen un bocho por mis 17 años.         Todas las chicas de la alta sociedad de Mainvillage, a los 17 años recibían un bocho. Al inicio se hizo para que los otros pudiesen diferenciarles de los adultos, con el fin de no cometer actos irresponsables cerca de esos conductores. Además, el bocho tiene sus ventajas; es un auto lo suficientemente económico para que lo mantengan con sus propios trabajos y que las familias con menos recursos se lo pudiesen permitir. De esa forma no asustaban en carretera a las nuevas conductoras y se evitaban accidentes.          Conforme pasaron los años quedó como parte de una tradición, que al cumplir los 17 años recibían uno. Kamille había sido muy explícita de como sería el suyo, había enviado un correo a todos los adultos de la familia con el fin de que cumplieran sus peticiones.     Lo envió un lunes en la mañana.  Con un asunto que decía:  URGENTE  K A M I L L E   Estimados miembros de mi familia, espero se encuentren bien y pasen una maravillosa semana.  Como saben, este año cumplo 17 y al ser mi género femenino casi constitucionalmente deben darme un auto Volkswagen Vocho, además es un auto que me encanta, es seguro, confiable y práctico para una aprendiz de la conducción como yo… Todos los miembros masculinos que han tenido el honor de acompañarme en mis momentos de práctica, me han insultado; esa es la primera razón por la cual quiero que la población mainvillana se vea advertida de mi presencia y por ello lo mejor es convertir el modelo de mi auto en algo excepcional. Requisitos para salvaguardar a la población con carnet de conducción de Mainvillage: 1. Auto blanco, oro rosa o dorado.  2. Accesorios oro rosa o dorados. (todo lo de adentro, que la manivela y eso...) 3. El color de los asientos oro rosa o dorado. *En serio me gusta el oro rosa, el dorado y el plateado… Pero es muy común el plateado así que… La idea es que sea distinguible para proteger a los demás , Fam.  Espero con emoción mi cumpleaños este 15 de mayo. ¡Gracias por su atención! Los amo.  Pd#1. Si me dan tres autos juro que llevaré a mis hermanos a todos lados, nunca se deberán preocupar por quién lleva a Elise. Pd#2. Esto es una actividad de bien social.  Su abuelo fue el primero en responder. Asunto: Todo por tu bien y el de los ciudadanos de Mainvillage.  Interesante, cariño. Necesito que te replantees el concepto de urgente y no sé por qué te dejaríamos llevar a tus hermanos en ese auto del s******o… Te amo. Lo mejor es no regalarte un auto, te voy a dar unos aretes oro rosa, tu abuela me tiene entrenado.  Te amo, pórtate bien.  Pd#1.Pondré tu foto en los puestos de conducción vial para que denieguen tu permiso provisional.  Gabriel Westborn II Presidente de Mainvillage y tu abuelo.          El abuelo se lo envió a todos los que recibieron el correo y todos rieron porque esa no era la respuesta que la joven esperaba.
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