El secuestro de la influencer.

        Leticia iba en dirección a su casa para cenar con sus hijos y su esposo después de un día agotador en el trabajo cuando un grupo de reporteros se le acercaron a preguntarle si sabía que su hija era una de las mejores influencers de la ciudad, la mujer fingió una sonrisa y siguió caminando a paso seguro por la calle en busca de su auto.     —¡Vámonos!—Escuchó decir a uno de los reporteros. —  Esa es su recogida, por supuesto que no le importa lo que haca.      —Tuvimos la dicha de tener una hija biológica, sí, y adoptamos dos hijos a los que amamos plenamente, no importa el color de la piel, el pelo o el tamaño de mis hijos, son mis hijos y me importan. Todos y cada uno de ellos pueden comerse el mundo y tendrán siempre mi apoyo.          Uno de los guardaespaldas que su esposo le había asignado le abrió la puerta. Yo desde donde veo a Leticia, y a lo que la conozco, sé que es una mujer decidida, una guerrera; de pequeña sufrió muchos abusos y maltratos y de adulta humillaciones, pero había sabido salir de cada aprieto sin importar la magnitud de la batalla.          Ahí estaba sentada en el auto poniendo la temperatura lo más baja posible. La temperatura del auto al mínimo, estaba demasiado molesta porque alguien se había atrevido a insultar a sus hijos. En específico a Kamille, era la única de sus hijos cuyas raíces desconocía, primero por petición de la chica y segundo porque su esposo le apoyaba.          Condujo a casa a alta velocidad y cuando llegó se encontró con su hijo y su esposo tirando la pelota en el jardín. Los dos le vieron y decidieron hacer una carrera para saludarle. La corta competencia convirtió a William, el mayor de los Westborn Hamilton en el ganador, tomó a su menuda madre entre su s brazos y le giró como si fuese una niña pequeña, le llenó de besos mientras la mujer reía y soltaba sus cosas para tomarse de us brazos. Richard se acercó a su hijo y esposa sonriente, le dio la orden a William para poner a Leticia en el suelo. La mujer sonrió y le dio un beso a William. El mayor de los Westborn le dio un golpe en la cabeza a su hijo y se acercó a  su esposa para tomarle de la cintura y besarle, la mujer se sentía plena, tenía todo lo que deseó en algún momento; hijos sanos y un esposo amoroso.          Leticia rio ante los gestos cariñosos de su hijo y esposo, luego de que William le pusiese de nuevo en el suelo le dio un beso a su marido el cual le tomó de la cintura, le llevó al interior de la casa en dónde las cámaras de los paparazzi no les veían.En el interior estaban sus hijas cocinando, o al menos, Elise eso hacía mientras su hermana conversaba con el teléfono o la gente del otro lado.     —Ay... ¡miren! Llegó mi mami—Dijo Kamille a gritos  mirando hacia la cámara. Leticia se acercó a besar la mejilla de su hija mayor.—Mi mamá, damas y caballeros. Es guapísima, Ojos azules, impecable cabello n***o, sonrisa maravillosa, mide 1.75 m y pesa 45 kilos; no es anoréxica, solo no engorda.     —Kamille... ¿A la gente qué le importa?—preguntó Leticia     —Tú tienes que cuidar cómo le hablas a la gente, que sí les importa, guapa. Como a los que les gritaste. Eres viral, mamá—hizo un gesto dramático para los que les veían.     —Hola, personas, mi hija tiene una mamá con la que va a cenar. Bye—Kamille, Elise y Leticia sonrieron a la cámara antes de que Kamille terminara el en vivo con un beso. —Mi amor, Mil, es muy peligroso dar tanto ante las cámaras —Advirtió su padre.     —Papi, pero a mí me gusta hablar con la gente y a ellos les gusto yo, son mis amigos.     —Sin mis imigis—le imitó William, su hermano mayor y su papá le dio un golpe en la cabeza antes de ir a besar la mejilla de su hija mayor y abrazarle.     —Cielo, son un blanco. La gente dice que los ama, pero hay quienes me amenazan constantemente con matarles. Así que ten cuidado, busquemos la forma de hacer esto seguro.     —Papá, un influencer da más información de su vida que cualquier persona normal—explicó William.—Es casi imposible que Kamille sea influencer y su proteja su intimidad como para mantenerse segura.          Leticia vio a su esposo e hijo en pose de machos preocupados, pasó en medio con la bandeja de ensalada en las manos.      —Bueno, a comer que tenemos chef privado en esta familia… —Su esposo estaba por decir algo a su hija cuando su mujer negó con la cabeza y advirtió. —Mira, Ricky, somos los papás más afortunados de la historia; una socialité, un chef y el futuro presidente del béisbol—Bromeó para suavisar el ambiente y lo logró, todos rieron.          Cuando sus hijos estaban pequeños y preguntaban por qué mamá y papá trabajaban tanto les respondía que para que pudiesen ser presidentes algún día. Cuando William tenía 10 años le preguntaron en una entrevista familiar a qué quería dedicarse cuando fuese grande, el niño respondió segurísimo: ¨Bueno, mi familia se dedica a la política del país, pero a mí me gusta el Béisbol así que… Presidente del Béisbol¨.         El matrimonio Westborn Hamilton estaba decido a no presionar a sus hijos para que se metieran en el mundo de la política, Richard había visto a su padre obligarles a estudiar ciencias políticas, leyes e ir a la armada,  por generaciones solo los Westborn habían sido los encargados de dirigir políticamente en todo Mainvillage, sin embargo, es una responsabilidad grandísima y no veían la necesidad de forzar a sus hijos en aquel mundo.         Leticia se sentó en la cabecera mientras su hijo y su esposo estaban en los asientos al lado, Elise les sirvió a todos y tomó asiento al lado de su padre, el hombre les tomó de las manos e inició una pequeña oración.>         Todos le siguieron con un amén y sonrieron ante la maravillosa entrada que les ofrecía Elise. Richard miró a su hija mayor pararse sobre la silla para sacar una foto, Leticia le hizo una seña a Kamille para que bajara de ahí, la chica se bajó y le dio un golpe a su hermano para que le ayudara con una historia para i********:.     —Véase la maravilla de cena, no saben lo rico que huele y lo famosa que será mi hermana bebé cuando tenga su propio restaurante—Elise sonrió agradecida por la promoción de su hermana. Vieron a su hermano mayor sacar su teléfono y apuntar la cámara hacia su familia mientras cenaba.     —Véase la maravilla de cena, ella ni ha probado, pero ya lo recomendó.     —Yo estaba comiendo mientras ella cocinaba y está rico, además, envidioso no sueno así—imitó el gesto con el cual su hermana se despedía de sus seguidores y sus padres no pudieron evitar reír.—Hijo, eres el mayor.     —Sí, mamá, pero ustedes no la escuchan todos los días.     —Veinte minutos sin pelear, disfrutemos de la comida tan rica. —miró a Elise. —Amor, esto está buenísimo. ¡Gracias!          Los cinco comieron y Leticia y su esposo estaban maravillados con la delicia que su hija pequeña les había preparado. Kamille se llevó una reprimenda por estar contestando mensajes mientras cenaban y la joven se disculpó, le preguntó a su hermana por la receta.           La cena continuó con un ritmo relajado en medio de bromas y comentarios agradables para la cocinera.Todos comieron suficiente y al acabar las c hicas acusar a William de solo verles cocinar todo el tiempo y s u padre por haber ido a jugar como si no hubiese nada que hacer. El hombre felicitó a su hija pequeña por tan buena comida y comenzó a  retirar los platos de la mesa para lavarlos junto con William.  Las chicas se fueron a su habitación mientras Leticia fue por una ducha relajante, posteriormente, una copa de vino en el jacuzzi. William, lavó los platos y su papá los iba secando.         —¿Nada de novias?—preguntó Richard.      William sonrió divertido, su padre, había tardado unas tres horas tras su regreso para realizar aquella pregunta.      —No, papá.     —¿Novios?     —No soy gay—respondió divertido. — Si lo fuera no te contaría de primero—Richard rio.     —Es complicado esto de ser papá. Es que Kamille habla un idioma diferente con fotografías, labiales y cosas nuevas pero nunca deja de hablar, luego, tú estás tan cerrado, aparte, por último;  Elise, es como si desde el accidente se hubiese apagado. en algunos momentos siento que son dos extraños, no les conozco, son impenetrables.     —Tampoco conoces a Kamille, solo es tu favorita porque es pelirroja como tú. Tal vez, les haga falta vivir un poco en casa y conocernos a todos.          Kamille entró a la cocina y se subió sobre la espalda de su hermano se inclinó hacia su padre y le dio un beso en la mejilla. Le preguntó a su papá si estaría en casa unos días, él asintió y le dio un beso en la frente.     —¡Tiempo de familia! —gritó Richard antes de meter un paquete de palomitas en el microondas. Kamille le dio un beso en la mejilla a su hermano luego se bajó para ir a sacar el paquete de palomitas del microondas.     —Papi, no puedo, tengo tarea.     —Uy... Qué responsable Kamille—Se burló el señor Westborn de su hija mayor. Además observó las reacciones de los otros dos, en el rostro de Elise veía angustia e indecisión y el de William denotaba aburrimiento.     —Yo tengo que practicar yoga —respondió finalmente  Elise.—Lo siento, papá.      —Yo voy a ser honesto.—dijo William y pasó su mirada por sus hermanas. —Papá, quiero estar solo —Respondió y todos rieron.          Los tres se despidieron para atender sus asuntos y  dejaron a su padre solo en la cocina preparando más palomitas, el hombre subió con una botella de vino y otro paquete de palomitas para él y su esposa. Su mujer estaba fumando en la bañera, le miró en la puerta y sonrió.     —¿Quieres beber una copa conmigo?     —Tengo una botella y espacio para alguien más.         Todo parecía que estaba bien en aquella casa, con aquella familia, hay amor, honestidad y muchas personas sonriendo para complacer a las otras. Los Westborn Hamilton no podían imaginarse que sucedía a su alrededor, no podían ver más lejos que a ellos a mismos y sus problemas y sus secretos.          Su hija pequeña estaba fumando un conjunto de drogas en el jardín, la chica del medio, estaba colándose en la cama de su hermano mayor y que este estaba perdidamente enamorado de su hermana adoptiva.          A puerta cerrada todo parece muy normal, los Westborn se ven como otra de las familias ricas de Mainvillage, incluso se ven mejor que las otras familias porque están sonrientes, felices, se sienten orgullosos y amados.          Normales.          ¿Qué más secretos ocultan?