5.

1626 Words
Ya a la salida, Jules prácticamente corrió hacia la camioneta con la intención de volver a abandonar a Dorian, pero para su sorpresa, el joven ya se hallaba ahí, recargado en el cofre del vehículo mientras tonteaba viendo videos, al alzar la vista y ver a Jules, inmediatamente esbozó una radiante sonrisa. - ¡Já! Te he ganado... He salido antes que tú. ¿Nos vamos?. Preguntó Dorian, mientras el otro asentía. Durante el trayecto, los dos se limitaron a escuchar música ignorandose, como costumbre. Al llegar a la mansión, cada uno se fue por su lado tomando caminos distintos y sin despedirse, pero, Dorian se detuvo unos instantes para observar al otro alejarse y desaparecer al tomar las escaleras. Dorian se sentía confundido, extraño, por alguna razón se sentía triste, como si hubiese hecho algo malo, así que decidió ir a averiguar si el otro querría salir con el esa noche, ya que era fin de semana. Luego de tomar una ducha y arreglarse, Dorian se dirigió a la habitación de Jules y llamó a la puerta, y, tal cual se lo esperaba, no obtuvo respuesta alguna, apenas se estaba girando para marcharse la puerta se abrió, y del otro lado estaba Jules, sin camisa, con el pantalón de la pijama, todavía medio dormido. Dorian no pudo evitar mirar la bien definida musculatura del muchacho, su delgada silueta y su pálida piel nivea. - ¿Quieres salir conmigo esta noche por ahí?. Preguntó Dorian atropelladamente. Jules le miró unos segundos, y el otro pensó que este le cerraría la puerta en la cara, sin embargo y para su sorpresa, Jules asintió. - ¿Enserio?. Preguntó Dorian totalmente incrédulo, y de nueva cuenta, el muchacho asintió. - Excelente, entonces... ¿Te espero allá abajo?. Jules sonrió y se giró para dirigirse al. vestidor, como no cerró la puerta, Dorian se metió a la habitación del otro y empezó a observar todo con atención, habían libros por todos lados. - ¿Tu también juegas?... Vaya, si quieres podríamos jugar Call of Duty uno de estos días. Ofreció este. Jules asomó la cabeza por la puerta y Dorian se le quedó viendo, entonces el otro asintió. - Que bien, también me gusta mucho Days Gone... Musitó el joven. Jules mientras tanto observó lo que el otro llevaba puesto, así que optó por vestirse de manera más o menos similar, solo que en lugar de ponerse una camisa tinta de vestir, optó por una camisa negra Gucci y no se puso corbata. También escogió unos pantalones negr*s de diseñador y luego unos zapatos Prada. Se sentía extraño vistiendose con ropa cara, pero al final de cuentas ya eran sus cosas. Al salir del vestidor, Dorian le miró asombrado, Jules parecía otra persona, se le veía increíblemente atractivo y sexy con el estilo casual formal. - Hey, te ves bien. Observó Dorian sonriendo. Jules le devolvió la sonrisa un tanto cohibido. - ¿Nos vamos?. Preguntó el otro y Jules asintió. Apenas Dorian se iba a subir a la camioneta del lado del copiloto, Jules le sujetó del brazo y tiró de él. - ¿Que?. Preguntó el otro. Jules le dió la llave de encendido y luego se subió del lado del copiloto. - ¿Quieres que yo conduzca está vez?. Vale... Razonó Dorian. Así pues ambos se dirigieron a la ciudad, una vez ahí, estacionaron en la plaza y echaron a andar por las calles atestadas de bares de todo tipo, pero al final optaron por un Bistro Bar. Una vez dentro los dos se sentaron en la barra y Dorian pidió unos martinis sucios. - Tranquilo, no pienso conducir de vuelta estando ebrio, así que me he tomado la libertad de pedirle a George que venga por nosotros más tarde y nos lleve de vuelta en tu camioneta. Le informó Dorian. Jules asintió aliviado. Entonces ambos empezaron a beber. - ¿Te está gustando la universidad?. Preguntó Dorian de repente. Jules asintió de nuevo. Entonces Dorian echó a reír, dejando al otro confundido. - Lo siento, es que... Me resulta extraño conversar con alguien que no dice nada. Usualmente no hablo tanto, pero contigo siento que tengo verborrea. Le explicó. Jules sonrió, luego tomó su celular y le escribió. "Lamento mucho no hablar, pero es que en verdad se me dificulta hacerlo". - ¿Por qué?. Quiso saber Dorian bastante interesado. Jules escribió de nuevo. "Es bastante complicado". Respondió. Dorian asintió. - Vale... Si no quieres hablar está bien, algún día lo harás, estoy seguro. Dijo este. Jules le miró unos segundos y luego sonrió un poco, le gustaba la voz de Dorian, era muy grave y profunda. Así pues, Dorian se dispuso a contarle su vida en Europa, los desastres que había causado y como fue que había terminado en prisión unos cuantos días. Fue entonces que un grupito de jóvenes se acercaron a ellos. - ¿Dorian?. Preguntó uno de ellos. El muchacho se giró al escuchar su nombre e inmediatamente se puso de pie. - ¡Michael! ¡Leonard, Pete, Mau!... ¡Que gusto verlos! Hace mucho que no sabía nada de ustedes. Les dijo Dorian. - ¡Pues tú que te vas! ¿Cómo estás? Supimos que tú papá se casó hace poco. Dijo el tal Leonard. - Si, si. Es una buena mujer, ¡Ah! Les presento a Jules, es el hijo de mi madrastra. Respondió Dorian. Jules rápidamente se puso también de pie y les estrechó las manos a los recién llegados. - Un gusto. Le saludaron todos. - Ah... Este... Jules, no puede hablar de momento, porque le han hecho una cirugía en las cuerdas vocales hace poco. Les dijo Dorian, haciendo que Jules le mirara agradecido por el gesto. Todos los jóvenes asintieron comprensivos. - Oh vaya que mal, imagino que debe ser frustrante no poder hablar. Observó Pete. Jules asintió dándole la razón. - ¿Y que hacen?... ¿Que planes tienen?. Preguntó Mau. - Eh... Pues solo hemos venido por unos tragos y ya. ¿Por qué?. Quiso saber Dorian. - Vamos a Mcore. ¿Vienen?. Sugirió Michael. - Ah... Ya. Este, pues... ¿Jules, quieres que vayamos con ellos?. Le preguntó Dorian al otro. Jules pensó que tal vez era una buena idea y tampoco quería quedar como un aburrido, así que accedió. Así pues, Dorian pagó la cuenta y todos los jóvenes salieron del bar, ellos se fueron hacia sus vehículos y Dorian y Jules hicieron lo mismo. - Aún puedo conducir hasta allá, aún no estoy tan ebrio. Aseguró este, mientras Jules abrochaba su cinturón de seguridad. Entonces luego de un rato, ambos estacionaron fuera de un club y el valet parking les tomó la llave. - Van a venir más tarde por nosotros, para que le entregues la camioneta a la persona. Le informó Dorian al Valet. - Si señor Harsh. Jules comprendió que Dorian debía visitar aquel sitio a menudo cuando llegaba de vacaciones. - Vamos. Los demás ya están dentro. Dijo Pete quien apareció detrás de ellos. Entonces, al ingresar al lugar, Jules abrió los ojos como platos, puesto que se encontraban en un lujoso Club Nudista, dónde bellas chicas desnudas bailaban por todos lados, y otras caminaban de aqui a allá y se sentaban a conversar con hombres. Jules decidió poner cara de Poker y no mostrar la sorpresa, así que fue a sentarse donde los amigos de Dorian. Inmediatamente unos meseros les llevaron una costosa botella de whisky y botellitas con agua mineral y también hielos. - En las rocas. Le pidió Dorian al mesero quien se limitó a asentir - ¿Y tú Jules?. Preguntó. Jules asintió también. - A él igual. Pidió el otro. Jules jamás había bebido alcohol como hasta esa noche y mucho menos había ido a ver mujeres desnudas bailar, se preguntó que diría su madre si se enteraba. Entonces observó a una chica bailar en el tubo de manera explícitamente sugerente, pero tal como lo esperaba no sintió absolutamente nada al verla, eso sí, le asombró la habilidad de está al realizar las acrobacias. Un grupo de chicas se acercaron a la mesa, a petición de los amigos de Dorian, y una de ellas se le sentó en las piernas a Jules, la joven comenzó a bailar en su regazo y a frotarse en el, quien se limitó a mirarla de manera sería. - Wow... Pero que serio. Eso te hace ver muy sexy. Le susurró la chica al oído. Jules alzó la vista y luego miró a Dorian, quien para su sorpresa también le miraba fijamente, el también tenía sobre de él a una chica totalmente desnuda bailandole. Ambos se quedaron viendo unos segundos, y por alguna razón, los dos empezaron a excitarse, pero, no por las chicas. Algo estaba sucediendo entre ellos, Jules sintió una potente descarga de adrenalina y sintió un calor abrasador trepar desde sus piernas hasta su pecho. Dorian, estaba prácticamente igual, lucía febril. Entonces la chica que estaba sobre de Jules, se detuvo y se puso en pie, luego sujetó al joven de la mano y se lo llevó hacia los privados. Dorian empezó a sentir una inexplicable furia crecer en su pecho, ¿Con que derecho ella se atrevía a quitárselo de la vista?. Entonces se puso de pie abruptamente, casi tirando a la chica que tenía encima y la alcanzó a sujetar. - Lo siento, debo ir al baño. Se excusó este, para luego echar a andar en dirección a los privados. Fue entonces que se topó con Jules quien al verlo le dedicó una extraña expresión de hartazgo. Dorian se dió cuenta de que el joven no la estaba pasando muy bien, y ya se daba una vaga idea del motivo. Jules era gay.
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