Ambos muchachos habían decidido bajar a cenar después de tomar juntos una ducha.
Mientras se bañaban, Dorian notó que Jules aún sangraba ya que el agua escurría teñida de rosa entre la espuma del jabón.
Preocupado de haber lastimado mucho al muchacho, con mucho cuidado le giró.
- ¿Te duele?.
Le preguntó sin evitar sentirse culpable.
Jules asintió.
- ¿Mucho?.
Le preguntó con voz trémula.
Jules negó.
- Déjame verte.
Jules le empujó lejos y le miró ofendido.
- Oye... Acabamos de hacer el amor ¿Y ahora te molesta que te quiera revisar?...
Le preguntó Dorian algo irritado.
Jules se sintió conmovido al escuchar al otro decir que habían hecho el amor en lugar de decir que habían follado.
Hacer el amor le parecía un concepto aún más importante y formal que solamente un vulgar encuentro s*xual.
Jules suspiró y luego se giró.
- Inclinate... Necesito verte mejor.
El muchacho obedeció, Dorian esperó a que el agua retirará el resto del jabón que el otro tenía en el trasero y en el ano, le separó las durísimas nalgas para ver mejor.
Todo parecía normal.
- Tienes un culo precioso Valentine.
Le dijo este a modo de cumplido.
Jules se sonrojó.
Dorian entonces lentamente se fue acercando un poco más y pasó la lengua por la entrada del otro, haciendo que el muchacho se removiera inquieto.
- No te muevas Jules...
Le pidió con dulzura.
Jules se quedó inmovil con el corazón latiendo desbocado.
Dorian entonces volvió a lamer y está vez le metió la lengua.
Jules se aferró al marco de un nicho donde se ponía el shampoo.
- ¿Sientes rico?.
Preguntó el joven.
Jules no supo que responderle, pero definitivamente no se sentía para nada mal lo que el otro le estaba haciendo.
Entonces Dorian introdujo el dedo medio con delicadeza.
Jules abrió mucho los ojos totalmente asustado.
- Te quiero penetrar otra vez.
Le informó Dorian.
Jules apenas iba a negarse cuando de repente el otro se metió de nuevo, solo que está vez lo hizo con mayor facilidad ya que estaba aun muy dilatado.
- Ah... Es que estás muy estrecho...
Le dijo Dorian mientras le sujetaba por los hombros y empezaba a bombear de manera rítmica.
Jules sintió como iba teniendo otra erección y Dorian pudo verlo.
- ¿Te gusta verdad?... Te gusta que te la meta.
Le dijo al oído.
Jules empezó a gemir de nuevo mientras Dorian aumentaba la velocidad y la fuerza.
- Penetrarte... Es lo más delicioso que he hecho en toda mi vida.
Le dijo este mientras pasaba su brazo derecho por el cuello del otro a modo de llave inmovilizandole contra el muro mientras el agua caía sobre de ellos.
- Que bien se siente estar... dentro tuyo.
Jules empezó a gemir de dolor y de placer, la potencia de las embestidas de Dorian aumentaron así mismo la velocidad, haciendo que el otro eyaculara sin si quiera masturbarse.
Al notar que el otro ya se había corrido, este tambien lo hizo, derramándose en su interior.
Los dos permanecieron muy quietos, jadeando y Jules sintió como el miembr* del otro palpitaba dentro suyo, así que se alejó poco a poco para liberarse de él.
Ambos se miraron mutuamente y luego Jules rompió en llanto.
Dorian comprendía lo que el otro sentía, no tenía que ser un genio para darse cuenta de que al ser su primera vez, y todavía con otro hombre, debía sentirse mal consigo mismo por haber hecho lo que había hecho.
Dorian estaba prácticamente cien por ciento seguro de que Jules ni siquiera se había planteado la posibilidad de estar con alguien y mucho menos con un hombre.
El muchacho estaba tan sumergido en sus asuntos, en sus estudios y en sus planes que ni siquiera le había prestado atención a las personas que le rodeaban, entonces apareció él en su vida y le había desorganizado todas sus ideas.
Era normal que Jules se sintiera culpable, también reconoció el hecho de que el sexo anal en realidad era algo mucho más complejo de lo que la mayoría de las personas piensan.
Dorian jamás había estado con otro hombre antes, hasta esa noche y reparó en la gran diferencia del sexo con mujeres y con un hombre.
El sexo entre hombres le resultóas crudo, violento y hasta cierto punto morbido.
Preparado o no, el sexo anal debía de resultar ser algo totalmente chocante para cualquiera y más si se es su primera vez.
Decidió que a su opinión personal, le resultó incluso más divertido.
Tal vez era por la novedad, la adrenalina y el tabú, sin embargo también se dió cuenta de que en realidad era por Jules.
Le gustaba mucho el muchacho.
Dorian lo abrazó y luego empezó a besarlo.
Ambos se enjuagaron el jabón y luego de secarse y vestirse, bajaron a cenar.
A la mañana siguiente, Jules se despertó más temprano de lo normal y bajó a ver si Dorian ya estaba despierto, no le halló en su habitación así que decidió buscarlo por el resto de la mansión.
Luego de casi quince minutos de estarlo buscando por toda la propiedad, le encontró en el gimnasio haciendo ejercicios de calistenia y escuchando funk brasileño.
- Buen día Jules.
Le dijo Dorian quien ya había terminado.
El muchacho le saludó con la mano.
- ¿Y eso que estás despierto a esta hora?.
Le preguntó Dorian.
Jules encogió los hombros.
- Me resulta raro verte aquí a esta hora, usualmente te ejercitas por las noches.
Dijo el otro mientras tomaba una toalla para el rostro en la mesa del servibar.
Jules le miró extrañado.
- Te he visto ejercitarte por las noches después de llegar de la universidad, también haces calistenia... Al igual que yo. Pero yo a parte hago aparatos...
Le dijo el para luego sentarse en la banca y quedar frente suyo.
Jules le miró y luego sonrió.
- ¿Te duele mucho?.
Le preguntó Dorian.
Jules entonces se ruborizó al recordar la noche anterior y se puso de pie con la intención de irse, pero Dorian le sujetó por la muñeca.
- Me gustas Jules... Enserio.
Le confesó Dorian muy tranquilo.
Jules entonces suspiró.
- Las cosas entre nosotros... ¿Están bien?.
Le preguntó él.
El joven asintió.
Dorian sonrió.
La rutina de ambos continuó siendo la misma, así pues pasaron los días y ellos hacían el amor cada que podían, (Literalmente lo hacían casi a diario y de manera inconsciente Jules había asumido el rol de pasivo).
Lo que le gustaba a Dorian de Jules era que, el muchacho era demasiado masculino, no había nada de amanerado en su andar ni en sus movimientos, eso era lo que le llamaba la atención.
A simple vista, parecía completamente heterosexual, con la única obviedad de que al muchacho le gustaba estar solo y evadir al resto de las personas.
Excepto a Dorian, obviamente.
Y este último reparó en que Jules en realidad se llevaba bien con la gente cuando estás intentaban interactuar con el, ejemplo de ello eran sus propios amigos, quienes, seguido se les unían a la hora del almuerzo o si se encontraban con ellos en algún lugar.
Jules era introvertido, pero no antisocial.
A pesar de no hablar, sabía comunicarse de manera no verbal utilizando el lenguaje corporal de manera excepcional, sus gestos y expresiones eran bastante claras.
Aún así, ambos preferían pasar la mayor parte del tiempo solos, hasta que cierto día llegó.
La situación fue más o menos asi:
Mientras Dorian esperaba a Jules en el estacionamiento para ya irse a casa, apareció Michael, su amigo de toda la vida.
- Hola bro... ¿Que hay?.
Le preguntó este a Dorian.
- Hola Mike... Nada, estoy esperando a Jules.
Le dijo.
- Si, Oye... ¿Te puedo preguntar algo? Verás, es que... Bueno, Es que escuché por ahí que últimamente te han visto muy... Cercano con él, yo sé que es tu hermanastro y todo eso, pero a lo que los rumores dicen es que en realidad tú y el están saliendo... Ya sabes, que son novios y así.
Le dijo Mike.
Dorian alzó la ceja sorprendido puesto que jamás habían mostrado ninguna clase de afecto en público Jules y él.
- ¿Enserio? ¿Y?...
Preguntó él.
- Bueno, que no sabía que fueras marica...
Mencionó el otro.
La palabra marica hizo enfurecer a Dorian.
- Yo no soy marica, no digas pendejadas.
Le dijo de manera cortante.
Michael sonrió aliviado.
- Ya decía yo... Ya sabes cómo es la gente, bueno... Entonces, aclarado ese punto. ¿Quieres hacer algo está noche?.
Le preguntó Michael.
Dorian aceptó.
- Vale, entonces nos vemos en el Black Room a las diez...
Le dijo para luego desaparecer.
Dorian encendió un cigarro y vio a Jules aparecer con una montaña de libros de la biblioteca.
- ¿Si sabes que existe algo llamado Wikip*dia y Go*gle?.
Le preguntó Dorian riendo.
Jules asintió, Entonces Dorian estuvo tentado a ir a ayudarle con todos los libros, pero reparó en su grupito de amigos quienes les miraban del otro lado del estacionamiento, así que se abstuvo de ir a socorrer al otro.
Luego De que Jules hubiese metido los libros a la parte trasera de la camioneta, se subió del lado del copiloto.
Dorian encendió entonces la camioneta y se marchó de ahí a toda prisa.
Como iba muy serio Jules inmediatamente se giró para verlo, pero el otro le ignoró deliberadamente.
Al llegar a casa, Jules le sujetó la mano derecha y tiró de él con dirección a su habitación, pero Dorian se detuvo en seco y luego le miró de manera extraña.
- Estoy cansado, te veo después.
Le dijo, para luego irse a su habitación.
Jules se quedó ahí, totalmente perplejo.
Al anochecer fue a buscarlo para invitarlo a jugar videojuegos, pero encontró la habitación vacía.
Extrañado volvió a su habitación y sacó su teléfono para enviarle un mensaje.
"¿En dónde estás?".
El mensaje apareció como "Visto" y no obtuvo respuesta alguna.
Jules abrió Instagr*m y se metió al perfíl de Dorian, fue entonces que vio que el joven había compartido varias historias y al abrirlas, vio que estaba en de fiesta con sus amigos y Norma estaba abrazándolo y en otras fotos besándolo.
El alma se le cayó a los pies y sintió una creciente furia invadirle el pecho.
Inmediatamente apagó el celular y se quedó inmovil mirando el techo.
Al día siguiente, se despertó muy temprano y se dirigió a la universidad sin esperar al otro.
Dorian se despertó y se metió a bañar, se quedó pensando en lo que había hecho esa noche.
Había tenido sexo con Norma y ni siquiera lo había disfrutado, por qué todo el tiempo estuvo pensando en Jules.
Habia hecho algo malo, y lo sabía.
Se vistió, y fue a la cocina esperando encontrar a Jules, pero no le halló, así que se asomó al garage y vió que este ya se había marchado.
Sacó su teléfono y vio el mensaje de Jules que había dejado en visto, luego abrió sus r************* y vió las historias que había estado compartiendo y en todas aparecía Norma besándolo y colgada de él.
Entonces vió que Jules las había visto.
Jamás habia posteado ninguna foto con el.
Abatido, cogió las llaves de una Mercedes Benz y se dirigió a la universidad.
Estuvo toda la mañana buscando a Jules, pero no le encontró.
Al llegar la hora del almuerzo, le vio cruzar a toda prisa el estacionamiento y subirse a su camioneta.
Dorian corrió a toda prisa hacia el, pero el muchacho apenas lo vió y arrancó a toda velocidad dejándole ahí y desapareció por la Av.
Dorian le llamó varias veces, pero sus llamadas iban directamente al buzón de voz, cada segundo que pasaba se sentía más y más ansioso, frustrado y mal.
Estaba furioso consigo mismo.
Al llegar a casa, vio que la camioneta de Jules no estaba ahí, así que preocupado se puso a esperarlo hasta ya entrada la noche, pero para su sorpresa, el joven jamás llegó a dormir.
Al día siguiente, en la universidad, pudo ver la camioneta de Jules estacionada hasta el final del estacionamiento.
Así que el estacionó la Mercedes a lado de la Cayenne.
Apenas terminaron sus clases, Dorian salió disparado al estacionamiento ignorando deliberadamente a su grupito de amigos, quienes al verlo pasar intentaron llamar su atención.
Norma observó como Dorian le ignoraba a ella también y ni siquiera le había llamado desde aquella noche.
Dorian vió totalmente desanimado que la camioneta de Jules no estaba ya en aquel sitio.
Furioso subió al vehículo y de nueva cuenta condujo hasta la mansión, dónde para su sorpresa si estaba la Cayenne.
Rápidamente fue corriendo a la habitación de Jules y llamó a la puerta varias veces, sin obtener respuesta.
La puerta estaba cerrada bajo llave.
No durmió, esperando a que el otro saliera, sin embargo apenas se abrió la puerta y Jules le vió, el muchacho siguió su rumbo ignorandole.
Dorian inmediatamente fue tras él.
- Necesito hablar contigo y explicarte...
Le dijo, pero Jules ni siquiera pareció escucharle ya que se puso sus audífonos y luego tomó su mochila, se encaminó a la camioneta y se subió dando un portazo.
Dorian entonces golpeó la ventanilla del conductor sutilmente.
Jules le lanzó una mirada tan desagradable, que parecía que estaba mirando mierda, haciéndole sentir la peor basura del mundo.
El muchacho se echó en reversa y le dejó ahí, totalmente solo.
Llegó el fin de semana y Dorian se sentía más triste que nunca en toda su vida, extrañaba a Jules con toda el alma, el mismo había reconocido que lo había jodido todo sin embargo jamás imaginó que Jules fuese una persona tan fría e indiferente.
Extrañaba hacer el amor con el, salir con el, comer con el, jugar con el, charlar con él y ahora estaba ahí, sin él.
- Soy un reverendo pendejo.
Se dijo a si mismo totalmente abatido.