- ¡¿20 AÑOS?!.
Preguntó Dorian sorprendido tras hablar con el abogado.
- Así es. Eso será por el intento de homicidio.
¿Por qué no pudieron ir a la sentencia?.
Preguntó Gil.
- Exámenes... Dios. 20 putos años en prisión... Wow.
Exclamó el joven.
Habían pasado casi dos meses desde que Brad había intentado asesinar a Jules, el desafortunado joven se vio así mismo en un severo juicio en su contra ya que la opinión pública pesaba en demasia en su caso.
Los vídeos que Dorian había compartido en sus r************* se habían viralizado, dando pie así a un tema mediático que hasta había terminado en las noticias internacionales.
Jules y Dorian se habían mantenido al margen, no habían salido a dar ninguna declaración y fue entonces que, tras haber estado siendo acostados por la prensa, James había tomado la decisión de contratarles un equipo de seguridad como custodios.
Dorian y Jules se habían mudado a la casa de huéspedes y ambos mantenían excelentes notas académicas, resultando así, bastante complacientes con James.
Y este, había decidido proteger más a su hijo de los constantes ataques por parte del resto de su familia, que, al enterarse de la relación entre ambos muchachos, inmediatamente salieron a despotricar en contra de los dos.
Sobretodo Jaime y la abuela materna de Dorian, quien tampoco toleraba a Ana.
Al parecer, los cuatro años de luto que había guardado James a Olivia, no se le antojaban suficientes.
Esther, la abuela de Dorian, aprovechaba cada que tenía oportunidad, para intentar generar incordio entre ambos jóvenes.
Asegurándole a Dorian, que, Jules y su madre no eran más que un par de oportunistas interesados.
Jules sin embargo, se había mantenido a raya con aquellas opiniones de su familia política.
A pesar de que ya hablaba, aún era bastante reservado la mayor parte del tiempo y guardaba silencio por periodos prolongados.
A veces, Dorian y Ana se preocupaban de que el muchacho hubiese dejado de hablar de nueva cuenta, pero al preguntarle algo este les respondía con monosílabos.
Había estado yendo a terapia psicológica, la cual le había ayudado a disminuir los recuerdos y pesadillas que solían atormentar al joven de manera constante.
Al salir de clases, Jules se dirigió hacia su camioneta y como siempre Dorian ya le estaba esperando ahí.
- Tarde... Siempre sales tarde.
Dijo Dorian apenas verlo.
Jules encongio los hombros y luego se miró los pies.
- ¿Que te sucede?.
Preguntó el otro mientras se le acercaba y le sujetaba por la cadera.
- Es que... Antes cuando no hablaba, la gente simplemente me dejaba en paz.
Ahora... Todos quieren conversar conmigo sobre tí.
Respondió el mirando hacia atrás
Dorian sonrió de lado.
- ¿Te molesta hablar de mi?.
Quiso saber él.
Jules negó.
- No, lo que me molesta es que piensen que pueden acceder a ti a través de mi.
¿Por qué simplemente no se acercan a ti y te hacen conversación?. Literalmente dos chicas me han preguntado cual es tu color favorito.
Le dijo muy serio.
- ¿Y?.
Preguntó Dorian sin dejar de sonreír.
- Les he dicho que te gusta el color café... Tonalidad mierda, las dos se ofendieron y se marcharon.
Dorian echó a reír.
- Vale... Entonces café será, por si vienen a preguntarme. No quiero que la gente piense que eres grosero y a parte mentiroso.
Te había dicho antes, grosero eres... Pero no mientes nunca.
Bueno, a ellas si les has mentido y también mentiste a la policía cuando llegaron a ver qué había sucedido en el estacionamiento.
Jules asintió.
- No te confíes tanto de mi moral y honestidad.
Puedo mentir fácilmente cuando me conviene.
Así que...
Le advirtió él.
Dorian sonrió satisfecho.
- Hay una fiesta esta noche, pensé que tal vez querrías ir... No lo sé.
Sugirió Dorian mirando a Jules de reojo.
Este hizo una mueca pensando aquella oferta.
- ¿De quien es la fiesta?.
Preguntó Jules luego de una pausa prolongada.
- Pues... De hecho, es de una prima mía que si me agrada. Hoy cumple 19. Por eso te lo pregunto... ¿Quieres ir?.
Jules asintió.
Al llegar a casa, ambos chicos se metieron juntos a la ducha y aprovecharon para tener sexo.
Al salir del cuarto de baño, Dorian reparó en que había lastimado a Jules en la garganta, ya que últimamente se les estaba haciendo fetiche ciertas filias.
Estrangularse mutuamente era una de esas, un poco preocupado se le acercó al otro con la intención de verle mejor la garganta, ya que está se le estaba poniendo amoratada.
- Te lastimé...
Le dijo Dorian señalando las marcas de los dedos en la blanca piel del otro.
Jules se llevó las manos a la garganta y luego tragó saliva con dificultad.
- Deberíamos dejar de hacernos eso, un día de estos se nos podría pasar la mano.
Sugirió este mientras el otro asentía.
- ¿Te duele?.
Le preguntó Dorian, pero Jules negó rápidamente y fue al vestidor.
Los dos salieron muy bien arreglados con ropa de diseñador, y se fueron en el Ferrari F8 Spider de Dorian, ya que James se lo había obsequiado semanas después de haber regresado de aquellas vacaciones en el lago.
- ¿Te gusta California?.
Le preguntó Jules a Dorian mientras esté conducía a una velocidad considerable.
- Hmm... Me gusta por qué estás tu aquí. Antes no me gustaba en lo absoluto.
Reconoció el.
Jules sonrió enternecido.
Luego de media hora, habían llegado a un lujoso Club nocturno el cual era bastante famoso por reservarse el derecho de admisión, dejando a entrar solamente a personas muy importantes.
- No me gusta el clasismo.
Le recordó Jules a Dorian mientras ingresaban al club, dejando a atrás a un gran número de personas que esperaban en la fila.
- Ya lo sé, pero mi prima ha elegido este sitio por qué sale con el DJ... Cómo sea, nadie en la familia lo sabe más que yo.
Y eso es por qué me la he topado hace poco en el centro comercial, se estaba besuqueando con el en el área de comida rápida.
Al verme se puso pálida, no entiendo cuál es problema.
En estos momentos podría casarse con un indigente y a ningún miembr* de la familia le importaría, todos están más ocupados criticando y juzgando nuestra relación.
Explicó Dorian alzando la voz ligeramente ya que conforme avanzaban la música era cada vez mas ensordecedora.
Jules asintió comprensivo.
Entonces llegaron a la parte VIP e ingresaron.
Dorian se acercó a su prima y le tiró ligeramente del cabello para llamar su atención, ella se giró molesta y al verlo inmediatamente sonrió.
- ¡PERO SI MI PRIMO MAS GUAPO ESTA AQUI!... ¡Ah! No, definitivamente está más guapo mi nuevo primo político. Jules... Enserio que guapísimo estás.
Les dijo Hailey mientras les saludaba de beso a cada uno.
Jules le dedicó una sonrisa franca y luego Hailey empezó a presentarle a aquel par a todos sus amigos y amigas quienes les miraban embelesados.
Jules empezó a beber tequila junto con Dorian y al cabo de un rato los dos estaban bailando en un rincón cada vez mas excitados.
- Pero que maldito desperdicio de testosterona... Mira nada más que hombres por Dios...
Dijo una amiga de Hailey quien al igual que el resto de chicas, miraban decepcionadas a la pareja.
- Es que no sé quién está más bueno... Ay es que son tan distintos los dos.
Dijo otra mordiéndose el labio inferior.
- Y mira esas espaldas... Y esas nalgas.
Dijo otra.
- Los brazos, y las piernas.
Mencionó otra más.
- Dejen ustedes eso, ¡ESOS ROSTROS!...
Chilló una.
- ¡A VER! ¡YA! ¿Pueden calmarse todas?... Son mis primos, dejenles en paz. Respeten, tengan un poco de descendencia.
Exclamó Hailey bastante molesta ante aquel acoso.
Todas las chicas suspiraron bastante decepcionadas.
- Jamás había deseado ser hombre tanto como está noche, así tal vez pudiese tener aunque sea una mínima posibilidad.
Dijo una de ellas muy apesadumbrada.
Todas echaron a reír tan fuerte que Dorian y Jules se giraron para ver que sucedía.
- Nos miran... ¿Deberíamos separarnos?.
Le preguntó Jules al otro.
- ¿Por qué?.
Cuestionó Dorian para luego sujetar a Jules por la cintura y después besarle apasionadamente.
- Quiero ir a orinar.
Anunció Jules.
- ¿Te acompaño?.
Preguntó Dorian, pero el joven inmediatamente negó.
- Ni que fuésemos chicas para ir "juntitos"....
Respondió Jules mientras se encaminaba a los sanitarios.
Ya cuando iba de regreso, se topó con Norma, quien al verlo le lanzó una mirada emponzoñada.
- Ya veo que dejan entrar a la gentuza en este lugar...
Dijo ella en voz alta.
Entonces Jules reparó en la presencia de la chica y le miró sonriendo.
- Ah... Eres tú. ¿Tienes algún problema conmigo Norma?.
Le preguntó él.
- Ja... Es increíble como llegaste fingiendo no hablar y ahora hasta te atreves a dirigirme la palabra a mi.
Espetó la chica.
- ¿Y por qué no me atrevería a hablarte?. ¿Que tienes de especial que te haga mejor que el resto?.
Le preguntó él.
Norma entonces apretó los labios, tenía que reconocer muy a su pesar, que Jules era estúpidamente guapísimo.
- Eres un falso y mentiroso, oportunista...
Sentenció aquella con rencor.
Jules alzó las cejas impresionado.
- ¿Estás molesta conmigo por qué Dorian y yo somos novios?... ¿Te molesta saber que vivimos juntos, dormimos juntos y estamos juntos todo el tiempo?... ¿Enserio me odias solo por qué tú querías estar con el?.
Yo no hice nada realmente, las cosas simplemente se dieron.
- Eres un desviado, ojalá Brad no hubiese fallado el tiro.
Lanzó ella.
Jules entonces se acercó más y más a ella hasta quedar a escasos centímetros, luego pasó la mano derecha por la cintura de la chica y la pegó a su cuerpo.
Norma abrió los ojos totalmente sorprendida, pudo oler el delicioso aroma del joven, sentir su calor y su pulso bombeando con fuerza debajo de esos fortísimos y duros músculos.
Ella alzó la cabeza totalmente perpleja y pudo oler el ligero aroma a alcohol mezclado con menta en el aliento del muchacho.
Quien la miraba desde arriba con perversidad.
- ¿Enserio me odias a ese nivel Norma?.
Le preguntó el con voz grave.
La chica sintió que las piernas le temblaban por los nervios, de repente se sintió confundida.
- Si realmente supieras por qué Dorian prefirió estar conmigo en lugar de estar con cualquier otra persona, tu también ya estarías muy enamorada de mi.
Le dijo Jules al oído.
Norma entonces se dió la media vuelta y se fue corriendo asustada.
Jules alzó la vista y vio a Dorian, quien le miraba divertido y riendo.
- No se que le dijiste, pero la asustaste y a la vez la excitaste.
Jules encogió los hombros riendo también.
- Quiero cogerte otra vez .
Le dijo Dorian cuando le tuvo cerca.
- ¿Y si ya nos vamos?.
Sugirió Jules.
Dorian asintió.