Dorian se despertó al despuntar el alba, el joven se sentó y vió que Jules no se hallaba a su lado, este se puso de pie y bajó rápidamente al piso inferior, no estaba.
Entonces salió al exterior, y vio a lo lejos en el muelle al joven sentado mirando el amanecer.
Dorian aceleró el paso y rápidamente fué hacia el muchacho y se sentó a su lado, mientras el otro permanecía mirando el horizonte.
- Estás... ¿Estás bien?.
Preguntó Dorian mirando el perfil derecho de Jules.
El joven le miró y asintió.
- ¿Seguro?.
Preguntó Dorian.
Jules de nuevo asintió y luego le señaló el amanecer con el dedo índice.
Dorian se descompuso, temeroso de que Jules de nuevo hubiese dejado de hablar.
- Estoy bien. Es solo que me gusta ver cómo el sol se va alzando poco a poco, tan incandescente que se vuelve imposible de mirar.
Respondió Jules con voz grave y queda.
Dorian observó como la nuez del muchacho subía y bajaba cada vez que hablaba, la punta de la perfecta nariz también se movía ligeramente cuando el joven articulaba palabras.
Dorian sonrió emocionado, le gustaba mucho el Jules que hablaba.
- ¿Cuál es tu color favorito?.
Le preguntó Dorian de repente.
Jules le miró de reojo y luego sonrió tímidamente.
- El gris... Cómo los días nublados. ¿Y el tuyo?.
Respondió él.
- El azul real.
Contestó Dorian mirando los azules ojos del joven.
Jules sonrió, puesto que ese era exactamente el color de sus ojos.
- ¿Y tú canción favorita?.
Le preguntó Jules.
- Supongo que... Seven Seconds de Neneh Cherry y Youssou N'Dour. ¿Y la tuya?.
Jules alzó las cejas impresionado de que Dorian escuchase canciones que no pertenecían a su generación.
- Pues... Desert Rose de Sting.
Respondió Jules.
- ¿Y tú película favorita?.
Quiso saber Dorian.
- Hmm... Creo que, The Shape of Water, de Guillermo del Toro.
Reconoció Jules.
- Ah si, la prota no habla. ¿Es la que se enamora del hombre anfibio?.
Quiso saber Dorian sonriendo.
Jules asintió.
- ¿Cuál es la tuya?.
Preguntó este.
Dorian echó a reír.
- Bueno, es que te vas a reír de mi.
Le aseguró él.
Jules negó inmediatamente.
- Anda... Ya dime.
Instó Jules.
- Bien... Spiderman, la primera de todas. La de Tobey Maguire.
Jules empezó a reír.
- ¿Enserio?.
Dijo este.
- ¿Ves?... Dios, no debí haber respondido esa.
Hubiese estado mejor que respondiera Bastardos sin Gloria de Quentin Tarantino.
Musitó Dorian.
Jules rompió en una fortísima carcajada, dejando a Dorian fascinado ante aquella maravillosa risa.
La risa de Jules era contagiosa y muy bonita.
- ¿Que?.
Preguntó Dorian algo atontado por la risa del otro.
- Es que... Es que me causa gracia que te quieras hacer el duro conmigo. Spiderman es una muy buena película, además deja un gran mensaje.
- ¿Cuál? ¿Lo de "Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad Peter?".
Preguntó Dorian, pero Jules negó rotundamente.
- No... Que jamás, NUNCA, uno debe enamorarse de una pelirroja exageradamente atractiva y menos si se tiene a un Harry como amigo.
Respondió Jules, haciendo que Dorian riera.
- Yo vendría siendo Harry, ¿Verdad?.
Inquirió Dorian.
Jules lo meditó y luego asintió.
- Si, lo bueno que en este spiderverse, este Harry es muy homosexual. En dado caso me preocuparé si en algún momento llegamos a conocer a un chico pelirrojo bastante guapo.
Aseguró Jules, entonces ambos muchachos estallaron en una carcajada.
- Bueno, por si te lo llegaras a preguntar en un futuro, jamás... NUNCA... Me volveré a interesar en nadie más.
Eres por mucho la persona más hermosa, inteligente, noble, leal y buen amigo que he conocido en toda mi vida.
Además eres terriblemente sexy y cojes muy rico.
Aseguró Dorian muy contento.
Jules entonces enderezó la espalda ya que ésta, había comenzado a arderle por estar encorvado.
- ¿Te gusta como cojo?.
Le preguntó este mirándole con atención.
- Uy si... Es que te mueves muy rico y... Bueno, eres muy sexy cuando lo haces, tus movimientos y expresiones son muy sensuales.
Si no fuera por mi autocontrol, me vendría prácticamente apenas empezamos.
Por lo regular intento pensar en otras cosas mientras lo hacemos, por qué si te miro y pongo toda mi atención en ti, me vendría de inmediato.
Reconoció Dorian haciendo que el otro riera.
- Bueno... Jamás lo he hecho con nadie más que contigo, pero me gusta muchísimo como cojes tu también.
Aseguró Jules mirando al otro de manera intensa.
Ambos muchachos apenas iban a darse un beso cuando de repente el teléfono de Dorian empezó a timbrar.
El muchacho vió que era su padre, decidió responder la llamada y puso el altavoz para que Jules escuchase.
- Hoy mismo llegamos, y vamos directamente a dónde ustedes están.
Gil irá conmigo, quiero que nos digas en este momento, exactamente que fue lo que sucedió ayer por la noche.
Me ha llamado Jaime diciendo que has agredido a su sobrino, que le arrojaste una piedra a la cabeza y le has enviado al hospital.
Le dijo James apenas el muchacho respondió la llamada.
- Hablaremos cuando llegues.
Respondió Dorian para luego finalizar la llamada y después puso el teléfono en modo avión.
- Bueno, al parecer el imbécil de Brad quiere hacer las cosas a la mala.
Expresó Jules mirando al otro fijamente.
- Así es... No dudes que haya logrado convencer a sus amigos para que diga que fuimos nosotros quienes les agredimos.
Por eso...
Dijo el joven mostrándole un video de como los amigos de Brad reconocían haberles agredido y declaraban no saber que Brad portaba un arma y mucho menos querían asesinarles.
Jules sonrió.
- ¿Sabes que es lo mejor de todo?... Que el estacionamiento donde sucedió todo, está justo en frente de una licorería, y...
Dijo él esperando que Dorian terminara la frase.
- Hay cámaras.
Finalizó Dorian muy contento.
Jules asintió.
Dos horas más tarde, ambos muchachos se hallaban hablando con el dueño de la licorería.
Era un hombre ya entrado en años, totalmente calvo y enorme barriga.
- Así que quieren las grabaciones.
Les dijo el hombre repitiendo la petición de los jóvenes.
Tanto Jules como Dorian asintieron.
- Si por favor señor, ahí se muestra nuestra inocencia... Le pagaré lo que usted me pida.
Le dijo Dorian.
El hombre sonrió de medio lado y luego les hizo señas para que le siguieran a la parte trasera del negocio.
Entonces llegaron a una oficina y dentro de ahí había un monitor y se podía ver toda la calle y también el estacionamiento.
- ¿A qué hora fue?.
Les preguntó el señor.
- Como a las 12:30 de la noche.
Respondió Jules.
El hombre empezó a rebobinar las grabaciones hasta la hora y fecha indicadas por los muchachos y en efecto, se veía claramente cuando ellos llegaron al lugar huyendo y luego cuando los otros les dieron alcance, en la grabación se podía ver absolutamente todo lo que había sucedido con bastante nitidez.
- Que buena resolución tiene su camara de circuito cerrado señor.
Dijo Dorian muy satisfecho.
El hombre sonrió muy orgulloso.
- Y todo gracias a mi nieto que tiene más o menos tu edad.
Respondió el hombre.
- ¿Cuánto quiere por las grabaciones?.
Preguntó Dorian.
El hombre le miró sorprendido.
- ¿Cómo crees muchacho? Llévatelas, son todas tuyas.
Dorian negó inmediatamente y luego sacó de su mochila un fajo de billetes de 100 dólares.
- Tenga.
Le dijo el muchacho dandoselo en la mano y el hombre inmediatamente se lo regresó.
- Que no, te digo que NO, no seas testarudo niño. No me hace falta el dinero. Anda, descarga las grabaciones en esta USB y envíasela a tus abogados.
Dorian y Jules sonrieron y posteriormente obedecieron al hombre.
Ya por la tarde llegó James, seguido de Ana y Gil (Su abogado).
- Te están culpando de intento de homicidio por haberle arrojado esa maldita piedra.
Le dijo James apenas entró a la cabaña, mientras Ana y Gil le seguían por detrás.
Tanto Jules como Dorian se miraron sorprendidos.
- Y tienen muchos testigos.
Les advirtió el abogado.
Dorian sonrió y se puso de pie, para luego darle la memoria USB.
- Aquí está lo que en verdad sucedió... Y por si acaso ya posteé en mis cuentas los vídeos.
Vámonos Jules.
Dijo Dorian mientras el joven se ponía de pie siguiendo al otro y al ver a su madre le dió un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.
Luego se detuvo en seco y se giró hacia James y Ana, les miró fijamente y luego carraspeó para aclararse la garganta.
- Mamá, quiero hablar contigo más tarde, también contigo James... Es importante, pero ahora debo ir con Dorian.
Le dijo Jules para luego dar media vuelta e ir detrás del otro quien ya le esperaba impaciente en el interior de la camioneta, dejando al matrimonio boquiabiertos.
James entonces se dió cuenta de que Ana se estaba desmayando por la impresión.
- ¡Ana!.
Dijo este alcanzando a sujetarla y evitar que está cayera estrepitosamente al suelo de madera.
Dorian sonrió al ver la reacción de la mamá de Jules.
- Tu mami se acaba de desmayar.
Le dijo apenas el muchacho se subía a la camioneta del lado del conductor.
Jules vió como su padrastro le abanicaba el rostro a la mujer quien yacia inconsciente en sus brazos.
- Ya te lo decía yo, que a mí madre le iba a dar algo al escucharme.
Vamos por unas cervezas y unas costillas en BBQ.
Respondió Jules sonriendo.
- Creo que aún no se enteran de nuestro noviazgo.
Dijo Dorian sin dejar de mirar a su padre.
Jules asintió.
- Lo sé, por eso quiero hablar con él más tarde.
Bueno... Vámonos.
Le contestó este para luego echarse en reversa y dirigirse al pueblo.