Rescatando El olvido

6 meses y contando

Al día siguiente Noelia se despertó, sintió las nauseas de inmediato y luego salió corriendo hasta el baño donde descargó todo. Se tomaba con fuerza del W.C mientras el pecho y la espalda se arqueaban. Ella pensó que sería de las afortunadas que no tendría nauseas, pero parece que no, si el embarazo aún no se notaba, ella si lo sentía. 

Estuvo un buen rato en el baño y al salir Roy entró por la puerta de la habitación, con la ropa deportiva puesta y se quitó los auriculares. 

― ¿Todo bien? 

―Las nauseas llegaron.― Habló y luego se fue a la cocina para tomar un poco de agua que en seguida le cayó mal.― Creo que necesito algo más. 

Roy la abrazó por detrás de la espalda y le beso la nunca.― Hoy iremos a conocer a nuestro bebé y le pediremos consejos al pediatra. 

―Lo sé, pero mientras.― Y dejó el vaso sobre la mesa y salió de nuevo al baño. 

El cantante la acompañó al baño y entró junto con ella, la ayudó a ponerse de pie y con una toalla mojada le limpió el rostro. 

―Estaré contigo durante esto y después… no puedo esperar para conocerlo o conocerla. 

―Roy.. sin ilusiones. 

―Lo sé mi Noé, pero no lo puedo evitar. Tú sabes que siempre quise tener una familia contigo y ahora se está haciendo realidad, sólo prométeme que cuando sepamos que todo está bien podré gritar a los cuatro vientos que seremos padres. 

―En un concierto si gustas, pero hasta que todo está bien y sepa que nacerá sano y fuerte. 

―Un concierto será… ahora ¿te apetece algo de desayunar? Mi bebé necesita alimentarse. 

―¿Bebé? 

―Hablo de el que está dentro de tu vientre… pero puedo llamarte bebé si gustas. 

―No está bien… vamos, creo que puedo comer algo y retenerlo en el estómago. 

Después de el almuerzo que prácticamente fue fruta para Noelia, ambos se dirigieron con todos los nervios a flor de piel al doctor para hacer el primer ultrasonido y ver a su bebé. Entraron discretamente por el estacionamiento y Noelia notó que todo el consultorio estaba vacío.

―Tenía que tomar precauciones, no quiero que la noticia se cuele antes de que yo pueda gritarla en un concierto.― Le dijo y ella sonrió feliz. 

―Me encantan las ventajas de ser amada por una estrella internacional.

―Y aún no sabes las sorpresas… no querrás dejarme nunca.― Bromeó Roy. 

―Sabes que no tienes que darme todo esto para que te ame, sería feliz con…

―Una habitación con cuatro paredes, pero yo te puedo dar más… mejor entremos al consultorio y veamos a nuestro bebé ¿quieres? 

―Está bien. 

Ambos pasaron al alegante consultorio donde todo estaba listo para ver al bebé. Noelia tuvo este recuerdo cuando de cuando entro a urgencias y el mismo aparato estaba encendido frente a ella; esa vez no escucharon el corazón de su bebé. 

―Roy, creo que deberías esperar afuera, no quiero que te ilusiones. 

―No, me quedo contigo, buenas o malas noticias, estaré a tu lado.― Y le tomó la mano para ayudarla a subir a la camilla. 

―Ok.― Murmuró ella. 

La doctora entró por la puerta y al ver a Roy sonrió. 

―Cuando me dijeron que Roy Casablancas estaba en mi consultorio no lo podía creer.

―Pues créalo. 

―Será un honor ser su doctora durante este embarazo, he firmado el contrato y todo queda en confidencialidad. 

―¿Un contrato? ¿En serio? ― Preguntó Noelia. 

―Soy Roy para ti, pero para el resto de las personas todo lo que puedan saber de mi es sumamente importante así que básicamente tengo contratos para todo, y cuando digo todo es todo. 

―No sé si quiero averiguar eso antes… ― Murmuró Noelia y luego sonrió. 

―Bueno, ¿listos para ver a su bebé? 

Noelia tomó un respiro enorme y asintió con la cabeza, se descubrió el vientre y sintió el gel frío sobre la piel erizándola de inmediato. Después, tomó con fuerza la mano de Roy mientras cerraba los ojos. 

―¿Cuántos meses dices que tienes? 

―La prueba dijo que 12 a 13 semanas. ― Habló Noelia. 

―Ok, 12 a 13.― Repitió. Escribió los datos y luego comenzó a revisar el vientre moviendo de un lado para el otro el transductor sin embargo, aún no se escuchaba nada. 

―¿Todo bien? 

―Un momento.― Habló 

Repentinamente se vio una cosita negra, como si fuera un huequito, dentro y Roy sonrió. 

―Este es tu bebé Noelia.― Le dijo y ella abrió los ojos para ver a su pequeño. 

―¿Esta bien? 

―Está perfecto, vamos a escuchar su corazón ¿Quieren? 

Unos minutos después el corazón del bebé de ambos invadió la habitación y les hizo sonreír. Era verdad. Serían padres. 

―Es tan hermoso. 

―La mejor melodía que he escuchado en mi vida.― Dijo Roy mientras sentía como las lágrimas corrían por sus mejillas―¿Ya podemos saber qué será? 

―No, aún no señor Casablancas.― Dijo ella entre risas.― Pero pronto. 

―Lo importante es que está ahí y que no se ha ido. 

―No se irá, no te preocupes. Estoy segura de que el bebé se cogió fuerte y llegará a término. 

―Yo también lo creo.― Murmuro Roy. 

Ambos se quedaron viendo al monitor y él le dio un beso sobre los labios.― Nueve años y ahora en menos de dos tenemos un perrito y ahora viene un bebé. Si ese no es destino, entonces no sé que será.― Murmuró Roy. 

―Te amo.

―Yo te amo más. 

―Trata de quedarte reposando por estas semanas, al menos hasta que regreses a tu próximo ultrasonido, nada de emociones fuertes, ni cargar pesado, todo tranquilo, té y mucho amor… y duerme. 

―Pero aún tengo mucha energía.― Replicó ella. 

―Hazlo, te lo recomiendo y tu Roy, consiéntela mucho. 

―No dudes que lo haré.

Después de que se terminó la consulta, ambos salieron discretamente hacia el estacionamiento donde la camioneta de Roy les esperaba, se subieron y ella sacó la fotografía del ultrasonido de su bolso y lo vio. 

―Nunca había tenido una.― Murmuró feliz mientras la acariciaba. 

―Ni yo. ― Y tomó su mano.― Este es el segundo momento que compartimos juntos desde cero y... no lo puedo creer. Seré papá, seremos padres y esta es la fuente de inspiración más grande que tenemos los dos. 

Noelia besó la foto y miró a Roy.― Dime que es momento para ilusionarnos Noe, dime que puedo sentir en mi alma que seré padre y que pronto sostendré a ese bebé entre mis brazos. 

Ella le dio un beso sobre los labios y tomó sus manos.― Está bien, ilusionémoslos Roy, pensemos que en ocho meses seremos padres de un niño o una niña y que llegará a alegrar nuestras vidas. 

―Me parece perfecto amor mío… porque hoy pienso darle la noticia a mis papás. 

―No puedes esperar más ¿Cierto? 

―No, ya no… esto es todo lo que he deseado y es algo que sé los va a emocionar. 

Ella sonrió ligeramente y luego se puso la mano sobre el vientre se sentía feliz, pero eso quería decir que no podría viajar a vista a su tío, a la única persona con la que pudiera compartir esta noticia, el único familiar de sangre que posiblemente podría interesarle. Noelia sería madre pero ¿una buena? ¿Cómo sabría serlo si nunca había tenido una? 

―¿Qué te preocupa? ― Preguntó Roy de inmediato. 

―Nada. 

―Vamos Noe, tienes esa mirada… ¿qué te preocupa? 

Noelia negó con la cabeza con una sonrisa―¿Cómo lo sabes? 

―Te leo, esos hermosos ojos dicen todo ¿qué te preocupa? 

―Que no sé si seré buena madre, nunca tuve un modelo. Mi vida pasó entre trabajadoras sociales y una que otra religiosa, pero no madres. 

―¿Ni siquiera de la familia Foster? 

―No estuve tanto tiempo como para que me enseñaran. 

Ambos bajaron de la camioneta y subieron al piso de Roy. Al cerrar la puerta él la tomó de la mano y la sentó sobre el sofá. 

―Yo, tampoco sé lo que es ser padre.

―Pero al menos tuviste una familia, yo, ni siquiera sé lo que es eso… soy muy nueva en esto.

―Mi Noe, ya somos una familia. Desde el momento en que concebimos a este bebé ya lo somos… y aprenderemos juntos todo… y tendremos mucha ayuda de mi familia, tu familia, la nuestra. 

 ―Con eso me tranquilizas bastante. 

―Eso es bueno… estoy aprendiendo a ser novio, sólo me falta esposo y padre… pero lo mejor, aprender a ser pareja. 

―Te amo Roy Casablancas, nunca cambies. 

   ―¡Jamás! si en nueve años no lo hice, no lo haré ahora. El único cambio que quiero es de “S” a “C” 

―No entiendo. 

―De Soltero a casado.―Le aclaró y después le dio un beso tierno sobre los labios.― Seis meses y contando. 

―Seis meses y contando.