Rescatando El olvido

La noticia

Noelia jamás pensó que algún día tendría que hacer un anuncio como el que estaba a punto de hacer junto con Roy, por lo que no tenía ni idea de cómo lo diría y mucho menos sabía como los padres de él reaccionarían. Luego se puso a pensar en cómo lo tomarían sus admiradoras al enterarse y de las miles de teorías que harían sobre eso, por lo que agradeció que Roy hubiera tomado todas las medias preventivas para "esconderlo" y vivir un embarazo tranquilo. 

Llegaron a la ya conocida cada de los padres de Roy y al abrir la puerta Roger lo abrazó feliz. Eran como ver a dos gotas de agua, aunque era verdad el hermano gemelo tenía el cabello un poco más claro y contaba con un lunar en la mejilla que los distinguía uno del otro, aunque no había duda de que tal vez había una que otra admiradora despistada que le hubiera pedido un autógrafo a Roger pensando que era Roy. 

― Cuñada, cuñada... tan guapa como siempre.― Comentó feliz mientras la abrazaba. 

Una característica de la familia de Roy es que a todos les gusta abrazar y lo hacian tanto como podían, por lo que ahora Noelia comprendía porque Roy era así con sus admiradoras. 

―Hola Roger ¿cómo te ha ido? 

―No me quejo, eso de ser el imitador oficial de Roy Casablancas paga bien.― Bromeó y luego se rió a carcajadas. 

―Sabes que podrías hacerlo ¿no? Y de verdad ganarías mucho dinero. 

―Es mi plan de retiro.― Contestó y le cerró el ojo a Noelia. 

Ambos entraron sonrientes y se dirigieron a la cocina donde se encontraban reunidos los otros miembros de la familia. Entraron poco a poco hasta que ellos los vieron y como siempre se acercaron felices para abrazarlos y darles la bienvenida. La madre de Roy besó la mejilla de su hijo como si no lo hubiera visto en años y su hermana fue directo a Noelia para después abrazarla. 

―Bienvenida Noelia digo, cuñada.― Corrigió y luego sonrío.  

―Gracias, me encanta venir aquí. 

―Y a nosotros tenerte aquí.― Respondió el padre que la abrazó para luego invitarla al jardín que ahora está más cálido. 

Esta era la segunda vez que Noelia iba a esa casa y debía admitir que ahora tenía una perspectiva diferente sobre ella. Ya no se sentía una extraña sino más bien como parte de la familia y sabía que ahora se podía poner de pie e ir a donde le placiera sin que tuviera que pedir permiso como anteriormente lo hacía. 

―¿Cómo has estado Noe? ― Preguntó su suegra interrumpiendo sus pensamientos.― Escuchamos que el juicio de tu ex- editora será pronto y que los otros escritores irán a apoyarte. 

―Sí, aceptaron dar su declaración por fin y podrán enfrentarla a ella y a Sohet. Para ser honesta quisiera no hacerlo pero parece ser que es la única forma de que se haga justicia, así que ahí estaré. 

―Estaremos.― Corrige Roy seguro.― No dejaré que esto se escape de las manos. 

―Y ¿haz pensado sacar algún libro sobre ello? ― Preguntó Carlos un poco más animado. 

―Por ahora el escribir libros ha quedado en pausa.― Confesó la autora. 

―¿Falta de inspiración? ― Preguntó Lucía de inmediato. 

―No, la inspiración siempre está, sólo quiero tomarme un descanso ¿saben? He pasado los últimos años escribiendo sin parar y haciendo promoción de un lado al otro. Por ahora me gustaría quedarme en casa y aprovechar mi tiempo para hacer otras cosas, enfocarme en otra situación.

Roy al escuchar eso sonríe y sabe que es el momento para darle pie a la noticia que han venido a decirles personalmente. 

―Bueno Noe, pero hacer promoción por hermosas ciudades tampoco debe ser tan malo ¿o sí? ―Preguntó Fernando.

―No es que no quiera hacer la promoción, lo que pasa es que en unos meses ya no podrá hacerla con tanta libertad.― Interrumpe Roy y todos se quedan en un silencio tan profundo que Noelia podría jurar que se escuchaban las olas del mar a lo lejos. 

Pareciera que la familia de Roy comprende el mensaje pero no puede asimilarlo, así que Noelia decide hablar.― No podré hacer promoción Fernando porque tu hermano y yo estamos esperando un hijo que nacerá a finales del verano.― Dijo y puso la mano en su vientre como seña de que ahí, en ese lugarcito, vivía su bebé. 

―¡Ay Dios! Y yo abrazándote tan fuerte.― Expresó Roger haciendo que todos explotaran de emoción. 

―¿Seré tía? ¡Seré tía! ― Grito Lucía y todos comenzaron a felicitarlos. 

―¡No lo puedo creer! ― Decía la madre de Roy mientras besaba a su hijo y acariciaba su rostro emocionada.― Seré abuela ¡Seré abuela! ¿Escuchaste? ― Y diciendo eso volteaba a ver a su marido. 

―Y ¿la prensa? ― Interrumpió Carlos ―¿Le dirán? 

―Bueno, Noelia y yo hemos decidido mantenerlo lo más en secreto posible, por lo que no vendremos a vivir a un piso aquí, además así estaremos cerca de ustedes y lejos del caos de la ciudad.― Contestó Roy. 

El padre se acercó a ella y la abrazó.― Gracias Noelia por traernos la mayor felicidad del mundo y sobre todo, gracias por hacer que nuestro hijo esté más cerca de nosotros. 

―No tienen que agradecerme, al contrario, gracias a usted, a todos, por darme la bienvenida a la familia. Yo, jamás he tenido una y ahora ustedes me han adoptado y no puedo estar más feliz. 

―Es un placer... y ahora que tendrás a mi nieto o nieta, nosotros somos los que te agradeceremos. 

―Gracias. 

En eso el móvil de Noelia sonó y todos voltearon a ver a su bolsa.― Debe ser Yess, ya sabes que ahora me tienes más checada que nada.― Bromea ella mientras busca el móvil en su bolsa y al tomarlo sale de ahí. 

Se aleja un poco hacia el jardín y al ver la pantalla con un número que no conoce deja que este suene para que después se corte la llamada. 

―Seguro que debe ser algo de publicidad o tratando de venderme algo.― Comentó y al darse la puerta éste volvió a sonar. 

Lo vio por un instante y luego lo contestó.― ¿Diga? 

El silencio se hizo por un momento pero ella sabía que había alguien al otro lado, por lo que insistió―¿Diga? 

―¿Amira? ― Escuchó. 

―Lo siento, está equivocado.― Contestó la escritora. 

―No, no lo estoy, tu nombre es Amira, yo... soy tu tío.