Salió del invernadero, buscando a la pareja en el comedor. Tampoco los encontró allí. Subió corriendo la amplia escalera, hacia el salón de baile. Casi había llegado, cuando vio que el amigo del Marqués, el Capitán Johnny Gerrard, venía hacia ella. —Hola, lady Melsonby— dijo—. La he estado buscando. —¿En dónde está mi esposo?— preguntó Perlita, casi sin aliento. —Eso venía a decirle— contestó el Capitán—. Ivon la buscó y al no encontrarla, le dejó un mensaje conmigo. Recordó que tenía una cita en el club. Espera que no se moleste usted con él y me ha pedido que la acompañe a la casa cuando usted esté lista para marcharse. —¡Ha ido al club!— repitió Perlita, con torpeza, comprendiendo que era una simple excusa. Sabía adónde había ido el Marqués. Sabía con absoluta certeza que se había