Narra Camille: Está ya oscureciendo cuando llegamos al rancho, y el camino, a pesar de ser de cuatro horas con el atasco de la hora pico, no ha sido suficiente para Alice, quien todavía sigue abordándome con todo tipo de preguntas, buscando sacar toda la información que se ha perdido en un mes. Suspiro aliviada al estacionarme en el frente, y nunca creí que añoraría llegar a casa, tanto como hoy. Alice es un amor de persona, pero a veces puede llegar a ser una piedra en el zapato y con el tema de Richard, está ansiosa por conocerle. —Así que este es el famoso OakDale… —dice, cuando se baja del auto, contemplando todo el lugar. —Sí, ven y te muestro el interior. Desde que nos conocimos en la universidad hace años, hemos creado una amistad muy bonita que se ha fortalecido con el paso