REINO FAE DE MYSTRALYS En una callejuela abarrotada de la Ciudad Real, específicamente en la infame zona roja, donde el ambiente parecía estar impregnado de secretos y desesperación, se encontraba un Fae cubierto por una capucha oscura y desgastada. Esa calle angosta era uno de esos lugares donde los Fae de rango bajo frecuentaban, un rincón olvidado del glorioso reino de Mystralys, conocido por su brillo y esplendor, pero en donde hay mucha luz, siempre existirán las sombras. El encapuchado estaba frente a un puestito de frutas y fingía examinar lo que vendía aquel modesto puesto, con sus dedos largos y elegantes rozaba la superficie de una manzana bastante roja. El aroma dulzón de la fruta madura contrastaba con el hedor a miseria que impregnaba el callejón. Mientras ese Fae misterioso