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1129 Words
La alarma sonó por toda la sala de estar y me desperté de inmediato para apagarla, no quería despertar a Pedro, aún faltaba una hora para que se despertara y no quería molestarlo, ya le había quitado mucho tiempo cuando llegué y me dio un pequeño tour. Anoche me había dejado algo de cena y lo encontré profundamente dormido en su habitación, su trabajo era muy exigente, debía hacer fuerza, mover cajas por aquí, cajas por allá, pero era muy bien remunerado. Me levanté del sofá, que era mi cama momentáneamente y me fui directo al baño para arreglarme, al estar prácticamente lista, hice desayuno para Pedro y para mí, además, preparé un recipiente con frutas picadas, esta vez no iba a castigar a mi estómago saltándome las comidas como lo hice ayer. Masajee un poco mi tobillo que seguía adolorido, antes de ponerme los tacones negros que hacían juego con mi falda negra y la blusa blanca. Le di un vistazo a mi teléfono, tenía mensajes de mi madre, con lo cansada y distraída que llegué anoche olvidé responderle, salí del edificio mientras la ponía al tanto de mi primer día de trabajo, evitando las partes del jefe malvado, las horas sin comer, mi tobillo lastimado y el hermano de mi jefe que tenía el corazón roto, pero que resultó ser el más gentil y bondadoso, bloquee mi teléfono cuando me dio la bendición, levanté la vista y mis ojos se abrieron de par en par con desconcierto, al ver a Jayden recostado en el Rolls Royce n***o que estaba estacionado frente a la puerta del edificio. - Buenos días, Jennifer. -dijo con una sonrisa que le llagaba a los ojos, le di una rápida y disimulada mirada, llevaba puesto un traje n***o con camisa blanca impecable y una corbata color plomo con líneas blancas muy finas, bajo el sol se veía mucho más atractivo de lo que ya es y las mujeres que pasaban cerca de él no podían evitar observarlo como si fuera una celebridad. ¿Qué hace aquí tan temprano? - Buenos días, ¿acaso estuvo toda la noche ahí? –pregunté confundida, pero sobretodo sorprendida, soltó una pequeña risa antes de hablar. - Cómo cree, seré de todo, pero no soy un psicópata. -dijo divertido y enarqué una de mis cejas, ¿cómo le decía que parecía uno con solo estar tan temprano afuera de mi edificio y sin avisar? –Ya sé, ya sé que estás pensando que sí parezco uno. -solté una risita cuando adivinó mis pensamientos. -No me malinterpretes, solo quería cerciorarme que estuvieras bien del tobillo, lo siento, pero me siento responsable, la culpa me hizo venir hasta aquí. - No se preocupe, ya me siento mucho mejor, puedo caminar como antes. -dije moviendo mi pie en el aire, a pesar que estaba bien, sentía una incomodidad en el tobillo, pero no quería que se diera cuenta o me pediría disculpas de rodillas. - De todas maneras, déjeme llevarla hasta la empresa. -dijo abriendo la puerta de copiloto para que entrara en el vehículo, mordí mi labio inferior reprimiendo una sonrisa que estaba por salir, no podía rechazar su oferta, no con ese rostro sonriente y su gesto tan caballeroso. - Bueno, pero que sea la última vez. -dije pasando por su lado y entrando al asiento. - No prometo nada. -respondió antes de cerrar la puerta, dejándome con la palabra en la boca, pero de inmediato se subió en el asiento de piloto. - ¿No le da miedo que especulen sobre nosotros? –pregunté cuando puso el auto en marcha, me echo un vistazo y se encogió de hombros. - Que hablen lo que quieran, usted y yo solo somos jefe y empleada, además de amigos, bueno, si es que se le puede decir así. -amigos, era muy pronto como para que me considerase de esa manera, aunque después de haberlo consolado anoche, supongo que es la palabra más cercana a nuestra relación, asentí estando de acuerdo con él. - Tiene razón, Sr. Miller. -dije en tono de broma y me lanzó una mirada de pocos amigos que me hizo reír. -Es broma, no me mires así, Jayden. -hice énfasis en su nombre. Miré por la ventana, detallando los edificios y los paisajes que pasaban frente a mis ojos, sin duda era mucho mejor ir en auto que a pie, es la primera vez que admiraba las calles de New York sin perderme de algún detalle, aunque el tráfico a esta hora daba ganas de ir caminando. En todo el camino reinó el silencio y no me desagradaba, más bien me sentía cómoda, a pesar del poco tiempo que he tratado con Jayden, sentía que lo conocía desde hace tiempo, me inspiraba confianza, algo nuevo en mí. Llegamos al estacionamiento de la empresa y el auto se apagó. - Llegamos a nuestro destino. -dijo mi acompañante con una sonrisa casi imperceptible. - Muchas gracias, aunque insisto que no debió molestarse, que tenga buen día. -dije a punto de abrir la puerta y salir del auto, pero Jayden me detuvo. - Espere, Jennifer, antes de que se vaya quería darle un obsequio, fue lo único que se me ocurrió para quitarme este sentimiento de culpa. -se estiró hasta llegar al asiento trasero para tomar una bolsa con la marca de Chanel, abrí mis ojos desmesuradamente al ver aquello. -Son unos tacones, no sabes lo que me costó conseguirlos, espero que te gusten. A pesar que me los tendía para que los recibiera, no hice ningún movimiento, solo lo miraba sin poder creer que me estaba regalando unos tacones de la reconocida marca. - Lo siento, Jayden, es demasiado, no puedo aceptarlo. -su leve sonrisa se borró por completo al rechazar aquel regalo que estaba segura le costó más de lo que ganaré en un mes en su empresa. - Por favor, Jennifer, acéptalo. -insistió sin dejar de tender la bolsa hacía mí. - Es mucho, además que apenas y nos conocemos, no sé con qué intención lo haces. -podría sonar tonto después de lo bien que se ha portado conmigo, pero ya era suficiente, no quería deberle más favores a él. - Disculpa si lo ves de una mala manera, mi intención no es mala, aparte de culpa, lo hago por agradecimiento, porque fuiste la única que me escuchó, aunque no nos conozcamos, eso para mí vale mucho más que estos tacones. -su cálida mirada hizo que mi piel se erizara y aquellas palabras esfumaron los malos pensamientos sobre él. Es que, ¿qué podía estar mal en él? - Está bien, los aceptaré. -dije después de varios segundos en los que me debatía en si tomar la bolsa o no, pero a la final lo hice. -Gracias, Jayden.
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