PENÉLOPE Llegué a las oficinas de los Storm diez minutos antes de la hora de la cita. Bajé del tesla que ahora traía en vez del rolls royce. Caminé hacia el elevador para reunirme con Marion. Me encontré con Alana Lamperox en el ascensor. Éramos las únicas que estábamos en ese momento ahí. — Buenos días —me saludó. — Buenos días. —Le devolví el saludo. La mujer era bastante guapa, elegante y con un porte único al igual que Marion Storm. — Espero que hayas leído la oferta, y la hayas considerado. —Me mencionó. ¡Madres!. Mantuve mi porte de tranquilidad, pero la verdad es que me sentía como una niña pequeña la cual no llevaba la tarea, y su maestra estaba a punto de regañarla. — Creo que mi abogada va a responder por mí —Definitivamente estaba segura de ello. Traía el acuerdo