PENÉLOPE Mierda. Este hombre me hacía utilizar palabras poco elegantes. ¿En qué estaba pensado?. Me había chupado el diablo hasta el tuétano y más allá. No había pensado en lo que estaba haciendo en ese momento. Era lo típico de un error, disfrutas al principio y te arrepientes al final. Me había acostado con Ulises. Me había acostado con el jodid*o Ulises. Me di de zapes en la frente al sentir esa cruda moral por haberlo hecho. No había pensado las cosas, y ahora tenía que afrontar las consecuencias. ¡Por dios nos estábamos divorciando!. Aparté su brazo de mi cintura con sumo cuidado de no despertarlo, y me senté. Estaba durmiendo plácidamente. No había rastro de arrepentimiento en él, aún. Me pregunté si él tendría la misma cruda moral por haberse acostado conmigo. Oh, que el d