PENÉLOPE Me quedé con Marion a solas una vez que Ulises se retiró con su abogada. Había cosas muy importantes que hablar con ella, sobre al noche que pasé y lo que viví en mi cama con ese hombre. No había pensado con la cabeza, no había consumido alcohol, y sin embargo; había decidido estar con él. Había sido algo que había experimentado por primera vez en mi vida. Fue algo que no pude controlar y se me había ido de las manos. — Y bien —rompió Marion el silencio extendiendo una carpeta para mí, que la acepté de inmediato— espero que esta vez leas la propuesta del acuerdo. — ¿Cómo sabes que no la leí? —arrugué la frente, curiosa por saber su habilidad. — Mi trabajo consiste en leer a las personas, y no habrías permanecido mucho tiempo callada de no ser porque no sabes lo que hay