PENÉLOPE Me faltaba el aire por lo que había visto minutos atrás. Me subí al auto. En ese momento lo que más quería era irme de ahí, tranquilizarme y saber qué madres había visto. Estaba segura que había algo raro con él. Lo que había visto no era normal en una persona. Intenté contar hasta diez y respirar con profundidad, pero esos ejercicios para calmar la ansiedad eran un maldito fraude. Arranqué el auto antes de que él saliera hacia el recibidor de la casa. No lo quería ver no al menos ese día, hasta que estuviera completamente tranquila, y poder fingir que no pasa nada hasta que supiera estaba pasando con él. ¿Y si había algún historial clínico sobre su condición de personalidad multiple? Eso podía investigarlo, pero ¿por dónde empezar?. No conocía a sus padres, que según la úl