PENÉLOPE Decidí ignorar a Ulises durante las siguientes dos semanas ya que él había decidido portarse frío conmigo. Se estaba comportando de una manera muy extraña. Desde la aparición de Minerva se estaba portando de una manera distante. Lo único que me había dicho es que necesitaba tiempo, ja, como si yo lo necesitara cuando lo único que buscaba era el divorcio. — Vamos a hablar Penny. —Me dijo un día Ulises en medio del desayuno. — No creo que tengamos algo que hablar. Creo que lo has dicho todo con tu actitud. —Me levanté de la mesa, era la primera vez en dos semanas que él comenzaba a dirigirme la palabra con más "normalidad". — ¿Qué tengo que hacer para que podamos hablar. —Tenía la intención de levantarse de la mesa. — Solo si eres mi sirviente personal lo pensaría un poco.