Le eché una mirada, riendo con él antes de picotear sus labios. "Lo digo en serio. Como si realmente quisiera desayunar". "Te llevaré a desayunar". Sugirió. "Pero como que no me gusta desayunar con un duro..." Le interrumpí. "Hoy hace un poco de frío. Al menos en el coche donde hay calefacción". "Vaya, qué salvaje. Lo harás en cualquier lugar", gruñó juguetonamente, picoteando mis labios con fuerza y rapidez. Puse los ojos en blanco, bajándome de él y cogiendo la sudadera del suelo. "Mientras sea contigo, siempre será especial", le dije, guiñándole un ojo mientras se levantaba. Me siguió hasta el coche. Primero encendió la calefacción y luego subió a la parte trasera, donde yo ya le esperaba. Harry me besó ansiosamente el cuello mientras me subía a su regazo, pasando sus manos por