El resto de la semana transcurrió normal, muchas llamadas, muchos encargos y la nieve afuera, cubriendo el suelo y las ramas de los árboles. Gasté algo de dinero en ropa de invierno y el resto lo guardé; mi madre no despertaba aún y si había algo emocionante en esos días eran las lecciones de idiomas en las que ya pronto iba avanzando, aparte de la noticia que me dio Carla de sí misma. Me alegraba que Adam la hubiera invitado a salir, recordé que era eso de lo que me había hablado el chófer cuando llegué de j***n, no le había prestado mucha atención aquella vez, pero tampoco él me había mencionado con quién se había citado durante mis cortas y lujosas vacaciones. Por otro lado Edrick intentaba comportarse natural conmigo, pero aún podía notar la vergüenza en s