CONDENADA

Un corto encuentro.

Los diseños que se me solicitaron fueron aprobados y yo apruebe los materiales colores para la colaboración con Elijah, solo falta las muestras, para dar el visto bueno y se empiecen a hacer las piezas de edición limitada.

El sonido del celular me saca del estudio.

—¿Qué pasa?.

—Lamento interrumpir, unas personas insisten hablar sobre su proyecto con el jefe, al parecer no soy la vicepresidenta, ni mano derecha, ni nada.— me dice Mila. —Soy una simple empleada.

—Deberíamos de no aceptar clientes asi— le digo.

—Ni que lo digas.

—¿Están aquí?.

—Sí.

—Ven con ellos a la oficina y a quien sea la encargada de ese proyecto.

—Me gusta como suena, en un momento vamos.

Regreso a mi estudio y me quito la ropa de trabajo, me vuelvo a poner la ropa que traía antes, me acomodo el cabello.

Mila entra al estudio.

—Ya casi acabo.— le digo.

—Sí, no te preocupes— suspira —¿Cuándo me darás vacaciones?.

—¿Quieres vacaciones?.

—Definitivamente.

—Cuando regrese de mi luna de miel te daré todo un mes.

—Perfecto, ahora salgamos.

Aliso mi ropa y salgo detrás de Mila.

—Buenas tardes— me giro con las personas —Soy…

—Ana.— me dice una de las jóvenes que está frente ami.

—Keres Thompson— les digo y me siento —¿Cómo puedo ayudarles?.

—Ana, soy Michelle y ella es Minerva, somos tus hermanas.

Asi que ustedes son las hermanas que tenía Ana, interesante.

—Que yo sepa, mis padres nunca tuvieron hermanas, pero creo que se equivocaron— me rio —Regresando al tema que nos interesa a todos, ¿Cómo puedo ayudarles?.

—Ana, nosotros…

—Keres.— les aclaro a la persona.

—El lanzamiento de nuestra marca, no está resultado con lo planeado.— dice la más pequeña —El evento tiene que ser exactamente en él… mismo… lugar.

—Continúa.— le digo.

—Si— me mira una vez más —Tiene que ser en el mismo sitio.

—¿Quién es la encargada?.— le pregunto a Mila.

—Aún no firman contrato, dijeron que lo harían hasta que hablaran con el jefe.

—Queremos asegurarnos que puedan cumplir con lo que estamos solicitando.

—Muy bien, hagamos unas cuantas preguntas breves, Mila me pasa las hojas.

—Tengo que atender las fechas que me mencionaste, ¿Te encargas de esto?.— me dice Mila.

—Sí, yo me encargo.

La veo salir de la puerta y las miradas caen nuevamente en mí, quieren preguntar, pero no lo hacen y no quiero que lo hagan, no estoy lista ni quiero estarlo.

—¿Quién va a firmar el contrato?.

—Yo.— dice la más grande.

—¿De qué es tu marca?.

—Fabricamos bolsos con materiales reciclados, piel vegana, etc.

—¿Cuántas personas habrán en tu evento?.

—Aproximadamente 250- 300.

—¿Cuál es el lugar que quieres que se realice tu lanzamiento?.

—En nuestra tienda.

—Imposible— le digo —Generalmente una tienda de bolsos es pequeña, aun si fuera grande, el inmobiliario y los productos estarían en la mayor parte de la tienda y si contamos nuestro inmobiliario, arreglos, los estantes especiales, es imposible más con esa cantidad de invitados.

—¿Podemos cerrar la calle?.— pregunta la menor.

—¿Cuál es la fecha?.

—A partir de hoy dos meses.

—Mmm ya veo, puedo lograrlo, pero no lo recomiendo, estaríamos arriesgándonos mucho con el clima, para este tipo de lanzamientos, nosotros recomendamos un sitio cerrado, en el que podemos controlar la luz y la reflexión que les dará a su producto haciéndolos más llamativos.

Organizaremos una pasarela especial para que se muestren sus productos estrella, ofreceremos un vino y bebidas conforme a su gusto e incluso podemos exagerar con los arreglos y aun asi, sus productos serán la estrella principal.

—Ana.

—Señorita, no puedo hacer mi trabajo si no comprende que no soy la misma persona que menciona.

—Es imposible…

La puerta de mi oficina se abre de golpe y entra Elijah, esa maldita maña que tiene de entrar a mi oficina asi, la cierra nuevamente de golpe.

—¿¡Que están haciendo aquí!?— grita.

—Tú sabías que estaba viva y lo ocultaste.— le reclama la más grande.

—Nos dijiste que murió, le dijiste a mama que murió y está aquí.— me señala la más pequeña.

—¡No es ella!.

—¡Basta!— les grito —Que sea la última vez que entras asi a mi oficina, yo no hago lo mismo en la tuya y espero que la respetes como yo lo hago contigo.

—Keres, van a empezar a querer venir, su madre vendrá, tal como lo hace Ben.

—Ben sabía que estabas viva— dice la menor.

—Ok, no soy Ana, sé que nos parecemos, pero no soy ella, mis padres eran doctores, Ben me conoce porque me ayuda en casos, Elijah me conoce porque trabajamos en la misma torre y porque me casaré con él; si no pueden entender eso, lo siento, pero no puedo ayudarles en nada, les pido que se retiren.

—Pero…

—Vámonos Michelle— la agarra de la mano —Lo siento Keres, nos pondremos de acuerdo sobre el evento y los contactaremos.

—Gracias…

—Minerva.

—Gracias Minerva.

Me sonríe y sale con su hermana, me vuelvo a sentar en la silla y miro a Elijah que se acerca a quererme abrazar.

—Ni te acerques, odio cuando haces eso, te metes en mis asuntos.

—Perdón, pero no puedo dejar que te pongan en esa situación una vez más.

—Puedo defenderme sola— lo abrazo de la cintura —No siempre puedo contar contigo.

—Pero mientras yo este, podrás contar conmigo.— me da un beso en la cabeza-

—Te perdonaré una vez más, pero si interrumpes otra vez en mi oficina.

—¿Me matarás?.

—Sí— me alejo de él a una distancia muy corta —Que tal si— pongo la mano en su cinto —Yo.

—Me estás matando Keres.— me levanta.

—Hay diferentes formas de matar a las personas, supongo que esta será una de ellas.

Me abraza y me mira, con esos ojos profundos que tiene, aquellos que me han ido encantando poco a poco.

—¿Vamos a regresar a nuestra casa juntos?.

—Me gustaría que te quedaras en mi casa, tengo algunas cosas que me gustaría enseñarte.

—¿Estaremos solos?— me pregunta.

—Absolutamente.

—¿Nos vamos ya?.

—Claro, solo deja entro por mis cosas— señalo a mi estudio.

—¿Qué tienes ahí?.

—Cosas que un prometido no tiene que saber— lo miro —Aún.

Entro, saco mi bolso y salgo, después pasamos a su oficina por sus cosas y esperamos a su chofer en la entrada, para ir a mi casa.