Algunas cosas duelen y otras lastiman.

1847 Words
Me suelto riendo cuando escucho decir a Jasón que debo domar a Keres, si solo supiera que el que me está domando es ella a mí, se quedaría callado y en ridículo. —Mira, no quiero soñar machista ni nada, pero ¿Cómo es posible que sepa tanto?. —La vida le ha dado la sabiduría e inteligencia. —Prácticamente, puedo escucharla, dar conferencias, enseñar, pero ni siquiera hizo la universidad. —No necesitas estudiar para dirigir una empresa, solo motivación y creatividad. —Es una mujer muy lista— me mira —Incluso para ti. —Con una mente muy brillante.— le digo. —No entiendes lo que trato de decirte— me dice Jasón. —Ilumíname por favor. —¿Le contaste lo de Keres?. —Sí. —¿Todo?, incluyendo lo que hiciste. —Sí, excepto que mate a la mujer con la que fui obligado a casarme. —¿Y aun asi acepto estar contigo?, no te odio ni te repudio.— me le quedo mirando —Te oculta algo, lo sabes dentro de ti, lo sabemos bien, ¿Cuánto hace que se conocen?, casi dos meses y acepto casarte contigo. —¿No quieres que me case con ella?. —Conócela más— suspira —Me cae bien, muy bien de verdad, es divertida, inteligente, bonita, pero desde lejos puedo notar que es peligrosa. —Si lo dices por lo de tu padre. —¡Elijah, fue capaz de apuntarle a mi padre con una pistola de juguete a mi padre!. —Créeme que lo sé, me ha advertido y todo, pero no me alejaré de ella. —Cuando Rose conoció a Keres, no estaba bien y dice que jamás estará bien— me mira —Le pregunte sobre ella, que como se conocieron, que sabía de ella y sabes qué me dijo. —¿Qué no recuerda parte de su pasado?. —Que cuando se enamoró de ella, se dio cuenta de que Keres nació de la nada, que una noche mientras dormían tuvo pesadillas y cuando la despertó, parecía otra persona, estaba asustada, miraba para todas partes, le hablaba por su nombre y no respondía; hasta que le grito y regreso en sí. Después salió y se tomó una botella de tequila, cuando el alcohol la consumió, le dijo que ni siquiera sabia quién era, que solo despertó un día y era Keres, que aparentemente tenía una herencia. Y que no sabía de donde la había conseguido. Me giro y Keres está parada en la puerta, ¿Cuánto tiempo tiene escuchando?. —Que ni siquiera sabia donde estaban enterrados mis padres y que me importaba una mierda donde estuvieran— le dice a Jasón —Porque no lo sabía y no sé si estaba lista para saber. Después de que te quitan un tumor que casi acaba con tu vida, terminas mal de la cabeza, no recuerdas nada y si es en una zona importante, no puedes ni caminar. Dure un año en coma y me tarde meses en volver a caminar, no sabía ni usar un celular, cuando le conté eso a Rose aún no recordaba mucho de lo que recuerdo ahora, las pesadillas, eran donde no podía caminar, no tenía a nadie y no sabía quién era. Y asi le conté muchas cosas más que ella no tenía que decirte, pero lo hizo, estás preocupado por tu amigo, lo entiendo, mis amigas también están preocupadas porque me casaré con alguien que no conozco. Pero cuando acepte, le advertí de mí, él aceptó, cuando estaba en el hospital, le dije que me casaría con él con la condición que me ayudara a vengar a la Keres de su pasado. —¿Por qué?.— le pregunta Jasón. —¿Por qué tú? Si no tienes nada que ver con Ana. —Porque alguien que paso por esa mierda merece justicia, aunque esté muerta, más si compartimos rostro y nombre, porque asi como lo hice con tu hermana lo haría con todos los que pasaron por cosas injustas y eso es lo que me hace peligrosa— lanza una carpeta al sillón. —Eres acepto su propuesta, quiere que le manden los materiales con los que se trabajaran.— se da la vuelta. —¡Espera Keres!— le grito —Maldita sea Jasón. Salgo corriendo detrás de ella y va toda hecha una furia, debí de parar cuando comenzó a decir esas cosas. —Espera— la detengo y se gira, todo el personal nos mira atentos. —¿¡Que!?— me grita y puedo ver como contiene las lágrimas. —No me importa tu pasado. —Pues a tu maldito amigo si— me dice. —¿Por qué no me contaste lo de tus pesadillas?. —¿Me estás jodiendo?— se ríe y se acerca a mí —Porque hablo cuando quiero y cuando se me dé la gana y si quiero o no contarte es mi problema, no le corresponde a nadie contarte mis cosas. Se da la media vuelta, la jalo deteniéndola, se gira y me da una cachetada que me hace dar unos pasos para atrás al mismo tiempo que escucho el sonido de sorpresa de los empleados. —¡Vete a la mierda!— me grita. Keres. No todo es mentira, no todo lo que dijo es mentira y no todo lo que yo dije es mentira, no sé por qué mierda, me importa lo que cree el de mí, pero Elijah debió de pararlo, de defenderme y no quedarse como idiota callado, escuchando atento lo que dice su amigo. No puedo creer que Rose le dijera eso, mucho menos que lo recordara, lo que sí se es que debo de tener cuidado con Jasón. —Me tomaré la tarde libre. —¿Dónde estás?— me pregunta Mila. —Saliendo de la empresa. —¿Qué paso?. —Nada, solo estoy cansada. —Ok. —Manda a alguien por mis cosas a la oficina de Elijah. —¿Discutieron? —No, comenzaré a trabajar con lo de Eres y no quiero que se entere. —Ok, ya mando a alguien.— cuelgo. Sé que cuando vayan por las cosas, me buscará y no dejará de llamarme, asi que me iré, no conoce todo sobre mí. Pero ¿Qué hace una mujer cuando pelearon con su prometido y quiere venganza? Ir con el enemigo. Selecciono el contacto y le marco, suena varias veces hasta que contesta. —¡Keres!. —Hola Ben. —Porque tengo el gran honor de tu llamada. —Le di una cachetada e Elijah y estoy huyendo, no sé qué hacer con el tiempo que tenga y no quiero ir a mis casas. —¿Por qué? ¿Te hizo algo?.— me pregunta preocupado. —Se siente feo cuando no te defiende— suspiro —Su amigo le pregunto algo a su hermana de mí y este le contó a Elijah, este solo escucho, no lo detuvo a pesar— suspiro —¿Tienes algo que hacer? Sé que hoy es tu día de descanso. —¿Comiste?. —No. —Ven a mi casa, te haré de comer, algo para olvidar las penas. —Ok, me gusta la idea. —Te mando la ubicación. Envió la ubicación al GPS y me doy la vuelta, llego a comprar vino y tequila, uno nunca debe de llegar con las manos vacías, no es la educación que nadie me enseño. Nunca había andado por este lado de la ciudad, se ve bien ¿Debería de comprar una casa aquí?. A ver Keres no puedes comprar casas sin saber los planes de vivienda, tenemos dinero, pero no podemos gastarlo sin pensar, pero este lugar tiene algo que me hace querer comprar una casa. El GPS me indica que llegue, me estaciono frente a la casa, el mensaje dice que toque el timbre, supongo que es este botón de aquí o es este otro. ¡Solo pícalo!. Aprieto el botón y no hace ningún sonido, aprieto el otro y tampoco, cuando estoy por marcarle, se abre la puerta. —Llegaste rápido. —No había tráfico. —Pasa. —Por cierto, ¿Cuál es el timbre? Ninguno hizo ruido. —Los dos, me gusta confundir a las personas— se ríe. —Traje vino y tequila. —Ponlas en la mesa.— la señala —Estoy haciendo lasaña, ¿Te gusta verdad?. —Me gusta la lasaña. —Bien, solo la meto al horno, estarán rápido. —No te preocupes, no tengo prisa. —¿Encontraste la casa rápido?. —Sí, no se me dificulto, ¿Cuánto tiempo tienes viviendo aquí?. —Toda mi vida, me quede con ella cuando mi mamá murió. —Lamento eso, debe de ser difícil. —Se aprende a vivir con el dolor. —¿Tiene mucho?. —Un año— me dice triste —Sabes mi mamá, siempre quiso que me casara contigo, bueno con Ana. —Y Ana termino muriendo antes— le digo. —Sufrió cuando desapareció, pasábamos mucho tiempo juntos y cuando se enteró de que vivía, me decía que había rezado por ella y me apoyo cuando nos enteramos de su muerte. —Es un alivio que nunca vio a Ana rota. —No la hubiera reconocido— me dice —Pero si te mirara hoy, no dejaría de sonreír, casi puedo sentirla.— me sirve una copa de vino. —A veces los fantasmas del pasado son duros. —Lo son— me dice nostálgico —Pero tenemos que continuar con nuestra vida. —Asi es— le digo —¿Cómo fue que te hiciste policía?. —Por ti, me hice policía para hacer algo para encontrarte, pero entre más ascendía, menos posibilidades tenía de encontrarte. —Tienes más acceso, pero más restricciones. —Sí, hasta hace poco, pude leer tu archivo y eso porque me hice amigo de un agente, pero por alguna razón estaba sellado, muy confidencial. —Tienes un gran camino por recorrer, la verdad es que no me interesa mi vida pasada, morí asi que… —¿No tiene caso?. —Tal vez— le contesto. —Keres, ¿por qué no te alejas de Elijah? No es un buen hombre. —Me gusta— confieso —Y creo que estoy agarrándole cariño. —¿A pesar de lo que te hizo?. —No es algo que yo recuerde— le digo —El punto de no tener memoria y tener una nueva vida es que puedes hacer lo que te plazca, asi sea enamorándote del hombre que algún día te hizo daño y te protegió. —¿Enamorándote?. —Supongo que lo estoy haciendo, no soy buena en esos temas, pero pienso que sí, me estoy enamorándome de él. —Te estás enamorando de tu prisionero. —¿Quién dijo que nunca fui libre?. —Espero— suspira —Que nunca termine mal. —Terminará, con la muerte de alguien. Y estoy segura de que no será la mía, ni hoy ni nunca…
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