Metamorfosis.

2063 Words
—¿Todo bien?.— me pregunta. —Todo bien. Le doy un bocado a mi comida y ¡por los dioses que rigen el mundo esa lasaña sabe igual a la del restaurante!. —Es el mismo sabor de donde íbamos a comer— le digo fascinada. —Debo confesar que es agradable el sabor que tiene— me dice mientras trataba de ser elegante. —Tuve una cirugía hace años, estuve en coma un tiempo— le confieso. —¿Por qué?. —Tumor— miento. —Fue extirpado con éxito, pero me dejo algunas consecuencias. —¿Como cuáles?. —Perdí parte de mis recuerdos… —¿Entonces si te dijera que nos conocemos me creerías?— pregunta de inmediato. —No siento que nos conozcamos. —Pero puede ser una posibilidad. —Cuando hago algo que me canse— le digo ignorándolo —Como correr a cierta velocidad y ciertos metros, hacer ejercicio duros, someterme a estrés o alguna situación parecida a la de hace rato. Ciertas señales se activan y me provoca alteraciones, el vómito es una de ella, cansancio y si es extremo puedo desmayarme durante días. —¿Fue antes de la muerte de tus padres?. —No, fue hace como tres años, no fue mi intención vomitar sobre ti, mi cuerpo reacciono. —No te preocupes— me dice —¿Ya estás mejor? Es decir, no existe riesgo que regrese. —Mucho mejor, riesgo bueno lo hay por eso a que ir a revisiones médicas, además tengo a la mejor neurocirujana bajo mi techo. —¿Tienes cicatrices? Eso se escuchó mal— calla —Me ha tocado mirar a personas que por cosas terminan en el médico y las cirugías los dejan fatal. —Tengo una, parece una mancha— la señalo. —Me gustan tus tatuajes— toca una de mis muñecas. —Gracias. —¿Tienen algún significado?. —Lo tienen. Cubrir las cicatrices de mi intento se suicidó y otras cicatrices existentes desconocidas. —¿Qué significa?. —Libertad— toco las muñecas —Las flores brotando de mi piel es como una metamorfosis, un paso a la libertad, de ser quien eres, de amar y vivir. —Me encanta su significado— me dice como si hablara de la quinta maravilla —¿Significan lo mismo los de tu espalda?. —Sí, tú también tienes, pude verlos— miro sus tatuajes— ¿Conociste a una Keres?. —A ti. —Dudo que sea reciente. —Cierto— me dice sonriendo —Conocí a una Keres que marco mi vida desde que era joven. —Es un nombre poco común, pero me gusta, conocí a alguien con ese mismo nombre cuando tenía 9, me encanto tanto su nombre que hice que mis padres me cambiaran el nombre unos años después. —¿En serio?. —Mica, asi me decían, me llamaba Micaela Thompson, después de conocerla hice que todos me llamaran asi, cosa que logre rápido, preguntabas por Mica y nadie sabía, pero por Keres todos me conocían, hasta que me cambiaron el nombre. —Algo tienen las Keres que marcan a las personas.— me dice melancólico. —Es que somos grandiosas— le digo, riéndome —¿Por eso me sacaste asi?, Pensaste que era ella. —Debo confesar que sí, solo que ella era más… —¿Pura, santa?. —Tímida, ella odiaba tener el cabello suelto, casi no sonreía y ni se diga hablar del sexo, tú eres lo contrario a ella. —No soy tímida porque no está en mí y para mí el sexo es energía, el placer es un disfrute y la práctica es vida. —¿Qué secretos tienes Keres?. —¿Qué secretos tienes Elijah?. —Me creerías si te dijera que quiero— me mira acercando su rostro al mío. —Que quieres… —Que quiero ser el único hombre en tu vida. —No, soy una mujer de compromiso. —Te aseguro que sí— me dice rozando sus labios sobre los míos. —El amor no existe, existe la pasión, la lujuria, la locura, pero el amor solo es un mito. —Dame una oportunidad… —No, a esta Keres no le interesan los hombres que secuestran y tratan mal a las mujeres— le digo alejándome de él. Esta Keres no olvida, solamente se deja llevar por la corriente y cuando el Karma llega, ella está presente para mirar la función. —Me debes los 5 millones, que sean 7, ya que dañaste mi coche, mi celular y mis zapatillas que valen solas dos millones. —Te doy 10, si me das una oportunidad. —Tienes razón, mi coche vale más de un millón, que sean 10. —Vamos dame una oportunidad. —No me gustas— le digo —Tienes una cara que destroza la vida de las personas, tu carácter puede ser un peligro para mí. —Eso no lo sabes— me dice. —Soy una mujer que ama ser libre, una que no le gusta que la controlen, una que si se le antoja coger con el mesero lo hace y si viene un policía a detenernos se quedará a coger con nosotros y tu Elijah no eres asi, eres posesivo y celoso. —Está conmigo y te darás cuenta de que no es asi. —Apenas te conocí y mira todo lo que paso, además quieres estar conmigo por mi nombre. —Eso no …— suena su celular —Contesta, eres un hombre importante. —No, estoy contigo— su celular no deja de insistir. —No es que me vaya a ir. —Regreso en un segundo, será rápido. Se levanta y sé, va a no sé donde, sigo comiendo, al igual y bebiendo un poco de vino, la casa es silenciosa a pesar de que tienen trabajadores, pero estos no parecen hacer ningún ruido, son silenciosos en sus tareas asignadas. Mis instintos no sé equivocan, no suelo equivocarme cuando algo se me presenta, todo él grita peligro, pero el hecho que exista una Keres en su vida, me hace quererme quedar, pero también me hace querer huir. —¿Keres?. —Sí— volteo a la puerta. —¿Realmente eres tú? —¿Disculpa?. El hombre viene corriendo y me abraza, haciéndome sentir incómoda, me levanto y le tiro una patada para inmovilizarlo, pero este responde bien, lo escaneo rápidamente y veo que tiene una placa de policía, mierda, mierda, mierda, ¿Cuánto es la multa por atacar a uno? ¿O es cárcel?. —Lo siento— me alejo —No me reportes. —Soy yo, Ben tu mejor amigo— me dice y tiene unas cuantas lágrimas en su rostro —Conozco varios Ben y estoy segura de que no te conozco, ni por detención o porque cogimos. —No bromees— me dice —Nos dijeron que moriste y ahora no me conoces.— se acerca a tocarme. —¡No me toques!— le grito mientras retrocedo —Esta casa está llena de locos. Veo mi bolso en el sillón, lo agarró y salgo de la casa, no sé qué mierda acaba de pasar, pero no quiero averiguarlo, varios guardias me miran con sorpresa, asi que camino aún más rápido, no me gusta este lugar. Busco entre mi bolsa algo que me sirva para hablar con Maciel, solo tengo las llaves de mis casas, maquillaje y mi cartera, si camino a la salida tal vez pueda haber un taxi, Uber, transporte público, lo que sea para irme a mi casa. Un letrero con el nombre villa bonita aparece en mi vista, ¿Aquí es villa bonita? No importa, vamos que número es la casa, la calle, saco las llaves y en la tarjeta tiene los datos, Callejón del encino #105. Tardo unos minutos buscando la calle, pero doy, no puedo creer que asi conoceré esta casa, necesito huir de la locura que esa gente, ¿muerta yo? Acaso no me miran parada respirando. En cuanto cierro la puerta, veo pasar varias camionetas y guardias, no necesito ser lista para saber que me están buscando, me retiro de la ventana y me pongo a recorrer la casa, la cual en comparación a mi departamento está completamente amueblada. El señor James debió de vivir aquí y si vivió aquí tiene que haber un teléfono, p**o, facturas por esta propiedad, asi qué tiene algo que haber aquí; me pongo a buscar con cuidado, no puedo correr el riesgo de que me vean. El primer piso son salas comunes, cocina, cuartos de lavado, me dirijo al segundo piso, abro la primera puerta que se me atraviesa y está vacía. —¡Vamos, solo es un maldito teléfono!— grito frustrada. Tres habitaciones vacías, que esta tenga uno por favor. —¡Bingo!— grito emocionada. Me acerco al escritorio y levanto el teléfono, ¡Tiene línea! Gracias a los dioses, marco el número de Maciel y esta no contesta, ella y su costumbre de no contestar números desconocidos, juego con el cable del teléfono mientras suena y suena. Corto la llamada y remarco el número varias veces. —Habla Maciel. —¡Al fin!— le digo —Necesito tu ayuda, rescátame, están sucediendo cosas muy locas. —Sabía que esto iba a pasar, ya voy llegando vengo entrando a villa bonita. —Gracias a los dioses. —Preguntaré por qué debo de hacerlo, ¿Tú eres la culpable de las camionetas y hombres aquí?. —Sí. —Mierda Keres ¿Qué hiciste?. —Huir. —Ok, te cuelgo, ya estoy por llegar. —La puerta está sin seguro. —Ok. Cuelgo el teléfono y me pongo a mirar, es raro que solo esté el escritorio y el teléfono, casi como si supiera que iba a pasar algo asi, pero estoy loca, cosas asi no pasan, sin contar que él dijo que viviera y no tratara de recordar el pasado. —¡Keres!— gritan. —Maciel— salgo corriendo y bajo las escaleras —Gracias por llegar rápido. —¿Qué haces aquí? El número donde hablaste no deja de marcar. —No contestes— le digo de inmediato. —Lo sé, ¿Qué paso?. —Maciel, como te digo esto— la miro tratando de ordenar todo lo que paso —Un hombre, quería comprar mi piso en la torre K, creo que nos dijimos palabras, pero después me invito a comer y le dije que eran 5 millones. —¡Te vendiste!. —No, claro que no, pero bueno, acepto y 5 millones por comer… ¿Me vendí verdad?. —Asi es. —Yo conduje y fuimos al mi restaurante favorito. —Con el chef-sito. —Sí, ordene lo de siempre, aplique lo de siempre, ordeno… —Y te vas a coger. —Sí, él abrió la puerta y me encontró cogiendo, pero no me detuve, me gusto que me viera, entonces se acercó y dije mierda, se va a unir, pero no, el idiota me jalo y me saco del lugar, condujo el carro te envíe la ubicación. —Joder. —Exacto, tiro mi celular, le pegué con mi tacón él la cabeza que por cierto no se trató la herida, pero no sangro más, detuve el carro y corrí, me agarro, me trajo acá caminando, en fin le vomite encima. —Después de eso me hablaste. —Sí, me di un baño todo bien, tenía ropa y ya comimos lasaña, terminé contándole mi historia, la falsa ya sabes, me dijo que le diera una oportunidad, le dije que me gusta ser libre, sonó su celular y se fue. —¿Todo eso en el transcurso mientras llegaba?.— le digo que sí moviendo la cabeza. —Entonces llego un hombre, me hablo por mi nombre, me abrazo y lloro, le tiré una patada, se defendió, resulto ser policía y me dijo que se llamaba Ben, que era mi mejor amigo y que estaba muerta. —¿Muerta?. —Muerta, me dijo como estás aquí, si moriste, dije, no es una casa de locos, corrí y los guardias me miraban sorprendidos, mire el letrero de villa bonita, busque la casa y aquí estamos. —¡KERES! Se abre la puerta de la casa haciéndonos saltar a Maciel y ami, me encontró, nos encontraron.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD