Giorgia sentía una leve ansiedad recorriéndole el cuerpo mientras se preparaba para su ecografía de rutina. El médico la había tranquilizado tras el procedimiento: todo iba bien, el bebé estaba creciendo según lo esperado y no había complicaciones. Pero su mente no estaba completamente en paz, no con lo que tenía planeado hacer después. Al terminar la consulta, se dirigió al área administrativa, donde esperaba encontrarse con Alessia. Sabía que tenía tiempo antes de que ella apareciera, así que se acercó con calma a la recepción y solicitó hablar con Alessia sobre algunas preguntas de seguimiento. —Espere unos minutos, por favor, Alessia está ocupada —le dijo la recepcionista con una sonrisa, sabía que había ciertas visitas con las que Alessia siempre tenía prioridad, así que tendría qu