Giorgia se revolvía en la cama esa noche, incapaz de conciliar el sueño. La información que había compartido con Ginevra resonaba en su mente, pero en lugar de preocuparse por la reacción de la joven, sus pensamientos la llevaban en otra dirección. Angelo Queen. —Fue muy exagerada… como si lo conociera. Ese nombre no era desconocido para ella, ni para nadie en Sicilia, realmente. Se decía que era un fiscal poderoso, con conexiones en los lugares más altos. El tipo de hombre que podría cambiar la vida de cualquiera si quería. Y eso era exactamente lo que Giorgia necesitaba, un cambio. Se había convencido de que, después de este embarazo, no podría seguir siendo madre subrogada. Su cuerpo no lo soportaría otra vez, y además, con la edad y las complicaciones que había tenido en el pasa