~Rosario Echeverri~
Después de mi breve, pero aceptable ascenso en el cártel de David. ¡Podría mencionar que estaba más que preparada para comenzar a tomar mis propias decisiones y no depender especialmente de Salomón!
Me causaba asco que Salomón por tantos acosos y buscar en todo momento estar conmigo sin importar en la misión que nos encontráramos, siempre trataba la manera de acercarse e intentar cualquier tipo de acercamiento ¡Lo bueno de este ascenso es que no sería más de esa manera y podría manejarme como independiente, pero siempre bajo la sombra de David!
De alguna manera eso me daba grandes beneficios porque podría realizar mis propios negocios si así lo deseaba, involucrar a mis propios escoltas de confianza y llevar conmigo a las personas que deseara sin intervención de nadie más de por medio.
¡Aunque eso tampoco significaba que al final iba a haciendo lo que se me viniera en gana con el cártel! Solo que tendría más autonomía y en el caso de Ariel podría visitarlo con más frecuencia al no tener que dar informes del lugar donde me encontraba y ese tipo de situaciones que desesperaban y me sacaban de mis casillas.
Era cierto que ser la segunda al mando, podría no significar un rango similar al de Salomón, pero era más que suficiente como para ser doblemente respetada por todos los integrantes del cártel de David Selvanegra.
Me bastaba por el momento y sería más que suficiente como marcharme ese día si así lo deseaba de regreso a la capital y dejar todo lo sucedido en la finca con Ezequiel, pero aun debía esperar mi p**o y estaba seriamente pensando en visitar esa isla en Honduras para encontrar la bóveda que Ezequiel me entregó y sacar el mayor provecho posible de la misma.
¡Con eso estaría más que satisfecha en la vida y con las joyas que David terminó por tirar a la basura al no encontrar más que unas de oro, las demás me las había quedado! Por lo que contaba hasta el momento con un gran cargamento de dinero disponible como para retirarme del negocio de inmediato ¡Pero sería muy sospechoso y no me lo permitirían solo así!
Pasadas unas horas en la habitación designada en la finca, David envió a llamarme para realizar la entrega de mi parte en la operación, ¡Aun me encontraba revisando las joyas que si eran de verdad y las oculte de David! Por lo que la angustia de alguna manera era más que evidente por estar ocultando eso a David, pero en ningún momento se percató y dio cuenta de lo mismo.
Así que era el momento de solo presentarme ante David nuevamente, recibir la parte de mi p**o y salir de inmediato de la finca para ir tras Ariel que con toda seguridad estaba más que desesperado por encontrarme de nuevo, en mi caso daba lo que fuese necesario para estar entre sus brazos y ver como sus ojitos de miel se iluminaban en mi presencia, era mi absoluta y total felicidad observar cómo me veía con ojos de amor y de ternura, era un Dios viéndome directo al corazón y desnudar cada pensamiento de mi ser.
Solo con su mirada desnudaba todo el interior de mi corazón y atravesaba mi alma para llegar a lo más profundo de mi espíritu, Ariel era capaz de hacerme el amor solo con su mirada y con sus labios pegados a los míos, Ariel era más que suficiente y más valioso que cualquier otro sistema económico existente, Ariel era más que autosuficiente para mi felicidad, era el motor que me conducía hacia su deseo y su amor esperando siempre por mí.
David no dudó en mencionar al momento de estar en su presencia lo que ya era más que obvio entre todos, pero esa situación debía quedar completamente aclarada y definitiva para todos los miembros del cártel, exclamando a voz de mando.
—¡Ahora que te encuentras aquí presente Rubí! Deseo hacer el comunicado oficial a los jefes de bloques y de regiones presentes. ¡Desde ahora Rubí es la segunda del grupo y no deja de ser en ningún sentido la princesa de David y del cártel! —Exclamó con un orgullo diferente ante la mirada atónita de todos.
—Así que de igual manera ella ahora contara con las decisiones en sus manos y así mismo podrá actuar como mejor le parezca en cualquier circunstancia que se presente, por lo que todos aquí están de igual manera en la obligación de presentarse ante cualquier emergencia que llegara a presentar Rubí en cualquier momento, ¿Si alguien de ustedes se niega a prestarle ayudar a mi princesa? Entonces se las verán conmigo.
Los jefes regionales y Salomón presente no dejaban de molestarse por la manera en la que David me aclamaba en ese momento, por obvias razones nadie se atrevía a objetar o interrumpir a David, ¡Al menos no hasta que terminara de hablar!
—Ella ha conseguido en cuestión de horas lo que ustedes les hubiese costado una eternidad conseguir, así que el respeto y tributo debe ser solo para la princesa de este cártel ¡Ha quedado claro!
¡Se sentía tan bien que David me colocara por encima de todos en ese momento, que mayor felicidad no podría sentir, aunque era una lástima que de igual manera era una enorme responsabilidad para mí!
De inmediato David se prestó para repartir entre los que participaron directamente en el operativo la recompensa mayor y los que menos participación alcanzaron en el operativo, solo recibieron lo de una semana de trabajo ¡De igual manera era suficiente dinero como para sentirse agradecidos!
Recibí mi parte y era momento de marcharme, cuando nuevamente David me llamo al privado a lo que me pregunté en ese mismo instante con un rostro de desilusión por haber sido llamada nuevamente al privado, —¿Ahora qué es lo que quiere? —Al parecer no olvida tan rápido lo que estaba siempre pendiente entre nosotros pero que no deseaba que fuese verdad en que continuara mostrando ese tipo de interés del cual me estaba temiendo constantemente.
—¿En qué puedo ser útil David? —¡Le pregunté con algo de desilusión! De mi parte luego de voltear lo observé con un cigarro en la mano y se dirigió hacia mi exclamando con premura.
—¡Básicamente Rubí en todo! El asunto ahora es que me urge que puedas estar aún más preparada que siempre y que nunca, debemos comenzara a tomar la ventaja que he perdido con algunos cargamentos por no contar con un trabajador de confianza.
Exactamente ahí comenzó la conversación que no deseaba que saliera nuevamente entre nosotros, era de alguna manera frustrante pensar que David no dejaba de pensar en Ariel, pero entonces mi duda era ¿Por qué no dejaba de pensar en Ariel? A lo que espere que continuara con su inevitable discurso.
—¿No creas que se me ha olvidado que conoces a una persona que podría ser capaz de crear los fondos en los autos? Se me ha metido a la mente que deberías de cuadrar esa situación cuanto antes Rubí, no pienso seguir dando ventaja al Duque, porque ahora que no he logrado enviar la mercadería como lo provocaba anteriormente, se me ha complicado el tema de la mercadería acumulada y ahora tenemos que deshacernos de quinientos kilos que se nos quedaron almacenados, eso bien podría quedar bien almacenado en cinco autos sin problema alguna para que no se note mucho la diferencia en los fondos.
En definitiva, era demasiada la mercadería que se encontraba varada en las bodegas, aunque no era mi problema, pero David tramaba algo que me inquietaba y que, por supuesto no deseaba involucrar a Ariel en todo esto, por lo que antes de interrumpir, permití que terminara de hablar.
—Sabes positivamente que prefiero perder cien y no quinientos, así que necesito de urgencia que te hagas responsable de convencer a tu amigo que me construya los fondos en los autos ¿Crees que lo puedes conseguir en esta semana? Puedo darte tiempo dos semanas a más tardar, porque también sería muy interesante utilizar su empresa como medio de envíos ¿Acaso no es una buena idea? —Me preguntó queriendo probar mi lealtad.
¡Obviamente no era para nada una buena idea esa situación! Eso en definitiva superaba por mucho lo que en verdad David estaba solicitando, por lo que de momento y evitar ese segundo tema, le respondí mientras me acomodaba en la oficina.
—¡La verdad es que he estado estudiando algunas alternativas al respecto! Lo que sucede con Ariel, es que le comenté mientras me encontraba en Massachusetts, es que este joven no es precisamente un mecánico y una persona que se pueda convencer tan fácilmente a que realice los trabajos que se le soliciten, el asunto es que no lo conozco lo suficiente como para confiar en su trabajo y en su lealtad.
—¿Pero te veías muy entusiasma con Ariel? Porque ¿Ahora cambias de parecer? —Me preguntó con incertidumbre y dudando de mis palabras.
—En verdad ¡No dudo de su capacidad! Pero como no se dedica a eso y sin contar que vende sus propios autos deportivos modificados, por lo que no podría dar garantía que acceda a realizar los fondos a unos autos de menor gama que los que trabaja comúnmente, considerando que se trata de una persona que su familia pertenece a clase alta del país.
—¡Entonces me quieres dar a entender que no es posible que acepte si no se le compra directamente los autos a ese amigo tuyo! —Exclamó con soberbia.
—De ser necesario esa acción, entonces desearía comenzar con dos autos, si me parece la manera en la que los organiza y a cada uno de esos le puede meter cinto cincuenta kilos, entonces considero que podría llegar a hacer negocios los otros tres autos, pero en caso contrario creo que no habrá trato de ninguna manera y me tendré que encargar de tu amigo personalmente, créeme, todos tienen su precio en esta vida Rubí.
¿Encargarse de mi amigo personalmente? Eso significaba que tendría que deshacerse de Ariel, lo que no iba a permitir que eso sucediera en lo absoluto que no iba a ser de esa manera.
Así que no teniendo en ese momento otra opción más que meter las manos al fuego de algo que no me encontraba en lo absoluto segura que eso podría llegar a suceder, porque Ariel para comenzar no tenía la más mínima idea que trabajaba para la mafia con certeza. ¡Mucho menos que David estaba solicitando de sus servicios! Por lo que era una carta de doble filo la que me estaba jugando en ese momento con David y Ariel cada quien por su lado e ignorante en este caso Ariel que estaba cerrando un trato del cual no me sentía con la vida segura que podría salir esta negociación mediamente bien, me atreví a tomar el negocio.
—¡No te preocupes David! Te propongo algo que será más que dar mi palabra que todo saldrá bien con esta persona. —Respondí con un nudo en el alma.
—Como hoy me fue lo suficientemente bien con el negocio y entre otras circunstancias, entonces como así también se puede decir que esto a partir de ahora vendría siendo mi trabajo por ser la nueva segunda al mando del grupo, entonces me comprometo personalmente a entregarte esos autos en tres semanas.
David parecía no estar contento con mi respuesta y el tiempo mencionado, por lo que con un rostro de interrogación pregunto de inmediato. —¿Por qué tres semanas? ¿No te parece mucho tiempo?
Sus preguntas eran más que obvias pero difíciles de ignorar, por lo que me vi en la obligación de hacerle saber mis motivos al respecto y mi respuesta esperaba que fuese bien recibida. —Permíteme tomarme una semana para convencerlo y entregar el plan de trabajo y después que acepte que estoy casi que segura que después de la propuesta no se podrá negar, nos tomara una semana por auto para fabricar los fondos ¿Estás de acuerdo que así suceda?