~ Rubí Echeverri ~
Estos últimos días a lado de Ariel, las circunstancias y el juego de nuestras vidas comenzaba a cambiar considerablemente, me trataba más que a una reina y mucho mejor que a uno de sus autos deportivos de lujo, debido a que notaba como Ariel se encariñaba con sus autos y la manera atenta y cuidadosa con que los trataba, muestra de ello fue cuando comenzamos a desarmar el primer auto, su corazón latía tan fuerte que en cada vez que removía una pieza del mismo, le pedía disculpas al auto por sustraer una de sus partes.
Sinceramente fue una de las cosas más tiernas que me ha tocado observar y escuchar de un hombre, lo que me hizo pensar y preguntarme en mi interior ¿Si así es con un auto, como será con una mujer al momento de creer que la ha lastimado?
Aunque ¡Jamás me lastimó con una palabra o una acción de su parte! Pero de existir ese momento, he de imaginar que el universo no alcanzaría para que ese hombre busque y desee el perdón de una mujer.
En ocasiones deseaba alejarme para siempre de su vida y negarme el amor que sentía por su persona, estaba más que segura que Ariel merecía una mujer que no perteneciera al mundo al que en toda mi vida he vivido, pero inevitable mantenerme lejos de su piel y de morir, deseaba hacerlo encima de su cuerpo.
Lo cierto es que después de todo esto parecía un juego de ases y reyes de por medio, aunque David era el rey de picas negras. Ariel sin duda era el rey de corazones rojos y negros, porque por momentos su naturaleza oscura se hacía presente al mostrarme el interés en aumentar la adrenalina y seguramente existía algo más en su interior que necesitaba ser explorado y explotado al máximo, con toda certeza de eso me encargaría.
La situación con Ariel comenzó bastante bien y la verdad no esperaba menos de su profesionalidad, aun así no teniendo ninguna clase de experiencia en cuanto a la fabricación de doble fondos en los autos, pero el manejo y el control de cada uno de los materiales a utilizar para la modificación de los autos era más qué notorio que contaba con toda la experiencia del caso y me impresionó en sobremanera que aún en esa situación la formalidad y esa personalidad que siempre mostraba firme, no dejaba de ser uno de los aspectos más importantes con los que actuaba en cada acción que llevaba a cabo.
Ariel definitivamente era una persona que imponía su presencia y su educación era mucho mayor a lo que cualquier otro podría llegar a imaginar. ¡Me sentía completamente enamorada del hombre más perfecto que jamás haya conocido! ¿Si David era una persona con categoría y presencia? ¡Ariel sin lugar a duda sobrepasaba los límites de la elegancia y el buen manejo de los modales!
Ciertamente podría llegar a asegurar que mi persona no era precisamente acoplada a los modales de estos hombres, pero la diferencia entre ellos era que Ariel a pesar que me trataba con todo el amor posible desbordando su lujuria y su deseo en la intimidad, ¡Nunca dejó de ser todo un caballero dentro y fuera de cualquier actividad que lleváramos a cabo!
Me encantaba ver cómo manejaba cada una de las herramientas y literalmente no se manchaba con la grasa ni con cualquier otro tipo de instrumento de mecánica que se utilizaba, mantenía impecable su imagen y no era en ocasiones necesario que se colocara alguna vestimenta especial para trabajar.
¿Si me encontrara en la situación de escoger entre Ariel y David independientemente de cada uno de sus trabajos y que estaba enamorada de Ariel? Sin temor a equivocarme y a confundirme en la vida elegiría a Ariel por toda la eternidad las veces que se necesitaran para convencer al destino que éramos la pareja perfecta más dispareja posible.
Todo ello porque el CEO Ariel Montes prácticamente me daba esa seguridad a pesar que él mencionaba que mi cuerpo era su lugar seguro, pero después de todo era una reacción a lo que él me motivaba a sentir cuando me encontraba a su lado, porque al cruzar nuestros cuerpos y nuestras miradas algo en mí crecía sin encontrar un fin, para sentirme algo más que una simple mujer de la mafia, llegaba a considerarme incluso aún mayor que el propio David Selvanegra.
Mientras conversaba con David en ese momento de alguna manera completamente inapropiado, Ariel definitivamente no dejaba de provocarme ese deseo y esa desesperación por llegar al punto exacto del clímax del cual estábamos disfrutando debajo de ese auto que se transformó en mi primera experiencia de ese tipo y la más excitante en todos los sentidos posibles.
Cada experiencia con el CEO era como comenzar a vivir, provocó que mi cuerpo se estremeciera del excitante placer que el tamaño reducido entre el techo y el suelo me hiciera rebozar y gritar de la emoción y el placer que estaba recibiendo al momento de estar literalmente manejando su palanca como una manija de cambios a una velocidad imparable en carretera limpia.
Prácticamente a una velocidad a más de 300 kilómetros por hora de placer y de excitación, estaba disfrutando a tope ese momento antes que comenzáramos realmente los trabajos de reconstrucción y modificación de los dobles fondos que desde ya se estaban fabricando, pero antes de llegar a ese punto exacto del trabajo, ¡Necesitaba y ansiaba con todo el deseo de mi cuerpo que Ariel dejara caer todo su aceite sobre mi cuerpo! eso era lo que más me excitaba al momento de encontrarme sobre y bajo su exquisito cuerpo escultural y divino.
Nos tomó alrededor de unos cuarenta y cinco minutos calmar esa supuesta ansiedad y deseo que nos mostrábamos en cada encuentro fugaz y no tan rápido en el cual nos entregábamos, lo cierto es que, aunque contáramos de un tiempo considerable para continuar con el primer trabajo, era momento de proseguir con el proyecto.
Tras haber llegado nuevamente al clímax en ese momento por debajo del auto y quedarnos recostados por debajo del auto viendo literalmente el techo del mismo, totalmente desarmado y con mi rostro de satisfacción no lo pude ocultar por un segundo, gire mi cabeza para voltear a observarlo, misma acción que provocó la misma reacción en mi amado, lo que provocó que al momento de encontrarnos en la mirada, comenzamos a reírnos como dos adolescentes ilusionados como si no existiera absolutamente nada serio qué hacer.
Pero nuestro amor y nuestro deseo no era sólo seriedad y lujuria también era diversión y sin llegar al estrés, aunque así fuera por solo ese instante de nuestras vidas, entonces mis labios se abrieron para mencionar.
—Entonces mi amor ¿Con que continuamos ahora? ya contamos con el auto desarmado y literalmente sólo faltaría comenzar a tomar medidas exactas para que puedas comenzar a fabricar el doble fondo de este auto.
Abrazándome por debajo del mismo, comenzó a mencionar una seria de cosas que me hacían sentir en una enorme esfera que me alejaba de cualquier preocupación.
—¡Como usted lo ordene mi general! me encanta la manera en la que te ves Rubí, Me encanta ver tu rostro feliz y satisfecha, me encanta verte con esa mancha de grasa en tu nariz y con esa cadera a medio vestir, me gusta todo lo que tenga que ver contigo y sin importar qué es lo que sea, siempre voy a afrontar la vida a tu lado sin importarme un solo segundo lo que tenga que confrontar, mi amada Rubí contigo hasta la muerte, porque si vivir a tu lado es mi perdición y también llegara a conocer la muerte, será un placer y un honor haber amado a la mujer más hermosa y excitante que pueda existir sobre el planeta Tierra.
—¿Por qué me dices esas cosas Ariel? Sinceramente me haces sentir como una mujer que no merece estar en este momento contigo, pero a la vez me duele escuchar que sientas esa sensación que podrías encontrarte en peligro o con la muerte, ¿Por qué? —Le pregunté con la preocupación en mi corazón.
—Porque sólo tú has sido capaz de elevar y liberar mi adrenalina de este cuerpo que se encontraba prisionero por el miedo y la ansiedad, le has dado un sentido verdadero a este ser y a este cuerpo que por mucho tiempo estuvo buscando el verdadero amor y al fin lo encontré y ahora lo tengo justo a mi lado, con una mancha en su nariz y su media luna desnuda a mi sol, ¡Se siente también estar aquí debajo de este esqueleto, abrazado a tu cuerpo pensando lo que nos toca hacer y vivir de aquí en adelante!
—¡Gracias, mi amor! Es lo más hermoso que me han mencionado y han hecho sentir y sin duda tendría que venir de tu corazón. —Le respondí con una inmensa lagrima en mi mejilla.
A pesar del mágico y hermoso momento que estaba viviendo al lado del CEO, necesitaba que el primer trabajo comenzara a contar con avances en su estructura, por lo que mencione en ese momento del cual desearía que no terminara ahí.
—Ahora sólo nos falta tomar las medidas exactas para el fondo, literalmente tendríamos que permitir qué se ensamble con el alto de cada uno de los kilos de mercadería y para ello tengo una muestra, de esa forma se podrá realizar a perfección el fondo del automóvil para posteriormente ensamblar la parte de abajo sin afectar directamente el alto total del automóvil, tienes que tener en cuenta que hay que subir los aros del auto para que no obstruya en carretera, por lo tanto el ancho de la llanta tiene que justificar el alto del mismo.
—Entonces a trabajar en la obra mi comandante. —Exclamó Ariel con el ánimo hasta el cielo que nos sonreía en ese momento.
Ahora qué Ariel ya se encontraba más claro en cuanto a las medidas que debía de emplear principalmente en el fondo del piso del auto, siendo esto de alguna forma lo más difícil en conseguir en el doble fondo de un auto, me dedique exclusivamente a observar, ya que no podría directamente involucrarme en este asunto, pero estaba ahí presente para sugerir algún tipo de cambio y pasar cualquier tipo de herramienta que necesitara en cualquier momento.
Parecía ser fácil el hecho de realizar ese tipo de trabajos, pero sin lugar a duda, la parte que más trabajaba a parte del cuerpo, era la mente por estar constantemente pensando en hacer las cosas correctamente sin cometer errores en el proceso, era muy necesario que al momento de armar cada pieza, todo cuadrara perfectamente a como se encontraba armado de fábrica, siendo en este caso uno de los pasos que muchos mecánicos profesionales se equivocaban al dejar huellas específicamente en las soldaduras que le realizaban a los pisos.
Así como también dejando huellas que esos autos fueron manipulados para ese tipo de actividades, mismo error que Ariel en todo momento debía evitar que llegara a suceder, de esa manera nos aseguraríamos un ensamblaje perfecto, aunque desde el primer momento el CEO manejaba cada detalle con precaución y la profunda responsabilidad.
Llevando a cabo cada una de esas indicaciones correspondientes, sin que directamente me sintiera en la necesidad u obligación de corregir, Ariel con la soldadura autógena comenzó a eliminar todo rastro, huella o cirugía que se le estaba realizando al automóvil por debajo ¡Realmente me estaba impresionando la manera en la cual lo estaba realizando perfectamente!
No era necesario, pero por llamar la atención en ese momento le pregunté, para conocer su respuesta al respecto de lo que estaba haciendo y con toda certeza me iba a dejar impresionada con el tipo de respuesta que me daría en ese momento, porque literalmente sería la primera vez que estaba observando este tipo de situación.
—¿Qué haces amor? ¿Por qué estás aplicando ese tipo de soldadura al fondo? ¿Crees que en verdad es necesario?
~ Todo ocurría por dentro de la empresa, mientras que Salomón continuaba con la incertidumbre y el enojo en su ser. ~
—¿Qué es lo que han averiguado de Rubí y ese maldito de Ariel Montes? —Le preguntó Salomón al encargado de vigilar a Rubí.
—No podría dar respuesta con exactitud señor, pero ellos no han salido de la empresa en días, ¿desea que actuemos?