Amor por los Autos

2323 Words
Era completamente tentador el hecho de estar así con Rubí, definitivamente no era para nada fácil resistirme a su deseo. Era como una llama consumidora que no me permitía pensar o desear otra circunstancia en la vida, más que solo la de estar en su piel, bebiendo de su elixir y saboreando cada partícula de su exquisita piel, pero, aun así, antes que cualquier situación se presentara, mientras su pierna se encontraba sobre mi cintura y sus brazos en mi cuello, ´no podría dejar de preguntar. —¿Por dónde es que podríamos comenzar mi amor? Me intriga de alguna manera saber ese tema. Entonces la experta en el tema comenzó a explicar detalladamente. —¡Comenzaremos por lo más básico y principal que debes aprender de esta situación! antes que nada debes tener muy en claro que los tanques deben estar completamente vacíos para evitar cualquier tipo de accidente al momento de aplicar el tipo de soldadura que se le vaya a colocar a las uniones qué se puedan fabricar, cuando todo esté completamente aplicado de esa manera, entonces podremos comenzar a pensar a tomar medidas y qué es lo que se quiere al final de cuenta. —Siempre se necesita saber y no solo actuar, ¿Cuáles serían esas medidas que te solicitaron? —Pregunté a mi amada. —En este caso David me indicó que cada auto debía contener por lo menos ciento cincuenta kilos de mercadería, lo que es básicamente un espacio reducido en comparación a los autos qué se llegan a modificar para que almacenen alrededor de 200 a 300 kilos, entonces como comprenderás hay una gran diferencia a como realmente debería de ser, pero como David lo que está buscando en este caso en específico es probar la calidad de tu trabajo para posteriormente realizar los otros autos que dejaríamos pendientes, aunque sabes perfectamente que no lo deseo de esa manera. Conociendo ese punto exacto de las especificaciones o requerimientos solicitados por David, me provocaba aún más el hecho que Rubí no se despegaba de mí ser en esa situación más que apremiante, por lo que mi conversación resulto siendo lo que ella también deseaba. —¡Entonces debemos comenzar la obra mi comandante! estoy a tu servicio y de aquí en adelante realizaré lo que me indiques, posteriormente a ello sólo bastará con terminar el primer auto para realizar todos los cambios posibles a los que se nos vengan encima, pero, ¿No deseas que suceda algo primero entre nosotros? ¡Ese resultó ser el verdadero problema en cuestión, debido a que no me podía contener literalmente a estar con ella! Era un delirio estar junto a su piel, me excitaba el solo hecho de observarla, el movimiento de caderas, lo único que me recordaba era cuando ella montaba mi cuerpo para hacerme sentir en el cielo, era prácticamente inevitable cualquier tipo de roce entre nosotros, porque prácticamente todo terminaba plagado de deseo y de lujuria, algo de lo cual ella en ningún momento colocaba ningún obstáculo a que nuestros cuerpos se amarán hasta que se acabara literalmente el mundo a nuestros pies. Era una increíble sensación que me hacía estremecer y que desahogaba cada partícula de mi cuerpo que se encontraba prácticamente en una situación de estrés y de desesperación por encontrarse de nuevo con las células de su piel, era una verdadera locura llegar a sentir que sin ella no dejaba de sentirme vivo. ¡No es que se tratara de la única manera en la que me llegara a sentir bien junto a ella! El asunto es que era tanto el deseo que existía entre nosotros que una sola noche no era más que suficiente para lograr calmar ese fuego interior que nos dominaba y nos hacía caer en la tentación tras sólo cruzar miradas entre nosotros, por ello es que conociendo su sentimiento y su deseo y dejándome llevar por la lujuria de sus pensamientos es que me resultaba muy difícil concentrarme en otra situación que no se tratara de su piel de fuego y de miel con la cual me dejaba completamente atado y amarrado a su deseo. —¿Cómo podría no desearlo mi vida? te he mencionado que mi lugar favorito es estar enredado en tu cuerpo, me quedaría fundida a tu deseo noche y día sin parar. ¡Sus palabras fueron más que suficientes para incendiar la empresa una vez más! La empresa en completa soledad y con nuestros cuerpos destilando el deseo del amor, no quedo más que entregarnos a la pasión en ese justo momento en el que parecía que el cielo y el infierno cruzarían caminos para destinarnos un futuro un tanto diferente al que en mi pensamiento estaba destinado a vivir en otra vida. Sin pensarlo despeje el área donde nos encontrábamos y deje que nuestros cuerpos se enredaran en la tapicería del sofá que también me hacía un poco de estorbo al momento de acariciar su piel y tomar entre mis piernas su exquisita anatomía que se resbalaba por todo mí ser. Rubí se colocó de espaldas a mi cuerpo, apoyándose en el vidrio de la oficina, dejándome su enorme y exquisito manjar de Dioses a mi disposición, su parte trasera era más que envidiable desde todo punto de vista, mis manos sujetaron por completo su hermoso y redondo trasero, para luego dejar que mi herramienta se introdujera en su ser sin ninguna opulencia. El gemir que emanaban sus cuerdas vocales fue música angelical a mi deseo, su deseo de sentir mi herramienta en su parte trasera, ¡Fue sublime y única! De todos los encuentros, este era el primero en el que me atrevía a penetrarla desde ese punto exacto de su cuerpo, situación que observé y noté de inmediato que ella disfruto más que cualquier otra sensación del momento, me excito aún más al momento que ella exclamó con sus labios ardientes. —¡Estuve esperando tanto por este momento! me encanta que por fin te atrevieras a hacerlo así mi amor. Esas palabras solo me impulsaron a dedicarme a satisfacer todo su ser trasero, no me detuve a pesar de cambiar de posición, pero mi herramienta no abandonó un solo segundo su parte trasera hasta que ella comenzó a gemir con mayor intensidad y mi cuerpo comenzaba a dilatarse del placer que sentía por esa increíble sensación. ¿Alguien nos observó? Era muy probable que eso sucedió, pero lo cierto es que, si los Dioses nos observaban desde arriba o desde el infierno, ¿Por qué no los demás seres mortales? Era mi deseo y mi satisfacción encontrarme con el deseo ardiente de Rubí, era mi deseo satisfacer los deseos de mi amada Rubí. Los vidrios quedaron marcados con las respiraciones profundas de Rubí y sus manos sudadas, así como su espalda apoyada al momento de cambiar de posición y tenerla de frente a mi rostro mientras mi virilidad atravesaba literalmente esa exquisita orquídea. Rubí exclamó con el aliento de dragón por el calor que emanaba su cuerpo. —Eres espectacular mi CEO. Llegando al punto del clímax máximo entre ambos, Rubí prácticamente complacida por la situación, sintiendo como estaba a punto de desbordarme por su cavernoso cuerpo trasero, no se limitó en ese preciso momento de mi casi explosión de lujuria, en sacar de su trasero mi herramienta y llevársela a sus labios para tragar por completo lo que ella consideraba el pudin de un Dios, me halagaba que pensara de esa manera, me excitaba que me tratara como a un Dios en el sexo y en su vida. Luego de tomar algunas clases de anatomía con Rubí, luego de bajar las cortinas y refrescarnos en el yacusi de la oficina, era el momento real de comenzar a trabajar, principalmente en la modificación del taller. Todo debido a que no serían los únicos trabajos que se realizarían en la empresa, debía mantener un espacio privado en el cual definitivamente sólo nosotros contáramos con el acceso junto a algún personal de confianza de forma privada. Ninguno de los trabajadores debería darse cuenta de lo que en la empresa estaba sucediendo, por lo que el trabajo de remodelar esa área específica me llevó literalmente cinco días ¡Obviamente no lo realice solo! se tuvo que contratar personal externó a la empresa para modificar esa área específica y el resto del mismo para que los empleados notaran los cambios y diferencias al momento de su regreso. Así que todo estaba resuelto y tras haber saciado nuestros cuerpos durante ese tiempo, era el momento para dar inicio a los trabajos. De primera mano se realizó lo que ella me explicó en cuanto a tener un tanque vacío para evitar cualquier tipo de accidentes, posterior a ello desmontamos cada uno de los asientos del automóvil, que al ser un deportivo de alta gama sólo contaba con espacio para dos personas, por lo que no había mucho que desmontar en ese caso. Se debía extraer la alfombra de cuero con la que contaba el automóvil, así como también todo el tablero ¡No era para nada común que tratara a los autos de esa manera, porque literalmente cuando modificaba algún auto para entregarlo a un cliente, sólo se realizaban modificaciones en el exterior y no en el interior, el asunto es que por dentro prácticamente ese auto se quedó vacío como saliendo de la fábrica, para luego elevarlo lo suficiente y desmontar todo el esqueleto por debajo del piso, ahora ya contaba con un auto limpio para trabajar y que se lograra realizar lo que estaban solicitando. La ansiedad que manejaba al respecto era muy baja a comparación en cuanto antes de conocer a Rubí. Observar el auto desarmado en su totalidad, me causo ansiedad y un extraño dolor en el pecho, los autos eran y continuaban siendo una parte muy importante en mi vida, siempre trataba a un auto como si se tratara de una extensión de mi cuerpo. Desde ese punto el trabajo tendría que ser muy minucioso, así como también prácticamente perfecto, calculando la altura final que tendría el automóvil, así como también que no afectará directamente la conducción desde los asientos establecidos, el comienzo fue todo un desafío, pero era algo que estaba dispuesto a cumplir y no acceder prácticamente hasta terminar los dos trabajos que principalmente Rubí tendría que entregar. Me excitaba principalmente cuando la veía trabajar arduamente al momento de estar desmontando el automóvil, que, al terminar de desmontar por completo, fue precisamente ella la que incitó la situación y terminamos haciendo el amor por debajo del primer auto. ¡Sin duda alguna una experiencia completamente diferente a cualquier otra que se haya experimentado hasta el momento entre nosotros! lamentablemente no podíamos abstenernos de esa situación, pero aún había mucho trabajo por hacer, pero el amor siempre nos llamaba, que en el justo momento en el cual Rubí se encontraba maniobrando por debajo de ese auto la palanca de cambios de mi cuerpo, la llamada que parecía ser que tardó en llegar, ¡Se hizo presente esa inesperada llamada! Era más que inevitable que ella no lograra mantenerse separada de su teléfono, ingresó la llamada a la cual ella definitivamente no podía dejar de contestar, así que mientras ella saboreaba al máximo mi herramienta y la llevaba una y otra vez a sus labios mientras que mis manos no dejaban de acariciar sus pechos, atendió su teléfono inmediatamente sin temor o miedo a ser descubierta a lo que nos encontrábamos entregando en el deseo. —¿Todo bien Rubí? ¿Porque no he recibido una actualización de tu trabajo durante estos últimos días? ¿Qué sucede? —Le preguntó David con seriedad. —¡Nada jefe! Aquí todo se encuentra normal, trabajando duro en el asunto requerido, porque usted sabe que siempre he estado completamente comprometida con su persona, así que en este momento me encuentro trabajando arduamente con Ariel y por eso es que me escucha algo agitada, no se preocupe que comenzamos los trabajos y le entregaré esos dos autos como se lo prometí en el tiempo establecido. —¡Más vale que no me estés mintiendo Rubí! sabes perfectamente que con este tipo de negocios no me gusta jugar y tampoco soy participe de la mentira y del engaño, ¿No tendrás algo sentimental con Ariel verdad? Por ahí me han llegado rumores de una relación entre ustedes. Alcance a escuchar lo que David le preguntaba con aparente intriga a Rubí, por lo que me imagine que eso de la relación no era permitido por ese idiota de David, a lo que ella respondió inmediatamente. —¡No David, por el momento no es de esa manera! Pero créame que no es una mala idea y no habría motivo como para no llegar a concretar algo así ¿Qué o quién me lo impide? —Exclamó con seguridad y sin miedo a David. —Posiblemente nadie podría impedirlo, pero recuerda que cada quien en este mundo tiene su lugar y definitivamente tu lugar no es con esa clase de personas. —Respondió David con arrogancia. —Prefiero no responder a eso David, de cualquier manera, le puedo asegurar que su trabajo está completamente asegurado y será entregado en el tiempo establecido, si me permite necesito terminar lo que estamos haciendo, porque no puedo seguir sosteniendo el teléfono mientras estoy tratando la manera de terminar de colocar la palanca del automóvil en su lugar, le llamo después. Entonces solo nos quedamos en ese momento que parecía ser un fetiche más de nuestro deseo, sin saber que alguien más nos observaba, no precisamente Salomón, pero por completo se me olvido que alguien más contaba con el acceso a cámaras y micrófonos dentro de la empresa. —¿Cómo es que acabaste enredándote con esa mujer Ariel Montes? Espero que todo esto no resulte mal para ti y la familia. —Exclamó Anesha en su residencia en Massachusetts.
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