A La Orilla

2433 Words
~Rubí Echeverri~ Me encontraba con Ariel en su oficina, en lo que David estaba tratando la manera de ubicarme desesperadamente, debido a un cargamento que deseaba que me encargara de recoger a las orillas del rio que se encontraba muy cercano a la frontera con El Salvador, desde esa ruta David recibía la mayoría de su mercancía y cuando se trataba de esa ruta, siempre debía presentarme ¡Pero mi tiempo de vacaciones aun no terminaba como tal y por ello es que decidí estar con Ariel esa noche! Pero desde el punto de vista de David y Salomón, ese tipo de acciones ya estaban afectando mi trabajo y debía responder por ese tipo de acciones que no me correspondían en ningún sentido ser la responsable por no haber sido notificada con antelación al suceso, de cualquier manera, Salomón estaba tratando la manera de ubicarme en los lugares donde estaba seguro que podría llegar a encontrarme, pero no le fue nada sencillo en esta ocasión encontrarme por el momento. Afortunadamente me encontraba muy a placer con Ariel y no cambiaría un solo minuto de ese tiempo a solas con Ariel, recostada en ese escritorio mientras me empujaba todo su deseo y me hacía sentir que ¡Lejos de solo tener sexo conmigo como muchos! me estaba demostrando que era muy sincera su manera de amar y sentir hacia mí, por lo mismo es que ese deseo fascinante de estar entre el deseo de Ariel no se comparó con ningún otro hombre en mi vida. Estuve exclamándole a Ariel que deseaba más de su cuerpo, más de su piel ¡Mucho más de su deseo! Esa noche no deseaba estar en otro lado que no fuese en su cuerpo, deseaba perderme en su mirada y en su cuerpo, que la única orilla en la que deseaba mantenerme era en la orilla de su herramienta penetrándome incansablemente hasta dejarme completamente satisfecha. ¡Eso era lo que estaba experimentando, pero no deseaba que dejara de suceder! Aunque también era consiente que el lugar, aunque muy cómodo, no era el adecuado, de cualquier manera, Ariel me demostró que el deseo y el amor en donde se llegara a disponer era perfecto, porque definitivamente deseo de hacerlo ¡Nunca le faltaba! Eso era muy bueno para mis intenciones y aparte para mi corazón saber que Ariel lejos de solo desearme o utilizarme como un instrumento como para saciar su deseo, ¡Ariel me amaba con su corazón y con algo más que solo su corazón, su alma estaba incluida en ese amor tan hermoso que estaba recibiendo de parte de Ariel constantemente desde ese día que lo conocí y me entregué a su piel esa vez en Boston! Tras haber permanecido ¡Cuando mínimo media noche disfrutando de nuestro deseo! Provoque que Ariel acabara por última vez de inmediato, estaba segura que podría seguir aún más en esa posición, pero algo me estaba diciendo en el subconsciente que algo no estaba bien por fuera. Ese presentimiento que me invadía, por lo que trate a toda costa apretar lo más que logré su herramienta para que de alguna manera se sintiera forzado a acabar de inmediato y me inundara con su exquisita vitamina en mi interior. Fue lamentable acabar de esa manera, sin embargo, no me preocupaba algún tipo de embarazo no deseado, porque en todo momento me mantenía protegida, ¿Pero de haber sido posible? ¡Con un enorme placer hubiese quedado embarazada de ese hermoso hombre que con entrega y sin pensarlo dos veces me tomaba entre sus piernas para dejarme sentir todo ese enorme placer que poseía para entregarme sin restricción alguna! Tras terminar nuestra sesión más que placentera, en el escritorio, en la motocicleta y por último en el jacuzzi de la oficina, era increíble ciertamente esa extravagancia de Ariel, esa incertidumbre en mi interior comenzaba a salpicarme el corazón de dudas, por lo que entonces mencioné. —¡Mi vida, en serio desearía que continuáramos y hacer muchas más cosas deliciosas contigo! Pero mira la hora que es y tengo que reportarme en el trabajo. Ariel no muy convencido por lo que de pronto estaba sucediendo me pregunto de inmediato, pero sin lugar a duda contaba con toda la razón para preguntar al respecto. —Entonces, ¿Qué pasara con la charla que hay entre nosotros pendiente? —¡Entiendo lo que seguramente estarás pensando! No estoy arrepintiéndome al respecto, solo que creo que de momento las cosas se me han complicado y es mejor que lo dejemos para después ¿Te parece? —Pero ¿Cuándo vendrás a buscarme o como te podre encontrar? Déjame por lo menos un número de teléfono. —Volvió y me preguntó lo que seguramente su corazón deseaba. —¡No puedo mi amor! Te juro por mi vida que vendré a ti nuevamente, ¡Te lo juro mi amor! —Exclamé con el corazón roto en ese instante. Ariel dio la vuelta de regreso a la ducha, estoy segura que se molestó y con justa razón, pero en ese momento encendí el teléfono para revisar, ¡Ahí fue donde me di cuenta que ya me estaban buscando y de suma importancia el mensaje que estaba en la bandeja de entrada! Obviamente no me asuste ni nada parecido, solo sabía que debía devolver el mensaje y salir de inmediato de ahí. De momento tendría que despedirme de Ariel de nuevo, pero estaba más que segura que con esta ocasión nuestros lazos se estaban fortaleciendo de mejor manera y ahora que conocía el lugar de donde seguramente no podría marcharse tan fácilmente, entonces ahora si contaba con un lugar donde ubicarlo con facilidad y sin falta alguna volvería a sus brazos en cualquier momento. Antes de retirarme del lado del amor de mi vida, me acerque a sus labios y tras acariciar lentamente su rostro, exclame. —¡Ariel, mi amor! Disculpa papacito que tenga que dejarte de pronto, pero me surgió un imprevisto y debo presentarme de inmediato, ¿Sera posible que me esperes otro día aquí mismo? De esa manera me podrás terminar de enseñar todo el lugar ¿Qué te parece? —Pero ¿Podrías esperar al menos unos minutos más? Deseaba hacerte un regalo. —¡No mi amor, es urgente al lugar donde tengo que dirigirme! Pero te prometo que en cuanto termine con esa vuelta, vuelvo a visitarte y podremos pasar más tiempo juntos y nos desquitamos todo lo que nos hizo falta esta noche. —Respondí mientras lo besaba. —Lo importante es que te he vuelto a encontrar y me has entregado una enorme felicidad este día, no es común que se lo diga a alguien así de pronto, pero ¡Me haces sentir con una enorme ilusión en la vida Ariel, has hecho que mi corazón se sienta amado! Espera por mí que vendré a visitarte muy pronto, ya lo veras. ¡Definitivamente debía volver a sus brazos, absolutamente iba a volver a su deseo! No podría escaparse tan fácil de mí, ahora que estaba entre sus brazos no iba a permitir que se me perdiera de la vida y trataría la manera de amarrarlo a mi corazón y a mis deseos, porque ese hombre ¡Sí que estaba valiendo la pena, amarlo y entregarme de la manera que me impulsaba a hacerlo! Inmediatamente después de salir de su empresa, lo primero que debía hacer era llamar de inmediato a Salomón, así lo provoque y de inmediato su desagradable voz me toco escuchar. —¿En dónde demonios te encontrabas Rubí? El patrón está muy molesto porque no te ubicó de inmediato y sabes perfectamente que el celular para emergencias no debes mantenerlo apagado ¿Qué estabas haciendo? Por cierto, me encuentro cerca de un centro comercial, ¿Aquí es donde te encuentras verdad? El desgraciado de Salomón, estuvo muy cerca de dar con mi ubicación real, afortunadamente no lo consiguió y de momento me tocó calmar la situación. —¡No fue mi intención en lo absoluto! —Respondí mientras me alejaba de la empresa de Ariel. —David desea que recibas un cargamento en la frontera de inmediato. —Respondió Salomón. —¿Cómo es eso que tengo que recoger ese cargamento de improviso? Así también considero que no es justo que el trabajo sea de esa manera, igual sé que no puedo oponerme, pero al menos ese tipo de trabajo no debía de ser así a la ligera, ¿A dónde es que tengo que encontrarme contigo? —¡Siempre tan imprudente! Vete directamente al punto de encuentro, a la orilla del rio y ahí nos encontramos, para que se realice la transacción, posterior a ello, deberás dirigirte hacia la finca del patrón en peten, ahí dejaras el cargamento y permanecerás una semana hasta que el patrón llegue a entregar la mercadería al cartel del norte, tienes que seguir esas instrucciones porque es un nuevo comprador y se enteró que la princesa de la mafia trabajaba para el patrón y desea conocerte. —¿Qué tiene que ver que trabaje con David? Me imagino que ha de ser uno de esos malditos pervertidos que solo añoran estar conmigo en la cama, pero se encontró con la suela de su zapato, porque no estoy disponible y nunca lo estaré a menos que ese hombre sea el que desee en mi vida, de lo contrario nadie puede convencerme. —¡Ya lo veremos Rubí! Mientras tanto haz la vuelta porque están por llegar al punto de encuentro. En momentos así era cuando deseaba realmente no estar trabajando para David, era muy agotador tener que viajar tanto para recibir aproximadamente quinientos kilos de mercadería y luego tener que escoltarlos hacia otro punto del país. Siempre existía el peligro que las autoridades nos detuvieran y entonces la vuelta podría complicarse al instante del transporte, debido a que no siempre las autoridades estaban compradas por el patrón y nos tocaba hacer cambios en los protocolos de seguridad. ¡Uno de ellos el más conocido, como carnada! Este consistía directamente en enviar a un auto pequeño con muy poca mercancía, al existir retenes constantes en las carreteras, solo detenían al que iba por delante y de esa manera lográbamos pasar de largo hacia nuestro destino, en lo particular en cada vuelta existían de tres a cuatro carnadas en todo el trayecto ¡Dependiendo de la mercadería! Me encontraba en el lugar, las coordenadas eran las indicadas y todo parecía que no sucedería nada de lo que podría llamarse normal, de hecho, no consideraba el hecho que en ese momento y sabiendo que eran proveedores directos de David, ¡No tendría por qué suceder algo extraño! De hecho, no sucedió como tal y los que se transportaban en una lancha llevaron la mercancía a nuestro punto de encuentro sin ningún problema. Salomón recibió la mercadería y así mismo se encargó de entregarme el dinero para que lo cancelara de inmediato, solo existía un problema al respecto que hasta en ese momento comenzaba a enterarme. —¡Rubí acércate y entrega esa maleta con el dinero! No dejes que lo cuenten, solo entrégalo y listo no hay más nada que hacer. Esas palabras de Salomón eran alertas para mí, no me parecía en lo absoluto lo que estaba queriéndome dar a entender, pero de momento debía obedecer, no sin antes dejarle claro mi punto de vista. —¡Pero sabes positivamente que eso no es así y debemos cumplir con el protocolo establecido de entrega y el pago del producto! Luego ¿Quién nos respalda si existe algún problema? —¡Que lo hagas de esa manera! No pierdas más el tiempo. —Exclamó con molestia inmediata ante mi intervención. Todo lo anterior muy bien, pero desde ese momento no me quedo más que obedecer, el asunto es que no estaba en lo más mínimo convencida de lo que se estaba haciendo ¡No era la manera correcta de hacer negocios y Salomón lo sabía en concreto! Lamentablemente era una persona muy ambiciosa y no le importaba sobre quien debía pasar para alcanzar sus objetivos. El objetivo en ese momento era quedarse con el dinero de la mercadería, porque su plan estaba en marcha y ya tenía todo cuadrado con los demás elementos que nos acompañaban en esa vuelta que no era para nada en lo absoluto para complicarse, pero Salomón busco el camino más largo. Me acerque sin saber lo que sucedería en esa madrugada en el lugar, cautelosa como siempre porque jamás debía confiarme de nadie, ¡De echo de la única persona que pude llegar a confiar en mi vida, era solo de Ariel! —¡Ahí se encuentra el dinero de la mercadería! Espero que todo esté bien, devuélvanse con mucho cuidado. —Les hice saber a los proveedores. —¡Espere señorita! ¿No va esperar que contemos el dinero? Así como ustedes cuentan la mercadería, nosotros también necesitamos contar el dinero, por lo que le voy a pedir que se quede ahí mientras nos aseguramos que todo está bien. —Respondió el encargado y los nervios comenzaron a surgir entre ambos. —¡Lo que sucede es que estamos con mucha prisa! Como entenderán está a punto de amanecer y es mucho más peligroso llevar esa mercadería de día, pero les aseguro que todo está bien. —Respondí comenzando a tomar mis precauciones. Sabía que estaba en su derecho de saber si el dinero estaba por dentro, pero para mí lamentable sorpresa no fue de esa manera. —¡Cómo es posible esto! Aquí no está el dinero señorita, ¡Oh me entregan el dinero ya mismo o de aquí nadie se mueve! ¿Pero cómo no va estar todo el dinero ahí? De seguro al momento que les di la espalda ustedes cambiaron eso, ¡Salomón! —Llamé a Salomón con desesperación por encontrarme sola en ese momento. No deseaba gritar, pero el momento lo ameritaba, estaba a punto que algo saliera mal en mi contra, pero en el instante que mencioné a Salomón, el encargado por delante de mí, fue abatido con un disparo en la cabeza, cayendo inmediatamente al suelo inerte, al instante los demás que lo acompañaban respondieron al fuego y mi única alternativa era lanzarme al rio para evitar ser alcanzada por una de las balas que estaban saliendo en cualquier dirección. Logre estar a salvo de momento, pero Salomón iba a escucharme por lo que provocó. —Vámonos de aquí ¡De prisa! —Se escuchó mientras nadaba a la orilla del río.
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