Latido en el Corazón

1916 Words
~CEO Ariel Montes~ Lo que había acontecido con Nuria definitivamente tendría que quedar en el olvido, a pesar que fue una agradable noche, pero lamentablemente esta mujer se había tomado las cosas muy en serio y esas no eran mis intenciones, cualquier mujer no debía de creer por compartir una noche de intimidad a mi lado me iba a obligar a formalizar algún tipo de relación ¡No soy esa clase de persona! Mal por Nuria que simplemente desapareció ese día del departamento y lo único que me quedaba era regresar a mi trabajo y empresa que no descuidaba pero que si estaba alejado en cuanto a lo ejecutivo. En cuanto al negocio de los autos deportivos modificados ya se encontraba prácticamente a toda máquina, sólo necesitaba que Anesha se hiciera presente al país para que me ayudara con el tema de los inversionistas nuevos, debido a que se encontraba en funciones y entregados algunos pedidos, pero no directamente una concesión para las acciones de la empresa, ¡Olvidarme de Rubí era un tema del cual no estaba dispuesto a negociar con mi pensamiento! pero podría decir que sólo trataría la manera de almacenarlo en una parte de mi vida donde los recuerdos viven por siempre y las experiencias ayudan a crecer pero definitivamente considerando los hechos nunca podría llegar a olvidar esas emociones que experimente al lado de ella en Massachusetts así como en Boston, ¿Si el resumen de mi vida sería en una sola palabra? sin lugar a dudas esa palabra sería “Rubí” Así de loco me sentía por ella, sin embargo, las circunstancias sucedieron de esa manera y no estaba en mis manos cambiarlas, sólo esperaba que donde sea que ella se encontrará estuviera recuperada de lo que le sucedió esa noche porque sin importar lo que llegara a saber de ella. No podría en ningún sentido de la palabra llegar a juzgar en lo absoluto lo que aparentemente ella había provocado esa noche en ese VIP de Massachusetts, porque lo único que realmente me había quedado de esa noche y de lo que recordaba en ocasiones continuas, los momentos en los cuales ella supo acariciarme y entregarse de una manera pasional increíble que desbordaron cientos de sentimientos y lograron activar la adrenalina que se encontraba escondida y que necesitaba explotar al máximo, incluso ese día que maniobre su motocicleta y me arriesgué por primera vez en años en tomar una carrera, pero que en esa ocasión con Rubí la carrera me llevó directamente al cielo, ya que su cuerpo fue el camino para encontrar la puerta al cielo del placer en su máxima expresión. De igual manera en algún momento determinado de la vida tendría que llegar a superar esa situación, de momento debía retomar las riendas de mi empresa, establecer los lazos comerciales para que todos los proyectos que tenía en mente se cumplieran a cabalidad y no permitir que ningún tipo de pensamiento o sentimiento negativo se apoderará de mi ser, de esa misma manera también tendría que dejarle claro a mi madre que no estaba interesado en una relación con cualquier persona, porque de esa manera también calmaría su ansiedad al saber que sólo me estaría dedicando al negocio que me había propuesto. Convertirme en el CEO del año era un trofeo importante para los nuevos comerciantes que se incluían dentro del plan como nuevos empresarios, así que, si deseaba comenzar con buen pie toda esta situación, tendría que entrar en acción, superar las expectativas de cualquier persona. Encontré el momento adecuado para conversar con Anesha, para que se encargara de los accionistas nuevos en la empresa y el tema de los nuevos autos. —Anesha, deseaba informarte que los planes de inauguración de los nuevos socios de la empresa están a la vista, por lo que es necesario y urgente que te presentes en Guatemala, como entenderás eres literalmente el socio de la empresa y tienes participación muy importante en la misma, necesito ganar la condecoración como el CEO del año. —¡Precisamente estaba pensando en tu entorno! ¿Cuántos socios son los que se encuentran registrados? —Preguntó Anesha con total interés en lo que en verdad debería de concentrarme. —Principalmente son tres con inversión mínima, pero del resto te encargaras, por eso es muy necesario tu presencia, así como también acelerar la entrega de los tres cargamentos que se encuentran en Massachusetts. —Hice ver la urgencia que existía al respecto. —Posiblemente puedas pensar que me precipité en cuanto a comprar de esa manera, pero últimamente no me sentía muy bien, pero como puedes ver la situación está mejorando y estoy más que seguro que esos tres cargamentos no van a ser suficientes para lo que se nos viene encima. —Recalqué al respecto. —¡Como socio de la empresa te voy a sugerir que los envíos desde este momento quedan completamente cancelados! no solamente cuentas con estos tres cargamentos en este puerto, sino que también hay dos en el puerto de Guatemala esperando ser retirados y cuentas con al menos doce autos más en el taller, entonces si lo vemos de esa manera estamos sobrepoblados en cuanto a materia prima. Sinceramente no contaba con esos detalles, la verdad es que, si me precipite al respecto, pero Anesha era el único que me comprendía de esa manera y se encontraba analizando el panorama más allá de la situación económica, tras otorgarle la razón, no me quedo más que entonces responder. —¡Necesito que te presentes inmediatamente! lo había estado planificando desde hace algunos días, solamente que no encontraba el momento adecuado para entablar esta conversación, pero tras una ligera decepción con una persona que mi madre me presento, terminé por convencerme que definitivamente las relaciones personales no son para mí, así que de momento estoy descartando cualquier tipo de encuentro con cualquier mujer en la vida. —¿Con cualquier mujer en la vida, estás seguro de eso Ariel? porque mira que afirmarlo de esa manera son palabras mayores. —¡Bueno, quizás no cualquier mujer en la vida! pero como lamentablemente eso es prácticamente imposible, has de considerar el hecho que mencionar de mi parte cualquier mujer en la vida, estoy hablando directamente de todas las mujeres a excepción de Rubí. —Si ves como no de cualquier mujer en la vida, entonces espera a que me presente y me encargare del resto. —Exclamó Anesha con prontitud. Prácticamente con el camino preparado, sólo me encontraba esperando la presencia de Anesha, era una situación muy sencilla desde mi punto de vista, sólo asistirían algunos cuantos empresarios de renombre del área que de igual manera conocían a mi padre, se encontraban en el lugar para conocer directamente sobre las acciones que uno de ellos ya contaba con la experiencia de mis autos, con eso sin lugar a duda atraería la atención de los demás empresarios e inversionistas del área. Anesha se hizo presente a la empresa el día solicitado, tras revisar cada área de la misma con toda certeza en sus ojos se notaba la satisfacción de observar cada detalle minimalista de la empresa donde se estaba llevando a cabo cada uno de los arreglos mecánicos que se les realizaban a los autos, así que de alguna manera todo estaba transcurriendo normalmente, parecía indicar que todo esto era uno de los mejores comienzos de las empresas fundadas de mi parte. La reunión con los nuevos socios resultó ser todo un éxito, quedaron completamente satisfechos, se ofreció la experiencia de conocer el montaje y desmontaje de los autos, así como también la experiencia de manejar uno de los autos deportivos que se encontraba en exhibición para que así mismo se decidieran en adquirir uno de los que se encontraban en inventario, afortunadamente sólo ese día se logró la venta de ocho autos, eso definitivamente causaba una gran expectativa al respecto, estaba más que satisfecho, lo que me quedaba en ese momento era compartir las ganancias con Anesha. Esas mismas ganancias no entraban directamente en los acuerdos con los nuevos socios, así que debía extender cheques a nombre de Anesha, al no contar con cheques de caja, lo más práctico era llegar a un banco cercano para solicitarlos. Para ello el centro comercial en el cual podría adquirirlos, se encontraba a unos escasos kilómetros, pero la mayoría de empresarios ya se habían retirado del mismo, de igual manera era muy necesario y urgente realizar esa inmediata acción, así que dejé que Anesha se encargará del resto dejándole ver lo urgente de la situación y me dirigí directamente al centro comercial. El tema de los bancos en Guatemala es algo definitivamente muy difícil, largas colas y por más grande que sea el banco, no siempre trabajan a máxima capacidad, no era muy amante de esa situación, pero por la inmediata necesidad me tocó ese día hacer esa transacción. Al salir del banco se me antojo una bebida caliente, no era muy común que mientras me encontraba realizando cualquier transacción de dinero llegara a sentir esa necesidad de sentarme en cualquier lugar para consumir, sin embargo, ese día sin que llegara directamente a sentirme desesperado, me acomodé de la manera más placentera en una de las mesas del lugar, ¡Cómo si alguien llegara a presentarse ante mí! era extraña esa sensación, pero no le di ningún tipo de atención. Al termino de unos minutos, me quedé observando hacia el fondo del lugar donde me encontraba, en el lugar dos mujeres iban caminando dando la espalda de donde me encontraba, pero al parecer una de ellas le susurró al oído que provocó que se diera la vuelta inmediatamente y caminaran de regreso, se encontraban a una distancia considerablemente retirada que en ese preciso momento no me había percatado directamente de la situación. Lo cierto es que inmediatamente comencé a experimentar un latido completamente distinto en mi corazón como si algún tipo de emoción de alegría repentina se tratara, las chicas que venían ahora caminando en dirección hacia donde me encontraba. Las dos contaban con anteojos oscuros y con su bolso de mano, que literalmente era muy común que las mujeres utilizarán, pero al ver a las mujeres en ese sentido ¡Aunque mi corazón lo deseara de esa manera se me hacía increíble creer que podría tratarse de Rubí! El tipo de vestimenta y la manera en la que se estaba conduciendo, definitivamente Rubí no tenía ese aspecto en cuanto a la forma de vestir. Al momento que se acercaron prácticamente a menos de cinco metros de donde me encontraba, fue el momento exacto donde me di cuenta que realmente era Rubí, el corazón se me aceleró de una manera inmediata con la cual sin mayor espera me levanté de la silla para salir al encuentro, dirigirme hacia donde ellas venían caminando. Al instante Rubí se detuvo, ¡No existía duda que era ella! Lo que provocó que la chica que la acompañaba se diera cuenta que ya no iba a la par de ella y voltear a ver cuál había sido el motivo por el cual ella detuvo su marcha, pero fue el momento en el cual ella retiró los anteojos de su rostro y observe directamente y nuevamente esa mirada hermosa de la única mujer que habían logrado superar todas mis expectativas posibles, ¡Si, ahí se encontraba frente a mis ojos Rubí Echeverri! ¿Sera que el destino nos deseaba juntos? O ¿El destino estaba jugando con nosotros?
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