Amor y Mafia

Obsesión

Ante los ojos del CEO Ariel, se encontraba la mujer que fue parte de las circunstancias de desesperación en su vida, aunque después de imaginarse y tratar de superar la partida de esa mujer, definitivamente esa situación no era factible y por un momento fue imposible llegar a imaginarse la vida sin Rubí.

Lo cierto es que al instante que sus miradas se cruzaron, causó esa grata sorpresa de las dos partes, pero así mismo de parte de Rubí causó una inmediata sorpresa inimaginable e impensable. ¿Cómo era posible que nuevamente el destino los estaba uniendo en esas circunstancias?

En ese momento los dos amantes de diferentes clases sociales, no se encontraban pensando si compartían la misma nacionalidad, porque eso era lo que menos importaba en ese momento.

Si bien era cierto que ese centro comercial en el cual se encontraban era un punto de importante afluencia extranjera, lo primero que podrían llegar a pensar es que se encontraban de paseo, de momento no iban a obtener la respuesta, Ariel no se veía con el deseo de salir corriendo para preguntar. ¿De dónde venía, cuál era su nacionalidad? así como también ¿qué era lo que estaba haciendo en este lugar?

Pero se observaban sumamente excitados al momento que de frente se encontraron después de su última ocasión en circunstancias extrañas, pero afortunadamente ahí se encontraba la mujer que arranco literalmente los suspiros del alma y que por culpa de ese cuerpo hermoso y deseable no había logrado encontrar un solo minuto de paz y de tranquilidad desde el momento en que dejo de estar a su lado.

Al instante que ella se detuvo quitándose los anteojos, el rostro de sorpresa que ella mostró tras observar al CEO caminando en el mismo lugar, inmediatamente causó inmediata satisfacción por la manera y la forma en la que ella se estaba mostrando ante Ariel, porque eso daba a entender prácticamente que ella no se imaginó por un solo segundo de su vida que este día se volviera a presentar entre ellos. ¡Mucho menos en Guatemala!

Se respiraba la incertidumbre a su alrededor, porque este tipo de encuentros no era frecuente y de alguna manera el destino se encargó de regresar a la vida los sentimientos de cada uno de ellos, que parecía que comenzaban a engavetarse en el rincón de los deseos de sus corazones.

Ahora contaban con la oportunidad, posiblemente, la única posibilidad en la vida de realmente llegar a establecer una verdadera relación entre ellos, sabiendo el CEO que literalmente esta podría ser la única oportunidad para conquistar definitivamente el corazón e intentar que se quedara a su lado como en aquella noche en Massachusetts, solo que esta vez para siempre.

El CEO observaba la belleza de Rubí sin parpadear un segundo, no salió corriendo a abrazar a su amante por el hecho de no mostrar debilidad, deseaba continuar como un caballero y como una persona difícil de conquistar.

Deseaba mantener la cordura ante esa hermosa mujer que, a pesar de su necesidad de abrazar y besar sus labios, las personas a su alrededor no se lo hacían fácil al CEO, por lo que esperaba en su interior que Rubí deseara lanzarse en sus brazos y labios hasta ahogar en uno de los besos esa desesperación y ansiedad de la cual sufría desde el momento que las esperanzas se perdieron.

Ahora la única manera de saber los sentimientos de cada uno, era acercándose de la forma más calmada posible e incluso mostrando un poco de frialdad al momento de hablar, porque lo importante en ese momento para Ariel era conocer cuáles eran sus verdaderos sentimientos desde aquella noche que ella dejó en esa habitación algo más que un cuerpo satisfecho de amor.

Pareciera ser que el momento entre los dos se había detenido por completo, pareciera ser que ninguno estaba dispuesto a acercarse, más que todo por la impresión de encontrarse bajo esas circunstancias.

Rubí Echeverri se convirtió en la única arma en la cual era más que suficiente para atentar en contra de los sentimientos del CEO, porque sin ella el suicidio de cada uno de los suspiros de su alma estaban a la orden del día, pero ahora ella estaba sirviendo como el aliento de vida que lo envolvía y acariciaba su alma, estaba literalmente llenando sus pulmones de aire y su corazón de sangre.

Ella inmediatamente se estaba convirtiendo en la mujer que nunca debió desaparecer de sus caminos, la mujer que estaba alterando cada circuito de su interior, de ese sistema nervioso que literalmente subía la adrenalina de solo observarla, era una sensación increíblemente apasionante, pero era el momento en el que Ariel debía tomar la iniciativa en el encuentro y tras acercarse lo suficiente exclamo ante una mirada nerviosa de Rubí.

—¿Cómo es posible que la vida me permita respirar nuevamente? ¿Cómo es posible que el destino me esté permitiendo cambiar el testamento que estaba dispuesto a dejar en blanco? —Exclamó el CEO ante la mirada atónita de Rubí. —Realmente jamás en la vida llegue a creer que podría volverte a encontrar, ¡mucho menos aquí en Guatemala!

Pero Rubí en lugar de responder el corazón agitado y temeroso del CEO, tomándolo de la mano que estaba expuesta ante ella, exclamó.

—¡Acompáñame por favor!

Ariel se quedó helado y sin un aparente motivo al respecto ¿Para qué moverse de ese lugar? Pero Ariel solo obedeció y comenzaron a caminar hacia un lugar más apartado del centro comercial, en donde Rubí se hizo sentir de inmediato.

—Ahora dime lo que deseabas hacerme saber, no sabes lo que me encanta escucharte hablar.

Rubí acompañada de su hermana, pero sin mencionar una sola palabra, escuchaba y observaba a Ariel y la manera en la que Rubí se comportó desde que lo encontró en el centro comercial, así que Ariel no se guardó una sola palabra, continuó con su corazón abierto hacia ese amor que ahora se encontraba frente a su cuerpo.

—No te imaginas el inmenso placer que me provocas en este preciso instante, que mis ojos te puedan volver a ver. —Susurró el CEO con ilusión en sus pupilas. —Desearía saber el motivo por el cual los caminos te condujeron hacia mí nuevamente porque, aunque considero que definitivamente esto es obra del destino, déjame decirte que esa noche que te vi partir creí que nunca más te volvería a ver.

La mirada profunda de Rubí no se observaba aun, pero tras escuchar al amor de su vida, depositó sus anteojos en medio de su blusa, estaba demás mencionar que esa acción provoco esa excitación en el CEO.

Realmente con el hecho de estar ahí juntos de nuevo, esas corrientes eléctricas en su piel, cada movimiento de su cuerpo era como un baile exótico qué se mezclaba con el aire y el oxígeno para formar una explosión de sensaciones desorbitantes.

Cada movimiento de su cuerpo parecía ser guiado por diosas y ángeles que movían cada parte de su ser, cada movimiento de su cuerpo no era más semejante que al inmenso placer de sólo observarla, por lo que después de haber escuchado y antes de responder, ella inmediatamente provocó un par de señales a su hermana, para que ella se acercara y tomando de las manos al CEO, Rubí los presento.

Brenda se veía tan misteriosa, con la certeza que ese día cambiarían algunas circunstancias tras el inesperado encuentro entre ellos, pero sin acelerar sus pensamientos, se acercó a esperar que Rubí los presentara con la formalidad del caso.

—Te presento a mi hermana, su nombre es Alejandra. —Eso causó incertidumbre en Brenda, debido a que, si Ariel era el amor de Rubí, ¿Entonces porque ocultaba el verdadero nombre de su hermana? Pero Brenda mostró esa incertidumbre, sino más bien se presentó como es debido y luego de ello, entonces Rubí lanzó algunas preguntas que eran más que necesarias.

—¿Cómo es que te encuentras en este lugar? —Preguntó con entusiasmo. —¡Jamás la vida me alcanzaría para imaginar que podría encontrarte en un lugar o país como este!

Entonces Ariel sospechaba que posiblemente ella se encontraba de visita, aunque no lo confirma aun, pero se adelantó a responder la pregunta e inquietud de su amada.

—¡Porque literalmente aquí es donde vivo! no precisamente aquí en este lugar, me refiero específicamente que en este país está mi residencia y sólo viajo a Estados Unidos u otras partes del mundo cuando es necesario por mis negocios, por eso mismo es que me conociste en Massachusetts, pero todo esto me hace devolverte la pregunta.

Rubí dejó la vergüenza y su emoción y alegría saltaron de su interior tras escuchar al CEO, por lo que ella inmediatamente respondió.

—¡No puedo creer que compartamos la misma nacionalidad y que después de todo solo nos separaban menos kilómetros de lo que podríamos imaginar! —Exclamó con extrema alegría. —¿Cómo es que nunca antes me encontré contigo en este lugar? porque frecuento mucho estas áreas y nunca antes te observe, ¿Por dónde es que se encuentran tus negocios? —Preguntó con inmediatez.

El CEO Ariel un tipo serio, de una moral alta y con valores casi que incorruptibles, no se abstuvo un solo momento en soltar la información que Rubí le solicito, era más que obvio que Ariel no deseaba otra situación más que conservar el deseo que Rubí siempre encontrara el camino de vuelta a su corazón y de eso Ariel se encargó en ese momento.

—Precisamente nos encontramos a pocos kilómetros de este comercial. —Respondió con profunda seriedad. —Precisamente me vi en la necesidad de venir a este lugar porque me urgía realizar unos depósitos comerciales, ¡Pero sin lugar a dudas fue la mejor decisión que lleve a cabo en la vida! porque de no haber sido de esta manera creo que jamás me encontraría con esta oportunidad de mi existencia de volverte a encontrar, así que después de todo siempre valdrá la pena cada una de estas situaciones en las que seas la protagonista de mis caminos.

—¡No seas exagerado Ariel! la verdad es que no puedo ignorar el hecho que de igual manera me he quedado sorprendida por la manera en la cual nos hemos cruzado nuevamente en esta vida. —Exclamó Rubí sin soltar la mano del CEO.

—Desafortunadamente mi querido Ariel, en aquella ocasión en la cual no tenía la más mínima intención de regresar a este lugar, porque llegué a sufrir un daño considerable y de la cual pude haber llegado a caer en coma. —Ariel Montes se preocupó al escuchar esas palabras de su amada, pero ella no dio lugar a que Ariel interviniera.

—Pero gracias a dios superé esa situación y reaccione de la mejor manera después de lo acontecido, algunos familiares me suplicaron que me quedara en Estados Unidos, pero sinceramente no me sentía a gusto en ese lugar, por lo mismo es que hace un par de semanas regrese a Guatemala y desde entonces aquí he estado de vacaciones nuevamente con mi hermana.

—No sabes cuánto dolor me ocasionó esa noche al momento que te vi partir, pero fue aún más terrible todo lo que he soportado a lo largo de estos días, porque estaba prácticamente intentando la manera de sacarte de la mente. —Exclamó el CEO con sinceridad. —¡Por supuesto que nada de eso funcionó y por eso mismo la alegría con la que ahora te veo es completamente desbordante!

El rostro de Rubí cambio al momento que el CEO menciono que intentó olvidarse de ella, pero entonces ella apretando la mano del CEO, con la mirada fija y con deseos de fundir sus labios en su piel, preguntó con celo en sus sentimientos.

—¿Exactamente como intentaste olvidarte de mí? ¿Me parece que has intentado estar con otra mujer con tal de borrar mi piel de tu cuerpo verdad?