Desde ese día en el cual Rubí y Ariel no se habían vuelto a ver, la vida de ambos tomo direcciones completamente diferentes, a pesar que literalmente se encontraban en el mismo país, sin saber que eran compatriotas, disfrutaron de momentos agradables en Massachusetts que de igual manera la situación no les favoreció del todo al momento de compartir ese amor a primera vista que también se convirtió en un amor completamente inspirador principalmente para la vida de Ariel, debido a que a través de la emoción que llegó a sentir por estar al lado de Rubí, la vida le dio un giro a su existencia, llegando a sentir ese tipo de adrenalina del cual afirmaba que le hacía falta para sentirse vivo.
Era como ese sentimiento de oxígeno en su cuerpo que necesitaba para moverse, para respirar y para llegar a sentir que la vida tenía algún tipo de sentido, era un sentimiento completamente inexplicable no solamente el que Rubí había causado directamente en la vida de Ariel, sino que también ella llegó a sentir como ese hombre era el complemento para su existencia.
Rubí definitivamente no era la mujer que cualquier hombre podría llegar a poseer en su vida, porque la manera en la cual ella se desenvolvía no encajaba en ningún sentido de la palabra en la vida de cualquier hombre ¡Incluso cualquiera podría llegar a decir que por pertenecer a la mafia el único hombre que podría llegar a amar a ese tipo de mujer, sería precisamente un hombre de mafia, pero aunque Ariel no era precisamente ese tipo de hombre, su interior en búsqueda de adrenalina y de sentirse vivo, permitió que ellos mezclaran ese tipo de sentimientos y formaran algo más que un conjunto de átomos que al fusionarse podrían llegar a crear universos enteros!
Sin embargo ahora ellos se encontraban separados y cada quien por su lado, Ariel sentía que nuevamente existía un vacío dentro de su ser en el cual cada uno demostraba de una manera distinta, siendo precisamente el caso de Ariel, que tras su regreso a su empresa de autos modificados deportivos exclusivos, encontrando la única manera de desahogar ese tipo de ansiedad por la pérdida por completo de la comunicación con Rubí, comenzó a adquirir lotes de vehículos deportivos al por mayor, con la única excusa que debía de aprovechar el mercado para hacerse de un inventario grande y así evitar que los costos de producción aumentarán en un tiempo futuro.
Nada más alejado de la realidad, debido a que esa ansiedad que llegaba a sentir antes de visitar y encontrarse en terapia psicológica con la doctora Chelsea que tampoco se encontraba en su vida, había comenzado a aparecer de esa manera en la cual esconderse tras un auto deportivo o la compra de un artículo relacionado con autos era su única escapatoria a la ansiedad.
Anesha comenzó a sentirse muy preocupado por la manera en la que Ariel últimamente se había estado comportando, consideraba definitivamente que no era congruente la forma en la que Ariel se estaba comportando en los últimos días, ignoraba por completo las llamadas mensajes o correos electrónicos que le enviaba constantemente para conocer sobre ¿Por qué del envío de las adquisiciones de una manera compulsiva?
Anesha estaba al tanto que su primo padecía directamente de ese tipo de enfermedad compulsiva que le producía la ansiedad en su vida, solamente que no estaba completamente seguro de saber la razón exacta por la cual estaba sucediendo ese tipo de situaciones, ya que aunque de alguna manera fuese coherente el hecho de adquirir ciertos modelos de automóviles a un precio reducido en compras mayores, ¡No era del todo coherente que se excediera realizando ese tipo de inventario por ser muy repetitivo y no tener clara la visión en cuanto a la venta de cada uno de ellos!
Tras no recibir ningún tipo de respuesta de parte de Ariel, se preocupó de tal manera que prefirió comunicarse con su tía en este caso la madre de Ariel, para que ella intentara establecer algún tipo de conversación con su hijo y hacer que entrara en razón en cuanto a los gastos desorbitantes a los cuales se estaba comprometiendo al adquirir un monto tan alto en cuanto a inventario.
—¿Cómo te encuentras tía? —Anesha no sabía exactamente como conversar sobre el asunto, porque era muy extraño que tomara el teléfono solo para saludar.
—¡Pero que sorpresa hijo! ¿A que debo el placer de tu llamada? Es extraño que me llames así de pronto. —Respondió la madre del CEO.
—Siento mucho ser muy directo y perdóname por no ser constante en mis saludos contigo, el asunto es que he tratado de comunicarme con Ariel y no lo he conseguido ¿Sabes algo del primo?
—De hecho, conversé con Ariel hace poco, pero me parece extraño que no te atienda el teléfono.
—Por ello es que he preferido llamarte, pero deseando de alguna manera que tampoco le des aviso y que de alguna manera me puede hacer algún tipo de reclamo por esta situación.
—¡Tranquilo Anesha! Cuéntame ¿Qué es lo que está sucediendo con Ariel? —La madre del CEO mostró inmediata preocupación.
Anesha lamentaba el hecho que Ariel no se abstuviera de mantener ese tipo de actitudes, pero la situación lo ameritaba, a lo que comenzó a explicar y dar en sobre aviso el comportamiento de su primo.
—Sinceramente tía, déjame decirte que Ariel está atravesando por alguna situación que no ha me lo ha hecho saber, me preocupa porque ese trauma debería estar en el olvido y solo tú puedes ayudarlo.
—Ciertamente es una situación muy complicada de lo cual me duele y me lástima que mi hijo esté actuando de esa manera, de alguna manera deseo saber, ¿Por qué es que Ariel nuevamente está actuando de esa forma obsesionada y ansiosa con los autos, debes saber algo, como algún tipo de información que me ayude a comprender por lo que mi hijo está atravesando?
—Podría de alguna manera mencionar que su depresión podría ser provocada por temas amorosos, pero es algo que sería mejor que lo conversaras directamente para que entonces sienta que existe un apoyo como siempre has sido para su vida. —Recomendó Anesha a la madre de Ariel, sin dejar de lado la preocupación que sentía por su primo.
—Con esto es más que suficiente Anesha, entonces se trata de una mujer, pero ¿Cómo es que Ariel este sufriendo de esa manera por una mujer? Ese comportamiento de su parte es un poco innecesaria y difícil de creer, pero en cuanto vuelva, tendrá que escucharme.
Anesha colgó la llamada e intentar comunicarse nuevamente, situación que fue completamente inútil. Esa misma noche, Ariel se presentó a su residencia, pero la madre se encontraba esperando para intentar conversar y que le explicara lo que estaba sucediendo en su vida.
—¿Qué haces despierta madre? —Le preguntó el CEO a su madre con un raro sentimiento en su pecho. —Te he dicho que no es necesario que me esperes porque tengo la edad suficiente para saber lo que estoy haciendo sin necesidad de ofenderte en la forma en que te lo estoy aclarando.
—Buena noche hijo, ¡Deja de un lado la agresividad! Me preocupa que salgas a la defensiva sin motivo alguno, solo deseaba conversar contigo un momento, pero has llegado demasiado tarde estos últimos días.
—He venido tarde estos últimos días, porque constantemente me encuentro trabajando en la empresa y por fuera de la misma para que todo mejore y sea aún más exclusivo de lo que ya lo es. —Aclaró el CEO a su madre, pero terminó por indicar.
—Es la única manera en la cual llegaré a traspasar mis objetivos, así que te pido de favor que no me sigas esperando hasta tarde, de lo contrario no podré continuar viviendo contigo, para evitar tus desvelos y preguntas incomodas.
—¡Lo que sucede hijo es que me preocupa no solamente tu salud sino también la manera en la que has estado actuando últimamente! sabes que puedes ser muy honesto conmigo que me puedes contar lo que tú desees, que puedes abrir tu corazón sin importar lo que estés guardando ¡No podrás de alguna manera causarme algún tipo de impresión por lo que me puedas llegar a contar! soy tu madre y necesito saber que te encuentras bien y si aun así te marcharas, siempre trataré la manera de estar al pendiente de ti ¿Qué es lo que está sucediendo contigo?
Ariel un tanto indeciso porque definitivamente no era el tipo de personas que llegara a sentarse y conversar de los problemas por los cuales estaba atravesando, directamente se podría llegar a decir que no era un problema en concreto en el cual se encontraba, pero el hecho de estar sufriendo por una mujer, se consideraba un problema sentimental, lo que tras la insistencia de su madre y tras unas lágrimas de preocupación, se vio en la necesidad de conversar el asunto con ella.
—¡El asunto madre es que realmente si se trata de un problema en específico! el problema es que, aunque deseara olvidar esa figura de mi mente, no me es posible, he tratado la manera de asimilar el hecho que no podré volver a estar con esa persona, por qué no tengo ni su número telefónico mucho menos su dirección o nacionalidad a la cual pertenece. —Bajó la mirada y se perdió en el suelo de su habitación.
—Pero eso no debería de ser un problema hijo, ¿En qué momento sucedió esto? ¿Acaso tuvo que ver ese viaje al extranjero? —Le preguntó con más confianza la madre al CEO.
Las sospechas comenzaron a llenar la cabeza de Ariel al escuchar a su madre hablando de esa manera, por lo que de inmediato Ariel pregunto.
—¿Anesha te comento algo al respecto verdad? No deberían de hablar a mis espaldas, es algo que no soporto sinceramente. —Ariel Montes se levantó de su asiento y le dio la espalda a su madre que no dejo de insistir.
—Pero es por tu bien Ariel, porque Anesha no fue directamente el que me lo hizo saber, más bien le saque la verdad. —Le aseguró la madre.
—No importa, lo que quiero decir con esto madre, es que he tratado la manera y la forma de ubicarla de muchas maneras, pero todas han sido infructuosas y no he llegado a concluir la búsqueda hacia ella, el asunto es que siento que la necesito en la vida para estar bien por siempre, realmente madre necesito estar al lado de ella, mis sentimientos se encuentran encontrados y me estoy desesperando.
—Porque no te desahogas con alguien más hijo, considero que encontrando a una persona que cumpla con tus expectativas, podrías llegar a olvidar a esa mujer. —Le propuso la madre al CEO, con algunas ideas en su cabeza.
—¡Eso jamás madre! ni se te ocurra volver a mencionar algo así, disculpa, pero debo continuar trabajando.