Autos en Exhibición

2118 Words
Rubí estaba convencida en regresar nuevamente a la ciudad y encontrarse con el CEO en su empresa, a pesar de ello el CEO prefirió no ilusionarse que pronto volvería a encontrase con Rubí ¡Mucho menos esa noche!, pero Rubí tenía toda la razón en cuanto a mencionar que conocía de cierta manera a su hombre, que Ariel se llegaría a sentir desesperado y ansioso por encontrarse de vuelta. Definitivamente en ese sentido Rubí comenzaba a conocer la personalidad de Ariel y era toda la verdad al respecto, pero tras haberse separado en ese comercial, el CEO inmediatamente regresó a su empresa y en donde su primo Anesha se había encargado de culminar los negocios, sin saber que Ariel deseaba quedarse con uno de los autos, precisamente el 911 que le había vendido a un empresario de nombre Uriel. A pesar de todo, la venta estaba concretada y Ariel dejaría de prestar importancia a esa situación porque ahora existía algo más interesante en su vida que unos autos. —¿Has vendido los autos que estaban en exhibición? ¿Por qué no me avisaste con tiempo? —Le preguntó el CEO a su primo, con la clara evidencia de molestia en su rostro. —Se me olvidó por completo mencionarte que el 911 no pensaba venderlo, pensaba quedármelo porque sabes lo mucho que me gusta ese tipo de auto. —Definitivamente necesitamos más comunicación en los negocios Ariel. —Respondió Anesha al CEO. —Déjalo así, después de todo es una venta y me imagino que se fue a un buen precio, pero fuera de eso tengo algo muy importante que comentarte, ¡Créeme que vengo muy contento! —Exclamó el CEO con exaltación en sus palabras. Era de esperarse la felicidad que irradiaba Ariel y que Anesha percibió de inmediato. —¡Eso lo observe inmediatamente primo! ¿Cuál es la razón por la cual vienes tan feliz caminando por ahí como si no existieran los autos? ahora me vas a decir que te has vuelto ecológico y por eso vienes sonriendo. —¿Ecológico? No se trata de eso, pero sí me he vuelto a enamorar. —Susurró el CEO con un brillo diferente en sus ojos. —Por fin ahora puedo asegurar que mi destino está escrito y por fin me siento tranquilo, porque sé que en esta ocasión no se volverá a alejar de mi vida. —Pero ¿Qué fue lo que sucedió? ¿No me digas que te encontraste a Rubí? ¿Pero cómo es eso posible? ¿Acaso me has mentido en cuanto a mencionar que no sabías nada de ella? —Le preguntó Anesha con incertidumbre en sus palabras. —¡La verdad es que todo fue muy instantáneo Anesha! el tiempo se me pasó por completo y no me importó lo sucedido anteriormente, aunque puedo dejarte claro que, si de alguna manera me sentía preocupado, porque la última vez fue cuando la llevaban en brazos herida prácticamente me imagine que existían dos opciones. —La verdad es que piensas demasiado Ariel. —Recalcó Anesha. —Siempre debo considerar las opciones, por lo que una de ellas cabía la posibilidad que tras ese incidente ella se encontrara muerta, la segunda opción es que definitivamente Rubí solo decidió desaparecer en cualquier parte del mundo, afortunadamente se vino a perder a la mejor parte del mundo y ese mejor lugar es a mi lado. —Exclamó el CEO mientras se frotaba extrañamente las manos. —Pero ¿cómo es que sucedió esto? La verdad me dejas impactado con todo esto, mientras me ocupo de la empresa, el CEO anda de amores en la calle sin preocupaciones. —No te molestes Anesha, no te puedes imaginar lo feliz que me hace sentir y más ahora que sé que en cualquier momento puede aparecer para que salgamos, porque en el preciso instante en el cual ella aparezca entrando por esa puerta o llamándome a este teléfono, no voy a permitir que se me pierda de la vida de nuevo, esa mujer es para mí, seguramente ella también puede llegar a sentir que nos pertenecemos, que nos merecemos una oportunidad en la vida, que merecemos estar juntos por el resto de nuestras vidas. —Pero ¿ahora si sabes a lo que ella se dedica realmente? —Preguntó Anesha al CEO con malicia en su corazón. —Porque sinceramente es muy misteriosa la manera en la que ella se maneja por ahí en escándalos muy perturbadores. —¡No me importa Anesha! Estoy dispuesto a aceptar todo de ella, estoy seguro que conmigo puede dejar la vida que esté llevando y ser más que feliz a mi lado. —Aseguró el CEO sin preocupación alguna. El CEO saltaba de la alegría que se encontraba en su corazón a pesar que eso no era bien visto por parte de Anesha, debido a que dudaba de Rubí de tal manera que no le inspiraba confianza alguna, ciertamente así debía ser, pero Ariel enamorado y entregado, ahora mismo no veía nada de lo que se encontraba por fuera de Rubí. —¡Sinceramente no entiendo Ariel! ¿Cómo es que La vida los vuelve a colocar juntos? —Le preguntó Anesha con incertidumbre y sin dejar de dejar clara su observación. —Sin embargo, me alegra, porque eso quiere decir que vas a estar más centrado en el trabajo y no vas a continuar con el despilfarro como si no existiera un mañana, al menos con ella ahora podrás encontrar tranquilidad, porque mi tía ha estado muy inquieta por tu comportamiento, espero que todo esto ayude a mejorar y por favor te encargo que te mantengas centrado en todo lo que tengas que hacer en este lugar. Ahora Anesha estaba intentando la manera de hacer entrar en razón a Ariel para que no descuidara en ningún sentido de la palabra la empresa, pero Ariel en su ilusión y emoción en ese momento no encontraba las horas que Rubí volviera a aparecer en su vida, sin saber que prácticamente ella ya se encontraba de regreso en su búsqueda y muy certero encuentro. Mientras Rubí iba de vuelta a la ciudad capital en busca del CEO, se encaminaba imaginando cada escenario que prácticamente podría llegar a suceder entre ellos. principalmente porque en ningún motivo ella desearía involucrar a Ariel en cualquier tipo de problemas relacionados con la mafia, de igual manera sabiendo que literalmente era su mundo y no podría alejarse o retirarse directamente de esa situación, es que Rubí todavía iba dudando si contar la verdad a Ariel respecto a su vida personal. Lo cierto es que Rubí completamente ilusionada y enamorada de Ariel y no deseaba de alguna manera alejarse o retirarse de su vida para permanecer completamente a su lado y que ese amor que ella sentía hacia Ariel, creciera con mayor intensidad. Rubí insistía de alguna manera en buscar el amor esa noche y a la santa voluntad que su destino no le jugara una mala carta esa noche. Rubí tomando las decisiones pertinentes, iba directamente a enfrentarse a la realidad, era lo único que le quedaba, era la única esperanza de vida que ella lograba entender que el destino le estaba permitiendo en ese momento, ya que desde el momento en que conoció a Ariel, ella consideraba el hecho que el destino le estaba dejando de frente la mejor versión del amor que podría llegar a encontrar en toda su existencia, aunque bien lejos de ser solo un amor, se estaba considerando ser un salvador para su vida, por lo que ahora mismo se estaba dirigiendo hacia su destino y Ariel estaba esperando ese sueño con los brazos abiertos. Rubí llego de inmediato a la parte central de la ciudad en su motocicleta, imaginó que Ariel estaba esperando que ella provocara esa llamada, pero antes de provocarle esa situación, prefirió dirigirse directamente a la empresa del CEO, de esa manera conocer cómo era la empresa de la cual Ariel se sentía muy orgulloso. Sentía esa enorme intriga de conocer todos los autos que Ariel tenía en su poder, puesto que el empresario y CEO había dejado en exposición sus autos personales lo cual le daba una enorme vista a la empresa y con ello definitivamente una enorme categoría. Pareciera ser que un joven de su edad no era propicio para ese tipo de situaciones en cuanto a los negocios, pero definitivamente Ariel estaba dando la sorpresa, permitiendo que sus acciones tomarán un valor importante en el mercado, por ello es que la empresa de Ariel era considerada como la de mayor importancia y nominada a mejor empresa, así como también el CEO del año, la cima no era el tope del éxito, sino más bien llegar más allá del cielo y darse a conocer mundialmente era el objetivo principal del CEO. Mientras tanto eso llegaba a ser verdad en la vida de cada uno de ellos. Rubí ya se encontraba en camino, mientras que Ariel ansioso y deseoso, se encontraba en su empresa dentro de su oficina apreciando todo el panorama de la misma, mientras por su cabeza no dejaba de existir esa ilusión de ver a Rubí, pero sus pensamientos muy pronto podrían ser verdad, Ariel exclamaba en su interior. —Si supieras Rubí, ¡Cuánto desearía que te quedaras a mi lado para siempre! Brenda se lo hizo saber cómo tal a Rubí y no se equivocó en lo absoluto, Ariel era muy serio, pero si algo provoco Rubí en Ariel, era precisamente el hecho de dejar ver sus intenciones y deseos profundos, era como si Rubí lograra desnudar el alma de Ariel. Ariel de alguna manera se encontraba desconsolado por la situación, pero no abandonaba la ilusión de encontrarse con Rubí nuevamente, pero al instante que se encontraba en ese parámetro de tristeza y de ilusión, el teléfono comenzó a vibrar, lo que también provocó que su corazón comenzará a acelerarse. La llamada provenía de un número desconocido y privado, pero era su número personal, lo que aparentemente daba a entender que nadie más que Rubí podría ser la persona que se comunicaba en ese momento, así que tomando el teléfono inmediatamente para que la llamada no se cortara y con la esperanza hasta el cielo, atendió la llamada inmediatamente. —¿Quién habla? —Exclamó con algo de timidez e inseguridad, a lo que escucho de inmediato la voz de su amada. —¿Ariel, eres tú verdad? ¿Dónde te encuentras ahora mismo? —Preguntó Rubí con algarabía en sus labios. La alegría era más que evidente y su corazón se aceleró aún más, ¡Rubí apareció aun así del otro lado del teléfono! Apresurándose a responder para no hacer su espera un tanto inquietante. —¡Rubí, no imagine que llamaras tan pronto, pero me causa una enorme alegría escucharte! ¿A que debo tu pregunta y llamada? —La incertidumbre y el deseo embargo el cuerpo del CEO. —¡No creas que creeré que no estabas esperando mi llamada! incluso puedo saber y sentir en tu nota de voz que estabas algo triste al respecto. —Respondió Rubí con seguridad. —¿Pero sabes algo? me agrada que seas así Ariel, me agrada, porque eso quiere decir que tus sentimientos son puros y necesarios para mi vida, independientemente de tu formalidad y de ese carácter tan fuerte que tienes en cuanto a tu presencia, porque si nadie te lo ha mencionado anteriormente, déjame decirte que tienes una presencia contundente donde quiera que te encuentres, no por título eres el CEO de una gran empresa, ahora bien ¿Sabes que me encantan los autos que tienes en exhibición? ¡Me encantaría tener la oportunidad de conducir uno de ellos en algún momento que sea posible y que así mismo nos podamos encontrar! La duda salto inmediatamente en Ariel, ¿Cómo era eso que le fascinaron los autos que se encontraban en exhibición? Claramente Rubí estaba cerca o incluso por fuera de la empresa del CEO, a lo que Ariel preguntó con la duda en sus labios. —Pero ¿Cómo es que sabes que tengo autos en exhibición? Dime ¿Dónde es que te encuentras realmente ahora mismo? ¡¿No me digas que te encuentras afuera de la empresa?! —El corazón del CEO se aceleró de inmediato tras la inquietante situación. El silencio se hizo escuchar en la llamada, Rubí mordiendo parte de sus labios antes de responder la pregunta con admiración de Ariel, entonces fue que le dio a conocer su posición. —¡Si mi amor, he venido por ti! Espero que te encuentres libre, porque deseo salir contigo esta noche, ¿Se puede?
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