El Deseo de Amarte

2292 Words
—¡Mas bien! ¿no te encantaría entrar y conocer la empresa? voy a enseñarte a detalle cada uno de los autos que se encuentran en exhibición, así como también los que se preparan para la venta y si lo deseas haces tiempo para conocer mi oficina ¿Qué te parece? —Le preguntó el CEO con el único objetivo que Rubí se quedara a su lado. Rubí sabía que Ariel no iba a desaprovechar la oportunidad que se le presento en ese momento con ella, por lo que sin dudarlo respondió a la invitación de Ariel. —¡Eso Sería magnífico y especial! sólo que ¿No sé dónde puedo dejar la motocicleta? —Respondió tímidamente Rubí. —¿Entonces si te encuentras afuera de la empresa cierto? Permíteme un segundo, de inmediato abriré el garaje para que ingreses, será un honor que tu motocicleta también conozca a mis bebes. En ese momento Ariel abrió la puerta de su empresa, pero no solamente estaba permitiendo ingresar a lo que era el centro de operaciones de su vida, sino que también estaba dejando ingresar a lo más profundo de su corazón a Rubí, eso sin duda sobrepasaba cualquiera de los límites que hasta el momento podría mencionarse que existían entre ellos, lo que causo una enorme grata impresión a Rubí al darse cuenta que Ariel no necesitó saber de su vida íntima, para permitir el ingreso a su vida entera. ¡No conocía en lo absoluto sobre la vida de Rubí! pero la confianza que demostró inmediatamente no era más que el síntoma de lo enamorado que se sentía, mismo amor que contagio a Rubí y que así mismo hacía sentir que había un futuro a su lado, un bello y hermoso futuro del cual quería llegar a experimentar de cualquier manera posible. no se encontraba en la disponibilidad de perder a ese hombre que con un carácter increíble con una presencia imponente se hacía respetar de quienes no lo conocían, pero así mismo Rubí lo catalogó como un peluche de caramelo lleno de ternura y de suavidad. Sin lugar a duda Ariel ya se estaba convirtiendo en el amor de su vida, sin temor a equivocarse. Ariel era todo lo que necesitaba para sentirse feliz y tranquila de ser posible hasta la eternidad, solo soñaba y esperaba, así como también anhelaba que de igual manera llegará a sentirse el CEO de igual manera con ella. ¿Pero qué dudas existían? aunque las veces que se entregaron al deseo y su cuerpo sin pudor, dejo claro lo intenso de ese deseo y amor, no tenía valor alguno porque era incalculable el sentimiento que le hizo sentir en esas dos ocasiones que se entregaron a la pasión, por lo mismo es que ahora Rubí buscaba al amor, porque necesitaba sentir ese corazón latir en su pecho, necesitaba directamente sentir el amor de ese hombre que seguramente estaba más que dispuesto a entregarse sin condición alguna ante su persona. —¡Por aquí Rubí! Dirígete por este lado, en este lugar puedes dejar tu motocicleta, en esa área de dónde se encuentran los demás autos para la venta, de pronto esta noche salgas con uno del que más atraiga tu atención. —Exclamó el CEO con inmediata sonrisa en su rostro. —¡No Ariel no seas así, estás diciendo que prácticamente he venido a verte por interés! Nunca llegué a pensar eso de ti, disculpa, pero eso me haces sentir. —¡No mi princesa, no fue esa mi intención! —Ariel se disculpó y cambio de actitud al instante. —¿Puedo pedirte un favor? no me llames princesa por favor, es algo que luego te comentare. —Exclamó Rubí con incomodidad en ese momento. Ariel había mencionado en forma de broma lo del auto, pero la verdad es que de igual manera Ariel contaba con un enorme corazón que no le importaba deshacerse si así se tratara de su vida misma para que los demás encontrarán la felicidad. Rubí sabía de antemano que no lo mencionó de una manera en la cual su intención era ofenderla, sin saber que realmente al final de esa noche, Rubí saldría en un auto nuevo, su corazón estaba saltando de alegría tras encontrarse de nuevo, para Rubí era una admiración la manera en la que lucía la empresa de Ariel, contaba con detalles muy sofisticados así como también muy lujosos, por lo que definitivamente el precio de cada auto valía cada centavo, de eso no había la menor duda, pero esa noche era la afortunada de estar a solas en esa enorme empresa con el mejor CEO que conoció. Ariel se encontraba frente a Rubí, no se atrevía directamente a tomarla entre sus brazos, el nerviosismo o manera tímida de actuar era más que evidente y esa era una de las circunstancias que a Rubí le apasionaba de Ariel, pero al observar que no se atrevía directamente a acercarse con la intención de provocar ese beso, se acercó muy provocativamente a sus labios, rozando cada parte de su rostro con sus labios, lo que permitió que él tomará inmediata confianza abrazándola por la cintura y recostarla contra el auto, fue un beso completamente pasional el que sostuvieron en la acción, después de meses el fuego se estaba reavivando aún más de lo que ya se encontraba. Ariel besaba apasionadamente y desesperadamente como si nunca hubiera pasado entre ellos, de no haber sido porque realmente en ese preciso instante no estaba directamente dispuesto a provocar otro tipo de situaciones es que no terminaron recostados haciendo el amor en el auto o incluso en el piso de la empresa. El CEO simplemente se limitó a besar y acariciar cada parte del cuerpo de Rubí contra el auto y sintiendo ese roce entre sus piernas rozando ese cuerpo excitado y húmedo de Rubí, realmente deseaba ardientemente que se atreviera a más y arrancara la ropa para sentir su cuerpo sobre su piel, lamentablemente no sucedió de esa manera, ¡Al menos no en ese momento! Posterior a ese beso y tras soltarse, Rubí no se limitó a mencionar lo hermoso que le parecía el lugar. —¡Realmente es una hermosa empresa Ariel! nunca imaginé que una persona como tú encontrara tanta inspiración y muy buen gusto por los autos, sinceramente solo de verte me impresionas, pero ahora estoy más que impresionada contigo Ariel, me has dejado completamente encantada y con ganas de conocer más de ti ¿Qué es lo que deseabas enseñarme? porque quiero conocer todo más a profundidad, cada rincón de ser posible de tu corazón y de esta empresa. —¡Acompáñame! como primer punto te enseñaré la oficina para que después conozcas el resto de la empresa. —Respondió el CEO con el deseo de continuar besando a su amada. Las palabras certeras y decididas de Ariel no dejaron nada a la imaginación en ese momento, era notable que Ariel y Rubí se deseaban con frenesí y descontrol, prácticamente no eran dueños de sus deseos y la lujuria que se dejaron sentir en el momento de su encuentro repentino y explosivo. ~Rubí Echeverri~ Ariel me condujo hacia su oficina que se encontraba en la parte más alta de la empresa, era una empresa enorme y solo alcanzaba a ver cada detalle con el que contaba y la manera minuciosa con la que me imagine que se dedicó a construir el lugar. ¡Verdaderamente era un espectacular lugar el que Ariel había creado! Me impresiono como es que tantos autos lujosos y sin miedo a que la delincuencia común ingresara a la empresa para ocasionar un alboroto, pero no contaba hasta ese momento que Ariel contaba con una de la mejores condiciones de seguridad que bloqueaba inmediatamente cualquiera de los autos que se encontraban en el lugar, así como la activación de al menos cinco o seis alarmas silenciosas y cámaras de seguridad de alta gama con reconocimiento de voz y rostro, que se encontraban en cada parte y ángulo de la empresa, eso al principio no fue fácil de creer, pero el momento en el que ingresamos a la oficina me preguntó inmediatamente. —¿Cómo te está pareciendo el recorrido Rubí? Esta es solo una parte de la empresa, pero muy pronto conocerás el resto. —Lo mencionó con orgullo en su voz. —La verdad es que esta fantástico el lugar y me agrada cada detalle que has colocado a lo largo del mural de exhibición y los autos que se encuentran en exhibición son de lo más exquisitos ¿Esos también están a la venta? —Le pregunté para mostrar interés. —¡Para nada Rubí! Esos autos son de mi colección privada y solo se encuentran aquí para que resaltaran y se exhibieran, en lugar de mantenerlos en mi garaje llevando polvo, por lo regular no suelo sacar a pasearlos muy seguido, por lo que he decidido traerlos de exhibición, pero permíteme un segundo, apagare las cámaras de vigilancia de esta zona, porque deseo estar a solas contigo ¿No queremos que alguien más nos vea aquí verdad? A menos que seas exhibicionista. Eso sin duda me causo intriga, ¿Qué? me dio a entender que existía alguien más, por lo que se lo hice saber inmediatamente. —¿Exactamente a que te refieres con alguien más? ¿Acaso hay más personas o una sala de mandos en la empresa? —Le pregunté con inquietud. —¡No exactamente mi amor, pero Anesha recibe en tiempo real las imágenes de esta empresa y todo queda almacenado en la nube! Pero ahora mismo está más que seguro el lugar, por lo que eso le hará entender que me encuentro ocupado y no deseo ser visto por nadie más. Eso me hizo creer que Ariel provocaba situaciones así a menudo, por lo que estando cerca de su cuerpo, le pregunté. —¡A la vez me causa algo de curiosidad eso Ariel! ¿Nunca te has grabado haciendo el amor con alguien en este lugar? En lo personal me excitaría que alguien me observara haciendo el amor contigo específicamente, porque tú me excitas como no puedes imaginarte. —¿Podríamos intentarlo si eso es lo que deseas? —Preguntó Ariel con el deseo sobresaliente en su pantalón. —Solo que no desearía que nadie más observara tu cuerpo Rubí, no estaría dispuesto a que alguien más sienta algún tipo de placer por estar viendo tu piel sobre la mía y entregándote con pasión a mi deseo, eso lo podríamos hacer solo entre nosotros, sería como excitarnos con nuestra propia película para adultos ¡Eso sí sería altamente excitante! Pero creo que esta noche no se podrá, ya lo intentaremos en otra ocasión. Aunque Ariel era todo un amor de hombre conmigo, me pareció demasiado frio o calculador al momento de referirse que no deseaba que nadie más nos observara, sinceramente me dio a entender en ese momento que Ariel no estaba ni cinco centímetros dispuesto a compartir una parte de mi piel y no se diga de mi corazón, ¡Era todo lo que me hacía falta para terminar de derretirme de deseo por ese hermoso hombre! A lo que, tras esa situación, me apresuré a preguntar. —Entonces ¿por dónde deseas comenzar? Estoy abierta literalmente a cualquier pensamiento de tu deseo y lo que desees hacer conmigo. —Susurre con el deseo saliendo de mi interior. —¡Realmente solo deseo tu amor Rubí, solo deseo amarte, aunque sea en esta oficina, pero solo deseo tu amor! ¿Podrías hacerme el amor suave y despacio como si solo se tratara de estar sintiendo el corazón latir del pecho como un algodón de azúcar? ¿Cómo algodón de azúcar? Me pregunté al instante, me pareció tan tierno de su parte. ¡No se diga más al respecto! Exclamé en mi interior. Ariel lo que intentaba en esa noche como primer encuentro después de habernos dejado de ver por unos meses, creyendo que ese encuentro entre nosotros sería el último en la vida, era solo sentirme en su corazón, era un tanto extraña la manera en la que a veces Ariel podría llegar a reaccionar en cuanto a las cosas del amor, pero sin duda eran las cosas más extrañas y adorables posibles. No estaba en búsqueda de un amor salvaje como otros lo deseaban conmigo. Ariel no se encontraba deseoso que me rompiera el trasero para hacer que su deseo explotara entre mis piernas, ¡Ariel solo deseaba que nuestro amor y los encuentros que desde ese día se produjeron más seguidos, solo fueran llenos de amor y deseo incontrolable, pero sin llegar a la brutalidad! Aunque de vez en cuando una buena cabalgada salvaje no estaba de más. Era tan tierna la manera en la que Ariel me tomaba entre sus brazos fuertes y seductores, provocaba que me sintiera en el paraíso del placer sin necesidad de ser arrebatado y provocar violencia a la hora de introducir su sexo en mi deseo, sin lugar a dudas Ariel sabia ¡Como hacer el amor con amor y no con sexo! Era un tanto difícil explicarlo de esa manera, pero siento que Ariel comenzaba a hacerme sentir que era posible hacer el amor de tal manera que solo con rozar la piel me provocara orgasmos que me elevaban hasta el cielo y un poco más allá que eso. Entonces se produjo el encuentro que deseaba con Ariel, sentado en su silla presidencial me hizo la invitación a que me acercara, no era necesario siquiera que lo provocara de esa manera, tras ello mencionó. —Solo hazme recordar ¿Por qué es que te deseo más que a la vida misma?
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