Te Buscaré

1796 Words
Ariel no respondió al respecto, pero su silencio era más que obvio y motivo para dar a entender que fue de esa manera, aunque Ariel no precisamente lo provocara así. Rubí lejos de molestarse por el asunto en cuestión, se acercó para susurrar al oído. —¡No te preocupes mi vida! suelo causar ese impacto en algunos hombres, pero tú has logrado sobrepasado mis expectativas, caso contrario déjame decirte que tampoco he logrado olvidar tu enorme deseo por mí. —Exclamó dejando su deseo clavado en el oído del CEO. Ariel Montes no logró ocultar sentirse avergonzado por esas excitantes palabras y delante de la hermana, pero se imaginó que siendo hermanas y entre mujeres se platicaban con mayor confianza en situaciones como ésta, por lo que intentando despojarse de la vergüenza, respiro muy profundo para responder de la mejor manera posible. Porque, aunque en definitiva no llego a suceder de esa manera, si había llegado a tocar otra piel que no fuese la de ella, en ese sentido de la palabra ya se encontraba en una situación prácticamente complicada, sólo que de alguna manera no estaba tan consiente de la situación y por esa misma razón es que ella inmediatamente mostró su deseo por el CEO. —¡No precisamente lo provoque de esa manera! —Exclamó aun con la vergüenza en sus labios. —Como te mencioné no es que precisamente mantenga presente ese tipo de intenciones o de acciones en cuanto a visitar constantemente ese tipo de lugares, porque la verdad es que de no haber sido por la decepción que estaba llevando tras no haberte vuelto a ver la primera vez que no regresaste al parque, ¡Jamás me atrevería a llegar a un lugar así! Rubí sonreía al momento que escuchaba hablar al CEO avergonzado frente a ella, pero las palabras del CEO no dejaban de mostrarse serias e inquietantes ante la sonrisa de dos damas. —Pero en esta tercera ocasión fue aún más difícil, hay muchas cosas de las cuales literal y prácticamente no te he comentado sobre mi vida, pero tras la decepción que nuevamente estaba llevando por ti, más bien esa decepción a la cual había entrado, que asimismo me estaba arrastrando a la desesperación, surgió una situación con una persona, créeme que nunca más en la vida podría llegar a satisfacer mis sentimientos con otra persona a menos que no seas tú. —¡Espera Ariel! No tienes por qué darme esas explicaciones, sinceramente es tu vida y creo que cada uno ha tomado las circunstancias de diferente manera. —Le hizo ver Rubí al CEO para que no continuara con las aparentes explicaciones. —Pero después de todo me alegra que no me puedas olvidar, porque de igual manera, no puedo hacer lo mismo contigo. —Terminó por recalcar Rubí. Brenda inmediatamente intentó ocultar su sonrisa en la manera en la que Ariel se expresó y luego Rubí le respondió, misma situación que provocó a Rubí sonreír, con la excepción que no lo oculto porque le pareció gracioso el hecho que Ariel siendo un CEO exitoso y de carácter serio, se encontrara en una situación de timidez entregando excusas. Sin duda las dos mujeres notaron que Ariel se moría de amor y de ilusión por Rubí, porque prácticamente en ese momento ella estaba completamente segura del impacto que había dejado en su vida tras esos dos encuentros anteriores entre ellos. Estaba más que convencida que prácticamente entre ellos podría existir algo más que sólo encuentros fugaces y que innecesariamente tendrían que estar pasando por situaciones en las cuales cada uno de ellos pareciera que resultaría el último, definitivamente no estaban dispuestos a que eso volviera a suceder, por lo que ese día Rubí definitivamente no se podría perder de vista y Ariel tendría que recabar toda la información necesaria para que ella estuviese completamente segura de lo que estaba y no había dejado de sentir por ella. —¡Te mencioné que no alcanzaste el objetivo de olvidarme con otra mujer, afortunadamente no lo conseguiste! —Volvió a exclamar Rubí. —Aunque no lo creas por mi sonrisa, créeme que me siento deseada de tu parte y asimismo considero que eres muy sincero en lo que has mencionado, para ser muy honesta contigo y cómo se lo hice saber a mi hermana es que también llegué a sentir que no te volvería a encontrar, las circunstancias que me rodean no son las más adecuadas, pero creo que podríamos llegar a establecer algún tipo de relación en la cual ninguno de los dos salga perjudicado de esto. ¿Perjudicado? —Se preguntó el CEO en su pensamiento. Continuaba sin entender ese misterio que rodeaba a Rubí desde siempre, aunque deseaba saber con exactitud esa situación que no le permita a Rubí estar ahí junto al CEO definitivamente, no provocaba eso que parecía ser más que importante preguntar en una situación de esas, sin embargo, comportándose como todo un caballero, decidió guardar silencio de momento y continuar escuchando a Rubí. —Principalmente Ariel deseo que siempre te encuentres bien, no te quiero perjudicar en la vida y necesito antes que nada contarte la verdad de mi vida, en otras ocasiones he contado con la mala fortuna de perder a una persona por culpa de mi pasado y mi presente, pero que de igual manera ahora que soy un poco mayor entiendo de toda esta situación y sé el camino que debo tomar sin temor a ser pretendida por una persona, ahora soy dueña de mis propias decisiones y me encuentro en la entera disposición de estar contigo siempre y cuando tú así lo desees. Definitivamente Ariel era lo que más deseaba de su amada y soñada mujer, era la única que le provocaba ese sentimiento de adrenalina y deseo por vivir más excitantemente, por lo que dejar escapar a esa mujer para Ariel no era opción, aun así, Rubí contaba con mucho más para hacerle saber sobre sus sentimientos a Ariel. —Con esto no te quiero dar a entender que prácticamente no podríamos llegar a establecer una relación en concreto —Exclamó Rubí, con su corazón abierto y el CEO observando fijamente a su amada. —Simplemente desearía conocerte un poco más, desearía directamente conocer a profundidad tus sentimientos, tu corazón y las intenciones que puedas llegar a sentir conmigo, porque déjame decirte que antes que menciones cualquier cosa de ti, debo confesarte que me siento enamorada, que me siento realmente enamorada e ilusionada de compartir una vida contigo. —Entonces ¿Qué es lo que te detiene para hacerlo? —Se preguntaba en su pensamiento y en su corazón el CEO, sin interrumpir el discurso del corazón de Rubí. —Pero creo conscientemente que este tipo de decisión en mi vida te estaría arrastrando a circunstancias a las cuales posiblemente te hagan escapar de mi vida, pero si en el proceso de conocerme eso llega a suceder. ¡Te ruego encarecidamente Ariel que jamás en tu vida se te ocurra comentarle a nadie! Sobre ¿Quién es Rubí Echeverri? Porque ten la absoluta seguridad que no habrá lugar en esta tierra en la cual puedas estar en paz, no es una amenaza de mi parte mi amor, solamente quiero advertirte que no soy la mujer que puedas creer que soy. Ciertamente no era una amenaza de parte de Rubí, más bien era una advertencia al mundo que podría involucrarse si continuaba con el amor y deseo de permanecer a su lado, pero por más que Ariel intento intervenir en ese momento, ella coloco su dedo sobre sus labios para que continuara escuchando lo que aun deseaba hacerle saber. —Debajo de esta piel hay una vida que he llevado desde muy pequeña con mi hermana, que afortunadamente ella se encuentra en otro tipo de circunstancias a favor, pero que de igual manera eso nos une para mantenernos con vida. Para el CEO era más que intrigante todas aquellas palabras de Rubí y las que ahora estaba escuchando, así como llegar a creer que lo mencionado por ella en esa habitación en el bar, no eran mentira, pero Rubí no cerraba los labios y continuaba haciendo del conocimiento del CEO lo que significaba amar a una mujer como Rubí. —Por eso Ariel Montes, deseo que realmente nos conozcamos a fondo y si estás de acuerdo encontrémonos en estos días, no puedo decirte cuándo, pero déjame tu número de teléfono y tu dirección, puedes tener la certeza que iré a buscarte sin falta, cuando menos lo sientas estaré ahí en la puerta esperándote y amándote para que salgamos a un lugar donde las valkirias puedan recibirnos y el cielo se habrá a nuestro favor. ¡Fue sin lugar a duda música para el corazón del CEO! Sin pensar un segundo las consecuencias, entrego el número del teléfono privado en el cual más nadie podría ubicarlo más que ella, la dirección específicamente de la empresa de los autos para que ella lo encontrara en ese lugar que sería literalmente el único lugar donde realmente podría encontrarlo a partir de ahora. Como ella no dio la oportunidad de solicitarle su información, porque prácticamente cortó la inspiración al ser clara en cuanto que sería ella la que lo encontraría, entonces quedaba esperar por ese nuevo encuentro entre ellos. A pesar que no lo demostró en el lugar, Ariel se quedó sumamente intrigado, pero sin temor a lo que podría suceder, porque después de todo lo único que realmente importaba en la vida sin importar el peligro, sin importar las consecuencias ¡Lo único que deseaba era amar a esa mujer como un demonio en la Tierra! Rubí se despidió de Ariel entregando los suspiros de su alma en sus labios. Ariel no pretendía dejar que ella se marchara solo así, por lo que entonces sin esperar un ¡No! como respuesta, Ariel sacó las llaves de su auto y las deposito en las manos de Rubí. —¿Pero porque me das esto? ¿No crees que estas tomando decisiones muy apresuradas Ariel? —Le preguntó Rubí con la incertidumbre en su rostro. —¡Nunca podría tomar decisiones apresuradas si se trata de ti Rubí! Tómalo como el inicio de mi todo para la única mujer que merece recibir hasta lo que aún no se inventa. —Respondió el CEO muy seguro de lo que provocaba en ese momento. Rubí tomo las llaves y acercando su mano en los bolsillos de Ariel, queriendo rozar ese deseo de cerca y motivarlo o dejarlo sin palabras, entonces ella exclamo con ese último beso de esa tarde en ese centro comercial. —Me conformo con tu corazón mi amor, eso vale más que un auto o que toda tu fortuna.
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