Capitulo 3

1097 Words
Han pasado algunos días y las cosas van tomando cada vez más forma con lo que la castaña se pone cada vez más nerviosa, se siente más preparada para el matrimonio pero hay temas que le siguen costando e intenta ser lo más natural posible, anhela salir de la casa familiar casada pues hay veces que se siente asfixiada pues no tiene mucha libertad que digamos, siente que tal vez con su esposo pueda por fin empezar a descubrirse más ella y no la joven retraída que es pues le teme a sus padres. Luis continua escribiéndole cartas de amor que a ella le llegan muy profundo, aunque hay veces que no sabe que pensar pues la madre de su futuro esposo suele ser demasiado controladora y eso la asfixia. Día de la boda... Luisa está arreglándose para ir a la iglesia como en un cuento de hadas pero aún no se cree la dicha que la embarga ya que lleva mucho tiempo sin ver a su prometido más que después del compromiso, usa un hermoso vestido blanco y está nerviosa por lo que ha escuchado acerca de perder la virtud, se lamenta que no sea como siempre lo soñó pues no se siente una novia feliz ya que todo mundo opina y ella por ser mujer no tiene mayor poder de opinión y decisión con lo que debe guardar la compostura y mantenerse en silencio escuchando atentamente todos los comentarios que le hacen acerca del matrimonio. -Isaura - llama discretamente a su esclava aprovechando que ella le esta ayudando a ponerse su bonito vestido de matrimonio, la muchacha va al encuentro de su ama - Isaura - titubea sintiendo cierta confianza pues la joven esclava creció cerca de ella - sabe, sabe ¿Cómo es eso de perder la virtud? - inquiere curiosa y poniéndose roja como un tomate - es que, según dicen no es un tema para una señorita pero yo me casaré dentro de poco y quiero saber...  -Mi ama - le sonríe con ternura - eso como usted le llama puede ser muy - susurra mirando a todos lados pues sabe que las consecuencias de hablar de ello pueden ser espantosas y más si lo hace con su ama - rico, si su esposo sabe hacerlo créame que puede sentirse como en el cielo. -!Ay virgen santísima! - se persigna - ¿pero como es? - insiste. -Es... -Luisa - aparece doña Rufina - ándate, tú futura familia política ya este esperando en la catedral, es de mala educación hacer esperar al novio - la castaña asiente yendo tras su madre. Mientras camina al altar observa a su futuro esposo, lo ve más guapo que la última vez nerviosa bajo el velo solo escucha un intercambio de palabras entre su padre y Luis, esta tan nerviosa que se le dificulta entender lo que dicen solo hace una reverencia un tanto asustada, alguna vez escucho entre sus esclavos que aquel acto que para los blancos se limitaba a procrear y según lo dicho por su esclava es un acto capaz de dar felicidad a la mujer, se tensa un poco mientras Luis le sonríe dulcemente. -Calma - le susurra - no soy un ogro - ella asiente totalmente nerviosa - prometo ser un esposo compresivo - de nuevo asiente incapaz de articular palabra pues aquella cercanía  hace que algo en su interior reaccione y según ha escuchado una señorita no tiene porqué sentirse de esa manera pues no es lo  propio. En la ceremonia hablan de los deberes de la esposa, de sus obligaciones pero no hablan de amor ni de complicidad o fidelidad, eso la hace estremecer pues como toda joven sueña con un amor bonito y de allí tener los hijos que Dios disponga aunque no ahondan en el tema pues dan a entender que es un tema exclusivo para mujeres casadas y sus esposos, Luis le pone el anillo de matrimonio, es precioso sin duda lo compro en España.  Él  tampoco deja de pensar en lo que se viene en su vida como hombre casado, no sabe que esperar pero la sola idea de que aquella dulce mujer a quien le puso su anillo sea suya para toda la vida le provoca sentimientos de posesión y de lujuria, sabe que el camino no será fácil pues ninguno tiene experiencia alguna en el amor, escucho de su madre varias cosas que le hicieron titubear en un momento sobre su matrimonio pero al ver a su esposa sabe que no se equivocó al elegir seguir con su compromiso.  Luego solo hay un acto de reverencia entre ellos escuchando los aplausos de la gente distinguida de Santa Fe, algunos les dan la enhorabuena por su matrimonio y otros tantos cuchichean acerca de lo que será su vida común pues para nadie es un secreto que Luis y su ahora esposa solo se han visto algunas veces. Al ver a Carla mirando de una manera indecente a su ahora esposo le hace recordar lo dicho por su esclava "solo le envió carta a la señorita Carla", pero ella tiene fama de dé todo menos de señorita, un dejo de amargura por lo que supone hay entre ellos se apodera de la recién casada, Carla es diferente a ella es más abierta tiene un cuerpo más desarrollado que el propio y algunos hombres hablan de lo que significa ella como mujer, algo muy diferente a lo usual en las señoritas del reino pues ella inspira lujuria entre los caballeros. Luis le resta importancia a Carla pues solo piensa en el momento aquel de apoderarse en cuerpo y alma de su ahora esposa, sin duda sus noches serán apasionadas no duda de su virtud pues es una de las señoritas más decentes del reino prueba de ello es el sonrojo continúo cuando él la toma de la mano para guiarla a saludar a sus invitados.  Se comporta dulcemente con su esposa, en medio de los aplausos y felicitaciones su madre Alva les da la bendición y se ofrece a guiarla si fuera necesario en como llevar la casa para el agrado de su esposo, la joven asiente aunque sabe que es algo que está demás pues ya se lo dijo hasta el cansancio mientras iban organizando la boda. Los padres de Luisa los felicitan por el paso dado y se muestran entusiastas en los nietos que tendrán pues esperan muchos, Luis se ríe pues lo que más le gusta de tener hijos es hacerlos siente que con su esposa se dará bien esa parte. Continuará...
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