Capítulo 6ODELLA creyó que su cama daba vueltas y se preguntó qué estaba sucediendo. Abrió los ojos y, durante unos instantes, pensó que todavía soñaba. Se hallaba acostada y, sin embargo, podía ver al marqués justo donde sus pies terminaban. Fue cuando se dio cuenta de que se encontraba en un carruaje de viaje que avanzaba a paso muy veloz. Hizo un leve sonido y el marqués volvió su cabeza para mirarla. —¿Dónde... estoy? —preguntó. —Viajamos hacia Londres —respondió el marqués—. ¡Ha roncado todo el camino y pensé que jamás despertaría! —¡No ronco! —protestó, indignada, Odella, mas en seguida se dio cuenta de que el marqués bromeaba. —Parecía un ratoncillo silencioso —comentó éste—, y no hay razón para que despierte. Sólo relájese, duérmase de nuevo y yo cuidaré de usted. Le pareció i