-Ossian-
Era humana, al menos eso era lo que me parecía, porque…débil, se sentía muy débil, tenía en su cuerpo el olor del Alfa Jack, el olor del Beta Sammy. ¿Qué era? ¿La puta de esta manada? ¿Será? Podría ser, olía a los dos y…llevaba una ropa muy grande.
Su cuerpo no pesaba nada, era muy delgada, sus huesos se sentían en mis manos y se había dormido, ¿cómo se atrevió a dormirse? ¿Cómo diablos pudo dormirse en mis brazos? ¡¿Cómo se atrevía?!
“¡Ossian! ¡¿Pero dónde estás?”Me reclamó Iker a través del vínculo de nuestra manada. Estábamos nosotros dos en la manada Luna Dorada, ¿por qué? Pues a pesar de que no me agradaba en lo más mínimo el Alfa Jack, yo era el Alfa de la manada Luna Escarlata y cada año, justo antes de la última luna llena del año, nos teníamos que reunir con la manada vecina, ¿por qué demonios?
¡Porque eran las costumbres!
Como una forma pacífica de despedir el año y el año anterior tocó en mi manada, en nuestros territorios, pero ahora tocaba aquí, lo que era un fastidio.
Solo acudían el Alfa y el Beta, dos noches seguidas, pero esto está resultando muy aburrido, excepto por esta joven que encontré en el bosque luego de haberla visto cuando llegamos, ella me observaba y mis ojos fueron directo a ella, sé que eran la misma.
Su parche rosa era muy lindo, le daba un toque tierno a su delgado y alargado rostro.
“Voy de regreso, Iker. Solo salí a estirar las patas. Necesitaba correr un poco, no te alarmes.” Le informé al paranoico de Iker.
“¡No puedes transformarte en su territorio!” era muy gruñón, yo tenía un Beta muy gruñón. ¡Siempre respetando todas y cada una de las reglas! Por más mínimas que fueran, él las seguía al pie de la letra. Lo que era bueno para mí, porque yo era de romperlas y estar con él hacía un poco de peso, como si se me fuera a pegar algo de su rectitud o eso deseaban todos, que tomara un poco del ejemplo que me daba Iker.
“¡Ey…! No soy loco.” eso tuve que pensarlo bien. Puede que un poco. “No lo hice, Iker. Salí de sus territorio. No rompería las reglas en fin de año.” no era tan loco como para hacer algo así, no en esta ocasión.
Dejé de responderle cuando él seguía con su insistencia y paranoia, él era de seguir las reglas, todas al pie de la letra, por lo que se pondría histérico cuando me viera llegar con esta joven entre mis brazos.
Adelanté el paso, ya que él estaría en espera de mí y el Alfa Jack nos daría las buenas noches, dándonos nuestras habitaciones.
¡Cómo detestaba a ese hombre! Habíamos tenido algunas diferencias y problemas de territorios que ya estaban resueltas, pero él seguía sin ser de mi agrado.
—¡Ossian!—Corrió hacia mí, miró a la chica entre mis brazos y retrocedió, dio varios pasos hacia atrás, temeroso de que yo haya hecho algo malo justo hoy. ¡Que mal concepto tenía de mi! Bien ganado. —¡¿Pero qué diablos?! Tienes una…¡niña! ¡Tienes una niña de esta manada entre tus brazos! Dime que…dime que no pasó nada, por favor. ¡Por favor!—Que lo pensara me resultaba muy ofensivo.
—La encontré desmayada en el bosque, olía al Alfa Jack, así que la traje, es de esta manada, aunque estaba fuera de los límites, ya había salido de su territorio, por eso la encontré mientras corría.— Pensé que escapó, que huía, pero…¿por qué lo haría? Los desertores no eran bien vistos, los desertores eran los enemigos de la manada, así se consideraba para todos, un lobo errante era un peligro, la razón era muy natural, no era de fiar.
—Jack nos espera, entrégasela.—me indicó Iker. Ya estaba enojado, creía que yo arruinaría esta noche porque él sabía que no me agradaba Jack, pero yo no pretendía hacer nada malo. La vi y la traje, allí fuera solo iba a irle muy mal.
Solo avanzamos unos metros y el Alfa Jack ya nos esperaba, junto a su Beta Sammy.
La joven olía a ellos dos.
Pusieron una extraña expresión al verla sobre mis brazos, el Alfa Jack dio varias zancadas y llegó hasta a mí, tomó el cabello de la joven y la tiró de mis brazos, ella cayó al suelo estrepitosamente, abriendo los ojos.
Vaya manera de despertarla.
“Ossian, es su gente, es parte de ellos. Ya cumpliste con encontrarla, no quieras hacer nada más. ¿Bien?”
“Oye, no pienso hacer nada. Ya relájate.”
¿Por qué tendría que hacer algo? Esto no era de mi incumbencia.
—Alfa Ossian, ¿por qué…la traía en sus brazos?—El Alfa Jack avanzó hacia mí, no me gustó el gruñido que salió de sus labios, dirigidos hacia mí, mucho menos me gustó esa mirada, ¿intentaba desafiarme?
Moví mi cabeza, sacudiendo cualquier absurda idea.
“¡Ossian!”
¡Maldita sea!
Dejó su mano en mi pecho y lo tocó repetidamente. Yo seguía d*****o e Iker tenía mi ropa, no me molestaba ser visto d*****o, estaba más que acostumbrado, me sentía muy bien solo con mi piel.
—La encontré en el bosque y la traje.—Dije con fingida tranquilidad.
Los ojos de su Beta me observaron de arriba hacia abajo y luego él también avanzó hacia mí.
—¿Te transformaste en nuestro territorio? ¡Este m*****o mocoso no respeta las reglas! ¡¿Por qué tenemos que fingir que son nuestros amigos?! Si su Alfa es el primer engreído que nos desafía.
Tenía muchas respuestas para eso y todas incluían colmillos, garras y sangre, por lo que decidí quedarme callado, pero no se me daba nada bien.
—Calma, Sammy. Creo que el Alfa Ossian tiene que tener una explicación, ¿no es así? ¿Qué hacías con Liana en el bosque?—¿Liana? ¿Así se llamaba la joven?— Vienes d*****o. ¿Corriste por nuestro territorio o…buscaste otra cosa mejor que hacer con Liana?—la mujer seguía allí tirada, Jack la arrastró por el cabello y la arrojó a mis pies, agachándose hacia ella, tomó su parche y lo rompió en varios pedazos, haciendo que la joven comenzara a llorar y quisiera recoger los trozos, pero él no la dejó, la levantó por el cabello y sujetó su rostro, dirigiéndolo hacia mí. Ella cerró sus ojos, mordiendo sus labios, intentó cubrirse la cara, pero el Beta tomó su muñeca y la hizo crujir, dejando muy claro que se la rompió. La joven soltó un grito desgarrador, gritaba muy fuerte por el dolor en su mano, llamando la atención de los demás, haciendo que las personas se acercaran poco a poco y al verla a ella comenzaban a reírse, como si no les doliera lo que le pasaba a una de sus integrantes.
“Ossian.”
“¡No estoy haciendo nada, maldita sea! ¡¿No te complace eso?! ¡¿Qué más quieres que haga?! ¡¿Que me ría con ellos?! ¡¿Que la t*****e también?!”
Con lo que me costaba contenerme. ¿Para eso la traje? ¿Para que la maltrataran?
“¡No!” Su palabra me sorprendió. “Quiero que…detengas esto. Esa joven sufre, solo es una niña. ¡Mírala! ¡Deténlos!”
“Iker, ¿sabes lo que me pides? Hace solo unos segundos casi suplicabas para que no hiciera nada, ¿ahora quieres que haga algo?”
“No quiero que busques pelea, pero sí que medies con él. Eres un Alfa, no permitas esto. No está bien.”
“¿No te das cuenta que esa joven es una esclava de esta manada? ¡Solo mírala! Nada puedo hacer.”
Él suspiró con decepción.
No me gustaba que mi Beta se sintiera decepcionado de mí, en lo más mínimo. Y ahora me sentía culpable de traer a esta joven al lugar del que claramente estaba huyendo.
Hice mal.
—Solo la encontré y la traje. Salí de su territorio para poder correr un poco y allí la encontré.—expliqué.—Olía a…ustedes dos.—los señalé de manera sospechosa. Si olía a ellos dos, ¿por qué la trataban así? Era claro que uno de ellos dos o los dos habían estado con ella, lo que significaba que la joven no tenía pareja o era una rechazada, podría ser.—Por eso di por hecho que era parte de ustedes. Y veo que lo es.
—No es más que una esclava. Peor que la mugre.—Me respondió el Alfa Jack, pareciendo más calmado.—¿Recuerdas al Alfa Mikel y su Luna Dahiana? Esta fue una de sus hijas que sobrevivió, ahora mismo no es más que la muestra de algo que ya no existe.
No conocí a esas personas pero sí escuché del derrocamiento y asesinato del Alfa luego de que su Luna se suicidó después de haber matado a su hija, pero no sabía que eran dos de ellas. Y estaba frente a mí.
Liana, así la habían llamado ellos, ese era su nombre.
—Si ha intentado escapar, debe de obtener su castigo.—intervino Sammy, ella no dejaba de llorar.—Abre los ojos, estúpida. Que nuestros invitados vean el monstruo que eres. ¡Abre los malditos ojos!—dejó un puñetazo en su cara y la joven no abrió los ojos, Sammy la tomó por el cuello y comenzó a golpearla con puñetazos en su cara al tiempo que la seguía golpeando una y otra vez, ella escupía la sangre de su boca, se quejaba del dolor, aguantaba los golpes, como si estuviera acostumbrada a eso.
¿Qué sentido tenía no hacer lo que se le ordenaba si…si ya todos sabían lo de su ojo? ¿Para qué se resistía a abrirlos? ¿Solo por llevar la contraria? Seguía sin verle sentido.
Sammy la pegó a su cuerpo y ella se resistió aún con los ojos cerrados, ¿cómo es que todavía le quedaban fuerzas luego de todos esos golpes?
Le dio la vuelta hacia mí y su Alfa se acercó hacia ella.
—Muéstrate ante nuestros invitados, Liana. Nos dejas en vergüenza ¿no te das cuenta?
Me arrepentía enormemente por haberla traído de regreso, ya sabía porqué ella había intentado escapar. Me quedó muy claro.
Ante su orden todo el mundo hizo silencio, incluso la joven dejó de moverse. Sammy la soltó y ella avanzó dos pasos, dejó caer sus brazos y luego levantó uno para cubrir su ojo, me miró con el que sí veía y se colocó frente a mí, su nariz sangraba, su cara estaba muy golpeada y tenía su boca hinchada.
Poco a poco bajó su mano, hasta que su cara quedó del todo ante mí.
Solo la había visto con el parche puesto, pero…sin él, pudiendo ver ahora su rostro, a pesar de ser golpeado, era hermosa.
Era muy bella.
—Liana.—-susurré su nombre con delicadeza y ella bajó la mirada. Dejé una mano en su rostro y lo elevé. Comencé a limpiar su sangre que se mezclaban con sus lágrimas, debí intervenir cuando Iker me dijo y no dejar que la pusieran en este estado.—Quiero pasar la noche con esta esclava.—pedí en voz alta.
Era la única manera de sacarla de ese lío de manera pacífica, sin que el Alfa Jack o el ridículo de su beta hicieran algo, después dejaría que ella volviera a escapar.
Pero ahora tenía que liberarla de ellos dos.