-Ossian-
Vi sus caras perplejas ante mi petición, la expresión del Alfa Jack se turbó y el Beta Sammy soltó una fuerte carcajada. ¿Se burlaba? La paciencia con él se me agotaba muy deprisa.
—¿Se negarán a la petición de su invitado?—me iba a enojar mucho si se negaban. Intentaba hacerlo por las buenas, pero ellos no parecían querer cooperar.—Después de todo no es más que una esclava, ¿qué más da?—dije.
—¿Y qué piensas hacer con la rara?—Preguntó el Beta Sammy.
—Lo mismo que ustedes, la chica huele enormemente a ustedes dos, ¿la comparten? ¿Se turnan? Quiero probarla también. Quizás mi Beta quiera hacer uso de ella, ¿no es así, Iker?
“¡¿Qué diablos planeas, Ossian?! ¡No pienso aprovecharme de una joven esclava!”
“No seas tonto, esto solo es para dejar que se vaya. ¿No era eso lo que querías? La estoy ayudando.”
“¡¿Llevándola a tu cama?!” ¿Ahora se quejaba? ¿Es que no veía que esta era la única salida?
“Liberándola de ellos dos, Iker. ¿No lo ves?”
“¡Carajo! Es un plan arriesgado.” Pero sé que él me haría caso. Y si no…emplearía la fuerza. Hace mucho que no hacía de las mías, una vez al mes me lo merecía y estos dos podían ser los adecuados. Ya las ganas se las traía hace un rato, a ambos.
—Sí, creo que sería muy amable de su parte que nos dejaran una compañía como la joven para pasar la primera noche aquí. Sería como una bienvenida perfecta.—Iker entró en su papel. Se acercó a Liana y tocó su cabello todo enmarañado.—Aunque, a decir verdad, podrían tener algo mejor que esto. Es poca la amabilidad que se ofrece con ella. Pensé que las mujeres aquí eran más bella. Alfa Jack, ¿qué decide? Estamos un poco cansados por el viaje y mañana será algo agitado, porque supongo que tendrás algunas actividades para nosotros, ¿no? Mi Alfa quiere a esta joven esclava. Agradeceríamos que no se negara.
En mis brazos la joven estaba helada, temblando, pero guardaba silencio, al igual que todos, el Alfa Jack apretó sus puños y luego me sonrió de medio lado.
—Bien.—refunfuñó.—Que sea ella la compañía esta noche de los dos, no es más que una esclava. Ossian…te permito pasar la noche con ella. Pero cuidado, muerde.—Soltó una carcajada y todos lo acompañamos con esa risa. ¿Era una victoria esto? ¿Por qué cedió de un momento a otro?—Rara, ven aquí.—pensé en no soltarla, pero ella empujó mis brazos y caminó como pudo hacia su Alfa.—Haz un buen trabajo, son invitados especiales. No nos dejes en vergüenza. ¿Bien?—ella no respondió, por lo que él sujetó su rostro y lo levantó.—Trata bien al Alfa Ossian, es nuestro querido vecino. Tienes que hacer todo lo que él te pida. Si en la mañana me dice que quedó inconforme contigo, no te irá bien, será más que una cara maltratada.
—Sí, Alfa Jack.—respondió sumisa.
—Vete con él. Muéstrale sus habitaciones y calienta sus camas, que esta noche no pasen frío. Sé útil por una vez en tu vida.
El Alfa Jack y su Beta Sammy se marcharon, haciendo que los demás se dispersaran con ellos. Allí solo quedamos nosotros tres.
Iker se agachó a recoger los trozos de su parche, pero al ver de frente a Liana su rostro fue un poco de espanto, desvió la mirada de ella y la joven hizo lo mismo, quedándose con la mirada en el suelo.
—Les mostraré sus habitaciones.—nos dijo, tomando los trozos inservibles que Iker le daba y guardándolos en el bolsillo t*****o de aquel ancho pantalón. Mordió un trozo de la camiseta que llevaba y tiró de ella como pudo, valiéndose de una sola mano y sus dientes, tenía la muñeca rota, pero intentaba cubrir su ojo con aquel trozo de tela, haciéndosele imposible.
Iker intentó ir a ayudarla, pero yo lo sujeté, no dejando que fuera con ella.
No éramos sus amigos. Y teníamos que andarnos con cuidado con ella, no sabíamos nada de esa mujer, solo que era una esclava y que aquí no le importaba a nadie más.
Caminaba con dificultad y cada cierto tiempo soltaba un sollozo.
Llegamos a donde habían dos cabañas y allí ella le indicó cuál era la de Iker y él se retiró.
“Oye…no sé si tenga que decirte esto, pero cuida de ella.” Pidió Iker.
“No nos involucraremos más. Le diré que vuelva a escapar esta noche y mañana diremos que nos quedamos dormidos y no supimos nada de ella, ya está, Iker. Descansa. Y no te preocupes.”
“¿No notaste algo raro en el Alfa Jack? La cedió, pero lucía muy molesto.”
“Igual que su Beta. Claro que lo noté. Intentaré indagar más con la mujer, a ver que se traen.”
“Recuerda, Ossian, ella sigue siendo fiel a su Alfa.”
“Y no lo olvidaré.”
Corté la comunicación con Iker cuando llegamos a mi cabaña. Ella abrió la puerta y entró antes que yo, encendió las luces, mostrando el interior de la cabaña.
—¿Podría…vestirse?—me pidió. Yo tenía la ropa en mis mano y ni me percaté que aún seguía d*****o, de verdad que me sentía tan cómodo en este estado que la mayor parte del tiempo no diferenciaba si estaba d*****o o vestido, como me acababa de pasar, aún con la ropa en mis manos.
—Claro.—me puse con rapidez el pantalón y luego la camiseta gris.
—Por favor, ayúdeme a ponerme esto en el ojo, no puedo amarrarlo.—se colocó frente a mí y me dio el trozo de tela. Lo pasé por su frente, cubrí su ojo y lo até detrás.—Muchas gracias. Ahora…Haré…haré lo que ustedes quieran.—contenía el llanto, aterrada—¿Qué desea? Yo no…no sé qué hacer por usted, Alfa Ossian, pero tengo que obedecer a mi Alfa, así que dígame…¿qué desea que haga?
—Nada. Pasa la noche aquí y huye en la madrugada, eso es todo.—su mirada fue de sorpresa, comenzando a llorar, se arrodilló frente a mí y yo la puse de pie.
¿Qué le pasaba a esta chica?
—¿Pero qué crees que haces?
—¡Gracias! ¡Gracias! Pensé que…
—No. Nada de lo que pensaste.—no tenía la más mínima intención de acostarme con esta mujer y menos por orden que le diera otro. Era una esclava, cualquier situación que se diera sería aprovecharme de ella.
Parecía una niña, ese rostro asustado, menudo, tan delgado, como si pasara hambre todos los días, su aspecto asombraba mucho y aquello cubriendo su ojo le daba un toque…extraño.
—Desde luego.—respondió aliviada.—Lo entiendo,—¿entendía qué?—pero ¿por qué lo hizo? ¿Por qué me salvó de esta manera?
—Porque cometí el error de traerte de regreso.—¿No era obvio?—Escapa otra vez, pero no dejes que te atrapen o será peor para ti. Y más que nada, no te atrevas a mencionarme, ¿bien?
—No se preocupe. Me iré ahora a mi habitación.
—¡No!—¡¿Es que no pensaba?!—No puedes salir de aquí, sabrán que no pasamos la noche juntos, estarán vigilando al menos durante dos horas, hay un hombre a menos de un kilómetro a la derecha y uno más a trescientos metros de aquí, allí se quedarán un largo rato. Escapa en la madrugada, diré que me quedé dormido y no supe más de ti.—era la salida más rápida para esto.
—Así lo haré.
—¿Qué hay de tu muñeca?—veía como se la sujetaba, intentando no moverla ni un poco.—¿Por qué aún no sana?
—No…no lo hará.—dijo débilmente.—A falta de mi loba, mi cuerpo no sana con la rapidez de un lobo.
—Entonces…eres humana.
—No tengo a mi loba, soy muy humana. Sí.—¿por qué? Su padre era un Alfa, su madre una Luna. ¿Por qué es humana? Lo noté antes, más ella lo acababa de confirmar.
—Te ayudaré a acomodarla.
—¡Dolerá!—se quejó, alejando su mano de mí.
—Como el mismo infierno, pero así sanará más rápido. Dejarla en ese estado hará que las cosas se compliquen y entonces sí que te dolerá a largo plazo, Liana.—Se detuvo cuando dije su nombre, ahora empujó su mano hacia mí, levantando sus ojos.
Las lágrimas comenzaron a brotarles de nuevo.
¿Ahora qué dije o hice?
¿Por qué era tan sensible?
¿Por qué lloraba tanto?
¡No dije nada malo!
—Dígalo…otra vez, por favor.
—¿Qué cosa?
—Liana.
—Es tu nombre, ¿no?
—Solo dígalo una vez más, por favor.—Ahora dudé, ¿por qué quería que lo dijera de nuevo? Tomé su mano y ella cerró sus ojos.—Por favor…dígalo una vez más.
—Li…—cerré mi mano en su muñeca, la joven mordió sus labios, el brillo de las lágrimas estaba en su cara. Creo que estaba lista, tenía que ser de una sola vez para que el dolor fuera rápido, pero pasajero, acomodar el hueso.—Liana.—al pronunciar su nombre acomodé su muñeca y ella soltó un fuerte grito, luego desmayándose.
Le había dolido mucho.