—¿Qué pasó Zach? —preguntó mi hermana incorporándose a mi lado.
—Ayudé a una chica a recuperar su monedero Zara, fui prácticamente su superhéroe —dije explicando lo sucedido.
—¿Superhéroe? ¿en serio? —Arquea una ceja y me ve con diversión, yo solo asentí—. ¿Y era linda? Porque te veo algo hechizado —bromea.
—Linda es poco, era perfecta. —Le sigo el juego, nada más para divertirme.
—¿Y como se llama? —pregunta interesada.
—La chica del monedero. —Comenzamos a caminar y ella me miró divertida.
—¡Uy! Que nombre tan extraño. —Se hace la tonta y luego se ríe.
—No me quiso decir el nombre real, ni me dio el número, dijo que tenía que adivinarlo, así que la apodé así —le expliqué.
—Tal vez solo quería llamar tú atención. —Se encoge de hombros.
—Eso pensé yo, pero bueno... no importa, debe ser turista, nunca la había visto por aquí. —Me puse pensativo.
—Ni que conocieras a todas las chicas de Los Ángeles. —Rodó sus ojos.
—O sea no, pero siempre vengo a patinar aquí y veo a las chicas lindas, pero como ella, realmente es primera vez que la veo —me expliqué.
—¿Cómo ella? O sea… ¿te gusta? —Arquea una ceja.
—Me parece linda Zara, pero estoy con Courtney —respondí.
—¿Y? Puedes estar con Courtney y aún así gustarte otras chicas —expresa Zara muy obvia.
—Bueno sí, pero me refería a que no voy a ir más allá pues —le aclaro.
—Nadie hablo de eso, solo te pregunté si te gustaba, o sea que si era tu tipo, pero por lo visto deseas algo más con esa chica. —Me mira con complicidad y yo me niego.
—No, no es así, solo me adelanté a las suposiciones —me excusé.
—¿Qué suposiciones? Si lo mencionaste, es porque lo tienes pensado, pero como te importa lo que piense, entonces crees que decirlo así está correcto, no iba a mal pensarlo, así que no tenías que adelantarte a nada. —Me quedó callado para no seguir cagándola, ella me conoce muy bien.
Llegamos al estacionamiento, buscamos el carro y entramos al auto, dejé mi patineta en los asientos de atrás, arranqué el auto y nos fuimos directo al estudio donde haríamos el concierto, ahí estábamos ensayando.
Me quedé pensando en aquella chica y en lo que me dijo Zara, tampoco es que estoy enamorado, pero es que no sé, no puedo sacarla de la cabeza y tal vez Zara tenga razón, pero si le digo que tiene razón, me fastidiará por el resto de mi vida.
Al llegar al estudio, estacioné el auto y entramos al estudio, mis hermanos y mi amigo estaban acomodando los instrumentos.
—¿Todo bien? —pregunta mi hermano mayor Zabdiel, él tocaba el bajo.
—Si, nos tardamos, pero ya conoces a Zara. —Rodé mis ojos.
—Es una chica, ¿qué esperabas? —se burla de mí.
—Claro, por eso no quisieron acompañarla. —Lo fulminé con la mirada.
—Oye, tu perdiste en piedra papel o tijera, además, a cambio de eso, te afinamos la guitarra y probamos el sonido —defiende Zander.
—Vaya, no se maten tanto por acompañarme —dice Zara algo sarcástica.
—Lo siento Zara, pero sabes que te tardas mucho porque eres muy indecisa y esas cosas de chicas nos aburren. —Zabdiel lo lamenta con la mirada.
—Lo sé, pero no fue tan malo, ¿o sí Zach? Mientras él me esperaba afuera, conoció a una chica linda, así que he ahí una ventaja de salir conmigo —responde satisfecha como si salir con ella fuera lo mejor del mundo.
—No es una ventaja, no me la presentaste, esa chica la pude haber conocido sin haberte llevado. eencojo se hombros y ella se cruza de brazos creyéndolo injusto.
No lo mal interpreten, queremos mucho a Zara, es nuestra única hermana, pero se tarda horas y horas escogiendo un labial, pero es solo cuando va de compras porque en otras cosas nos gusta acompañarla, claro, en cosas que sea para divertirnos todos.
A ella no le gusta ir sola, así que uno de nosotros apuesta quién irá acompañarla, no somos tan malos como para dejarla sola, pero tampoco iríamos voluntariamente a la aburrición.
Antes salíamos juntos a acompañarla, pero mientras la esperábamos, comenzamos a jugar con los productos como si fuera un disco de hockey, ¿qué te puedo decir? Estábamos aburridos, rompimos pequeñas cosas, obviamente lo pagamos, pero después de eso, Zara decidió solo llevar a uno para que la acompañara, ya que somos como unos pequeños, cuando estamos juntos, hacemos desastres, pero estando solos, no tenemos a nadie con quién inventar.
La única cosa en la que podemos estar serios, es en nuestra banda familiar, nos los tomamos muy en serio, claro, también tenemos momentos divertidos, la mayoría del tiempo, hasta en los ensayos, pero somos incapaces de hacer algo para arruinar nuestra carrera y más si está dando frutos.
—Si, si, si… ¿qué tan linda era? —se interesa mi hermano Zander.
—Demasiado. —Finjo babearme.
—¿Le pediste el número? —pregunta Nick, pero no con cierto interés a la chica, sino de apoyarme como amigo.
Pues él ha mencionado mucho de que está enamorado de una solo chica, así que no puedo creer que pregunte con interés sobre está otra chica.
—¡Chicos! Zach está con Courtney —dice Zabdiel, a él siempre le gusta hacer lo correcto.
—¡Cómo sea! Pudo pedírselo para dármelo, mi hermano es muy caritativo y sabe que ya me urge tener una cita. —Zander me mira con complicidad.
—Tus citas no duran al igual que tus relaciones —se burla Nick haciéndonos reír.
Zander es un don juan, pues claro que intentó muchas veces tener una relación, pero a lo que él llama decepción, yo lo llamo a qué no era su momento, él es fiel en sus relaciones, pero las chicas se ponen inseguras al conocer como es Zander cuando está soltero, por lo que lo terminan decepcionando como son las relaciones realmente.
—Tal vez sea de corto plazo, pero al menos tengo con quién pasar el tiempo —responde Zander algo competitivo.
—¡Uh! Eso es una indirecta Nick —Cizañea Zara.
—Lo sé, pero lo que no sabes Zander, es que al menos yo tengo a alguien con quién pasaré el resto de mi vida, la misma persona toda mi vida, en cambio tú pasarás de cuerpo en cuerpo y te quedarás solo, a pesar de que algunas veces estés acompañado, ellas nunca te quitarán el vacío, además de que no todas van a estar disponible y habrá una que no caerá en tus redes —concluye Nick.
—¡Aburrido! —Bosteza Zander—. ¿Le pediste el número o no? —Me mira y negué—. Genial, mi mejor amigo es un aburrido y mi hermano menor es un tonto.
—¡Oye! —me quejo—. Se me puso difícil.
—Eres muy egoísta. —Finge secarse una lágrima y todos nos reímos.