Capítulo 3

1406 Words
Caminé demasiado, pero sigo con energía, sin embargo, he llegado a mi destino, el famoso paseo Venice Beach, quién está al frente de la playa, puedes encontrar una cancha de básquet, un parque de skate, músicos callejeros y tiendecitas para los turistas, en una de estas tiendas compraría mis productos para las uñas. Para ser una zona una turística, estaba vacío por la mañana, pero no importa. Antes de proceder a comprar mis productos, voy a comprarme algo fresco, gracias al sol estaba sedienta, tampoco me ayuda al haber caminado hasta aquí como si no conociera desde antes el calor de Los Ángeles, en fin, soy una masoquista, aún creo que valió la pena, las calles acá son muy lindas. Me acerqué a un carro de helados, raspados o frappe, no sé exactamente como le dicen, pero sé que era el hielo granizado en un vaso y luego le echan algún sabor por encima hasta llenar el vaso, se veía muy tentador, por lo tanto, lo iba a comprar, estaba muy acalorada. —Buenos días —saludé con educación. —Buenos días señorita. —Me sonríe con amabilidad. —¿En cuánto están los helados? —pregunté. —A un dólar, ¿de qué sabor lo quiere señorita? —me preguntó señalando los sabores en varias botellas en su carrito. —De uva por favor. —Le sonreí al señor, fui sacando mi monedero, cuando alguien de repente me lo arrebata de las manos y sale corriendo—. ¡Hey! —Salí corriendo—. ¡Atrápenlo! —grité. Estaba corriendo detrás de él, pero era imposible alcanzarlo, corría más rápido que yo, de repente alguien me pasa por al lado con una patineta, empujaba esta con su pie y como pudo se lanzó encima del hombre cayendo los dos al suelo. Logré escuchar los silbatos acercarse, dejé de correr y me paré al frente de ellos, el chico de la patineta le quitó la billetera y me la devolvió, los policías se acercaron sujetándolos a ambos. —¡Genial! Esto es lo que merezco por ayudar —se queja el chico que me había ayudado. —¡Esperen! Él me ayudo —expliqué señalando al chico de la patineta y lo soltaron. —Gracias —dijo sonriendo, debo decir que es atractivo. —¿Otra vez tu Owen? ¿no te cansas? —dijo uno de los policías llevándose al hombre lejos de nosotros. Me reí al escuchar eso, o esos policías son muy ingenuos o ese tal Owen es astuto, ¿cómo dejas libre a alguien que siempre está robando? Por lo escuchado, los policías y el Owen se conocen, tal vez ese muchacho promete cosas que no va a cumplir solo para que lo suelten. Negué mi cabeza en desaprobación y luego miré al chico. —Gracias a ti por salvar mi billetera —dije señalando mi monedero y metiéndola en mi bolsito. —De nada, es que estoy pensando en ser el atrapador de delincuentes —dijo agarrando su patineta haciéndome reír por ese comentario. —¿Atrapador? Jajaja, querrás decir... policía. —Reí tapando mis labios y comencé a caminar de regreso. —No, atrapador suena mejor, es más original o tal vez sería un superhéroe, hacer el bien a mi manera —dijo incorporándose a mi lado y reí con más fuerza—. La verdad no estaría mal, ser el atrapador, ¿no? sería todo un héroe. —Llegamos nuevamente al carrito de helados y le pagué al señor. —No estaría mal superhéroe. —Le sonreí. Recibí un mensaje de Nick, al parecer estaba cerca, iba vía al apartamento, pero le escribiré que estoy por aquí, así no pierde el tiempo en buscarme a casa y mi producto de las uñas, lo tendré que comprar otro día. —Me tengo que ir, gracias nuevamente y adiós superhéroe atrapador, alias chico de la patineta —dije alejándome de él. —¡Hey! —Me volteé—. ¿Me das tu número? O ¿por lo menos tú nombre? Tu héroe se lo merece —Gritó un poco, ya que ya teníamos una distancia como para alzar la voz. —¡Tendrás que adivinarlo! —Le sonreí. —Eso es algo injusto. —Veo que está en desacuerdo. —Atrapaste a un ladrón, no creo que te sea imposible encontrarme. —Le guiñé el ojo, luego me volteé y seguí caminando. —¡Esta bien! ¡Chica linda del monedero! —Lo último que pude escuchar antes de que me alejara un poco más. Sonreí cuando escuché eso, creo que estar con Nick me ha traído más seguridad con los chicos, además, hoy es un día donde nadie puede borrar mi sonrisa, estoy de muy buen humor, pero no se crean, sólo jugué con aquel chico, yo estoy enamorada de Nick, a ese chico capaz y no lo veo más nunca, aparte me da risa que piense que soy hermosa y a la vez me incómoda como los hombres se babean por ver a una chica llamando su atención. A medida que iba caminando, mi teléfono comenzó a sonar, era otro mensaje de Nick diciendo que estaba cerca y que se estacionaría cerca de la cancha de básquet. Al llegar encontré el auto y me acerqué a él, tal vez le pediría que me llevará un momento para alguna tienda y comprar mis cosas. —Me parece que estas muy sexy para salir, ¿no lo crees? —dijo cuándo me monté en el carro. —Stone, dijiste que me vistiera bien, además, a mí me gusta, está siempre ha sido mi forma de vestir y porque sea tú novia, no significa que cambiaré mi manera de vestir —respondí colocando los lentes sol en mi cabeza llevando mi cabello hacía atrás como si fuera un cintillo. —Esta bien, pero hasta estas sin sostén, ¿cuántos hombres no estuvieron observándote? —dijo mirándome de arriba abajo algo serio. —No digas bobadas, ¿quién podría observarme? —Rodé mis ojos, era algo ridículo, yo me arreglaba, pero seguía siendo poco atractiva. —Maddy tienes un cuerpo hermoso, ¡perfecto! Diría yo, eres hermosa de cara, de cuerpo y también con hermosos sentimientos... cualquiera estaría babeando por ti —me contradice algo serio y yo lo observé. —No seas tonto, yo soy horrible, además yo me arreglo para mi gusto, para sentirme bien conmigo misma, aparte de que yo soy sólo tu novia. —Acerqué mi rostro a él y le deposité un rico beso en los labios. —Tienes razón. —Agarró mis mejillas y me besó—. Eres mi novia, otros te podrán mirar de lejos, pero eres sólo —me besó—, mía —dijo entre besos—. Que se mueran ellos por las ganas de tenerte. —Pude sentir una sonrisa de su parte pegada a mis labios. Nos besamos un poco más y luego arrancó el auto en marcha, al parecer aprovechó de buscarme, ya que estaba en descanso, me tardé mucho caminando como para solo ser el descanso de Nick, ni siquiera pude descansar, más bien me agoté más. De camino a su ensayo con la banda, Nick de vez en cuando me agarraba la mano y la besaba, eso me encantaba, me daba cierto gusto la forma en la que me expresa su amor, también paramos a una tienda como le comenté y comprar mis cosas. Zachary. —¡Esta bien! ¡Chica linda del monedero! —grité para que me logrará escuchar gracias a la obvia distancia que teníamos. Yo era demasiado directo, si me parecía linda, se lo diría y ya, sin ningún problema, había que aprovechar las oportunidades, además ¿cuando la volvería a ver? Tal vez jamás, y a todas las chicas hay que halagarlas como se debe, ella era linda. Miré el camino a dónde ella se había ido, recordando lo que pasó hace un momento, había atrapado al chico que le había robado el monedero, les juro que es demasiado hermosa, no sé porque no me dijo su nombre, eso me trae mucha intriga. ¿Tendrá novio? Sería afortunado aquel chico porque de verdad es muy linda, pero no creo que tenga novio, espero que no, ¿se habrá hecho la difícil? Si, tal vez era eso o tal vez quería ser interesante, por el cual ha llamado mucho mi atención.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD