—Pues me va bien, si quieres después de llegar a nuestro departamento, te presento a los chicos y eso, hoy tenemos ensayo, te caerán muy bien. —Le sonreí.
—Esta bien, si son amigos tuyos, son amigos míos también. —Él me sonrió, dejó una mano al volante y con la otra libre me agarró la mano para llevarla a su boca y dejarle besos cortos.
Todo está perfecto, algo que tanto anhelaba en el mundo, ya se había cumplido, estoy muy, pero muy feliz, que alguien me pellizque para ver si esto no es un sueño.
En el camino al apartamento detallaba a Nick, su piel necesitaba algo de sol, se veía muy pálido. Además, soy yo o ¿él se ve más alto? No tenemos tanto tiempo sin vernos, ¿o sí? Bueno no, pero parecía una eternidad.
Él debe medir 1.80, su cabello le llegaba un poco arriba de los hombros, era lacio y color marrón, su nariz es respingada, sus ojos son color café claro, sus labios son rosados y finos, pero carnosos, también tenía una dentadura perfecta, su cuerpo era delgado y a su vez se notaba que hacía ejercicio, se notaban sus músculos, pero estos no eran exagerados, era acordé a su cuerpo, eso significaba que si tengo la oportunidad de verlo desnudo no parecerá una barquilla, y por último lo que deben saber de él, es que es mayor que yo por un año, así es, tiene veinte.
***
—Nick estoy muy cansada, anoche empaqué mis cosas y después hoy me paré temprano, si quieres más tarde voy a conocer a tus amigos —dije tirándome en la cama.
—¿Anoche? Si precisamente por eso planeamos todo con una semana de anticipación amor. —Se cruza de brazos y me desaprueba con la mirada.
—Es que me dio flojera, además, sabes que me gusta hacer todo a última hora, no sabes la adrenalina que me genera estar apurada. —Me reí, porque soy, pero a la vez no soy tan responsable.
—Pensé que con la noticia de vivir juntos, al primer momento tendrías todo listo, pero ya veo que no soy tan importante como pensé —bromea haciéndose el ofendido—, al menos tuviste tu consecuencia.
—¿Cuál? —Lo miré extrañada.
—El cansancio por hacer todo a última hora. —Niega su cabeza y le lanzo una almohada.
—Vale la pena —le aseguro aún riéndome—, de igual forma, iré más tarde a conocer a tus amigos, déjame descansar, ¿si? —Le hago un puchero, él pone resistencia, pero se rinde a los segundos.
—Esta bien hermosa, pero te arreglas bien porque ahorita tenemos el ensayó, pero en la noche será el concierto —dijo acercándose a mí y depositándome un besito en la frente.
—Auch Stone, lo dices como si fuera un macho mandando a su hembra a quien no le gusta arreglarse —me hago la ofendida.
—No es eso nena, solo te aviso cuál es el evento para que vistas presentable para la ocasión. —Yo desorbito los ojos y él se arrepiente—. Eso tampoco sonó bien, mejor me quedo callado. —Me hace reír.
—Tu sabes que me veo bien hasta con pijama —alardeo un poco y él asiente estando de acuerdo conmigo—. Son las... —Miré mi reloj— ocho de la mañana, tendré mucho tiempo para descansar y arreglarme. —Él se sentó en la cama, me agarró por la cintura parándome y sentándome en sus piernas.
—¿Dónde nos habíamos quedado? —Agarró mis mejillas acercando nuestros rostros y pegando sus labios con los míos para luego besarnos muy lentamente—. Que rico —dijo entre besos.
Me recostó en la cama y comenzó a besar mi cuello, quiso quitarme los pantalones, pero lo detuve algo tímida, no quería hacerlo sentir mal, pero tampoco significa que iba a ceder, todo iba a ser a mi comodidad.
—No estoy lista amor. —Me sonrió y besó mis labios.
—Esta bien hermosa, por ti esperaría muchos años. —Me besó la frente—. Me tengo que ir, ¿sí? —Asentí—. Te dejo la llave por si acaso. —Me depositó un beso en los labios y después se fue.
Me alegro que lo haya entendido y lo haya tomado bien por lo visto, bueno, Nick nunca fue de ser agresivo por no conseguir lo que quiere, pero no sé, supongo que es un miedo común en las mujeres al no complacer a su pareja.
Quisiera descansar, pero creo que tengo demasiada energía de sólo pensar lo que me estaba pasa mindo, quiero brincar de la emoción de sólo saber que por fin soy novia de Nick, lo quiero muchísimo.
Estoy enamorada de él desde que éramos pequeños, nosotros nos criamos aquí en Los Ángeles, pero justamente unos días antes de que él ingresará a la tal banda en la que está, yo me tuve que ir a Miami con mi padre y mi hermano, por asuntos de trabajo de mi padre, así que conocía Los Ángeles, pero sólo algunas cosas, no salía mucho por protección de mi padre.
Conocí a Nick porque éramos vecinos, mi hermano y él tienen la misma edad y jugaban juntos. Nick siempre me miró como la hermana de su mejor amigo, por eso aún no puedo creer que de tantos años se haya fijado en mí, yo me unía a jugar con ellos, pero muy poco, ya que ellos inventaban mucho y me sobreprotegían de sus inventos.
Mis pensamientos se distraen al comenzar a observarme las uñas, las tenía horrible, así que saldría a comprar algo para arreglármelas, tenía algo de dinero ahorrado de mi trabajo, aparte que mi padre no deja de mandarme dinero, él no quiere entender que ya estoy grande y sé mantenerme sola, pero a la vez lo entiendo, soy su única hija y desea que no me falte nada.
Me metí al baño que está dentro de la habitación, Nick tenía calentador... Eso es bueno, abrí la llave de la regadera la del agua caliente y la del agua fría, para obtener agua tibia, me desvestí, deslicé la puerta de la regadera y entré dejando caer el agua tibia por mi cuerpo, mi piel era como trigueña, ni tan clara, ni tan oscura, me gustaba mucho mi color de piel, yo me amo en sí, me maquillo a mi gustó, hago cualquier cosa para sentirme bien conmigo misma.
Al salir del baño, enrollé una toalla en mi cuerpo y otra toalla en mi cabello, me observé un rato en el espejo y luego salí, busqué mi maleta, la subí a la cama, la abrí y comencé a buscar ropa.
En Los Ángeles hacía mucho calor en el día, bueno, no tanto, pero era un clima como para estar en short, vestidos u overoles.
Me decidí por un overol blanco con flores rosadas, la tela era suave, bastante fresca, no se llevaba sostén, te enrollabas los tirantes al rededor del cuello dejando ver un poco el volumen de mis senos en el centro, parecía como un traje de baño en la parte de arriba, pero es una ropa, en mi espalda estaba escotado hasta unos cinco dedos arriba de mi cintura, este overol era corto, como dije, es algo fresco, y me llegaba dieciocho dedos arriba de la rodilla, era perfecto.
Me sequé con la toalla, me puse mi ropa interior y luego el overol, se me veía perfecto, y por último me puse unas sandalias trenzadas a las rodillas, de color plateado.
Fui al baño, me eché un poco de perfume, me maquillé, sequé mi cabello color castaño oscuro, el cual estaba largo hasta la cintura, agarré mi bolsito color carne, me lo guinde en mi hombro, metí mi billetera junto con mi teléfono, las llaves, algo de maquillaje por si se me corre, me puse unos lentes de sol y salí del cuarto.
A mí me gusta salir bien, siempre arreglada, puedo ser tan femenina como masculina, pero cada cosa en su momento, llegué a la cocina y me comí un sándwich que me dejó Nick con una nota que decía, “Llámame cuando estés lista”.
Salí del cómodo apartamento de Nick, caminé por los pasillos hasta llegar al ascensor y me adentré a él, presioné planta baja y cuando llegué a mi piso deseado, caminé por el lobby hasta la salida y aquí estaba yo, comenzando mi rumbo caminando por las calles de Los Ángeles, me encantaba aquí, ¿cómo olvidaría este lugar? era hermoso, bueno, por lo poco que salía, y por eso estoy caminando, para conocer y recordar nuevamente por dónde tendría que ir.