Sus manos sujetan mi cintura con fuerza, presionando mi piel. Apretando mi carne con propiedad, mientas me besa con frenesí, haciendo que dentro de mi ser, fuegos artificiales exploten pintando mi alma de muchos colores. Siento que el tiempo a nuestro alrededor se detiene. Estamos solos dentro de esta inmensa casa, pero no tengo miedo. Quiero continuar, no quiero que se detenga, pero una parte de mí siente que si lo hará. Por eso, aprovecho el momento, disfruto la calidez de su lengua, el tocar de sus grandes manos en mi, su cuerpo pegado al mío. Abandona mi boca, y gruñendo besa mi cuello, mientras abro la mía soltando un jadeo al sentir sus dientes hincarse en mi piel. No sé cómo es que hemos llegado a arriba. Ni cuenta me he dado cuando él avanzó hasta llegar aquí, porque no hago