Layla La tensión se formaba lentamente en el ambiente a causa del silencio producido por Ashton quien, con una sonrisa, permanecía mirando a ambos jóvenes mientras sus dedos golpeaban la mesa con un ritmo poco convencional. Parecía una canción típica de una danza oriental y eso le hizo preguntarse cuánto había viajado a lo largo de los años. ¿Cuánto habría visto con aquellos ojos? La curiosidad se movía violentamente en su interior, gritando por salir y soltar todo aquello que mantenía en su cabeza. -¿Interesada? -preguntó con diversión en el rostro. Layla se giró hacia Elliot, quién fruncía el ceño evidentemente molesto. Se había quedado mirando a Ashton. Roja de la vergüenza, agachó el rostro y negó con la cabeza. Le pareció ver una sonrisa por parte del pelinegro antes de girars