Meses después: 17 de julio Cada vez que abro la puerta de esta habitación, mi corazón se acelera. Todavía no puedo creer que falte nada para que nazca mi niña, esa pequeña que se ha convertido en el motor de mi vida, sin ella no sé qué hubiera hecho y mucho menos como hubiese sobrevivido a la pérdida de su padre —¿Hija te gusta tu cuarto?— Le pregunto mientras acaricio mi vientre —Sabes, de no haber sido por Gabriel no hubiese podido hacer todo esto— Continuo y es que en verdad él ha sido el apoyo más grande que recibido desde que llegue a esta fundación. —Él está muy ilusionado con concerté también— Le sigo hablando mientras que voy hacia la cocina —No sabes todas las cosas que te ha regalado y como sonríe cada vez que te ve en la pantalla, creo que te has convertido en su persona favor