Hace aproximadamente media hora que me han trasladado a esta habitación, pero aún no me han traído a mi hija, algo que me comienza a preocupar —Iré por Gabriel— Hablo ya nerviosa. —Nicky, tranquila, tardan en traer a los bebes, te lo digo por experiencia— Intercede mi hermano haciéndome sonreír. —Todavía no puedo creer que estés aquí— Le digo mirándolo. —¿Quieres que te diga la verdad?— Me pregunta y asiento. —Por favor— Le pido. Él sonríe y se sienta en la silla que está al lado de la cama —Hace algunos meses estoy en contacto con Gabriel para asegurarme de que estés bien y él me dijo que esta semana probablemente nacía mi sobrina, así que me quede en un hotel hasta que me llamo con urgencia cuando te estaban por entrar a la sala de parto— Me explica y su confesión me hace sonreír.