–Entonces…¿estás saliendo con ella?–Me preguntó Lina mientras mis ojos se iban hacia la puerta, esperando el momento en el que Mariel regresara. ¡Ya estaba tardando! –Sí, recientemente somos una pareja–respondí distraído. –¿Y qué es lo que le ves?–su pregunta cargada de odio, supongo. –Supongo que lo mismo que vio Rafael en ella. –¿Te gusta comerte las sobras de los demás? –¿Y a ti los maridos ajenos? –Miré su vientre, normalmente no habría sido tan brusco con ella, sobre todo porque me daba igual que haya sido amante o no de Rafael, pero no estaba de humor, pasaban los minutos y Mariel no llegaba, mientras mi mente no dejaba de trabajar, tan solo pensando en lo que podría estar pasando allí fuera. Rafael se había vuelto prácticamente loco desde que la vio y yo noté su mirada cua