Entro a la pastelería con una cara de miedo, la cual Margarita y Franco notan al momento. Ambos se miran y es Margarita quien me hace señas con la cabeza para que suba y así hablar mejor en la casa. A paso rápido entro y cruzó los mostradores, me adentro a la cocina y abro la puerta que lleva a las escaleras subiendo rápido hacia la casa de ambos. Una vez dentro comienzo a caminar de un lado a otro en la pequeña pero cómoda sala. -Mi niña ¿Qué ocurre?- pregunta mi madre con desespero. No le respondo, estoy hecha un mar de nervios los cuales me nublan todos los sentidos. -¡Catalina!- su grito me hace sobresaltar -Siéntate y dime que es lo que ocurre. ¿Le paso algo a mi niño?- pregunta nerviosa. -No, no, no él está bien- me siento desesperada -Pero él ha vuelto mamá, lo vi- comienzo a ll